Y ahí estábamos.
Bajo la lluvia, mirándonos el uno al otro.
Jamás había visto unos ojos marrones con tanta dulzura como los suyos. La lluvia seguía cayendo pero ni nos percatabamos de que estábamos empapados. El paraguas se nos olvidó a ambos al intercambiar miradas.
Sabíamos que no era necesario, no había que resguardarse de la lluvia. Tan solo.
Teníamos que disfrutar de ella.
De un sabor salado. Con un aroma a humedad y un regusto ácido. Como nuestro amor.
Sabíamos que vivir esos momentos nos hacían lo que eramos. Una pareja que se amaba siempre y a ratos discutía.
Pero que más decir. Son los momentos que más disfruto a su lado.
Esos momentos son los que me hacen enamorarme más y más.
Sobre todo cumplir el cliché de un beso bajo la lluvia.
ESTÁS LEYENDO
Mis Delirios Nocturnos
Short Story« La mente de una escritora es curiosa de por si. Pero más curiosa es cuando además de gustarle escribir historias, ama inventar muchas diferentes tanto de drama como de amor, de desamor o simples cuentos sin moraleja. » Historia con todos los der...