Ella y Él

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Nada era mejor que escucharla.

Nada era mejor que cerrar los ojos y cantar para ella.

Podía dejarme caer sobre un precipicio y ella me esperaría con los brazos abiertos.

Como ella me tomaría sin dudarlo.

Él no quería eso, el necesitaba que yo sintiera esa desesperación. Ese dolor al saber que la caída no será nada agradable, un baño con piedras afiladas no era el abrazo que esperaba.

Ella ansiaba verme disfrutar y él tan solo tomar todo.

Eran amantes de toda la vida, el tiempo mismo los condenó a nunca reunirse de nuevo. Ya que el jamás sería como Él.

Ella se llamaba vida, el muerte.

Mis Delirios NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora