Uno...
Dos...
Los gritos se escuchan como si de eco se tratase solo para atormentarme. Simplemente atónita.
Tres.
Cuatro.
Va cesando todo tras un portazo. Aún escuchándose en lo lejano.
Cinco.
Seis...
Nada más se escucha excepto el llanto.
Siete...
Ocho.
Un leve murmuró adormecido. Más bien afligido, cansado de estar en la cima queriendo escalar.
Nueve.
Diez.
Silencio.
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Mis Delirios Nocturnos
Short Story« La mente de una escritora es curiosa de por si. Pero más curiosa es cuando además de gustarle escribir historias, ama inventar muchas diferentes tanto de drama como de amor, de desamor o simples cuentos sin moraleja. » Historia con todos los der...