Capítulo 2 - esos ojos

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Capítulo 2- Esos ojos

Natalie:

¡Era él! Esa mirada era la de él

Tenía unos hermosos ojos azules, con mirada intensa y muy penetrante. Era como si pudiera ver más allá de mi fachada, como si pudiera ver mi alma.

Me hizo sentir sensaciones que creía olvidadas, que no quería volver a sentir nunca más.

¿Qué poder tenía este hombre sobre mí, para hacerme sentir este miedo tan descomunal? ¿Para hacerme sentir tan pequeña ante su presencia?

No pude sostenerle la mirada y volteando a otro lado me puse las gafas de inmediato.

En cuestión de segundos quebró lo que por siete años había trabajado arduamente en construir. Una barrera de seguridad en mi misma.

Esta barrera que según yo era inquebrantable, se desmoronó en un instante, dejándome expuesta ante los demás.

No podía permitir que los presentes vieran el efecto que este hombre causó en mí.

- No necesitó caridad de nadie, yo lo haré sola..

- No es su decisión señorita.... Si no le gusta su pareja busqué a alguien más, pero dudo que lo encuentre a estas alturas. Eso pasa por haber llegado tan tarde. - me cortó mi querido profesor.

Cometí el error más grande de mi vida, al voltear a ver los ojos del chico.

Me había hipnotizado, logrando controlarme como títere. No cabía duda que me había dejado vulnerable, porque sin poderlo evitar acepté.

No sé porque lo hice, si lo único que quería era huir, salir corriendo de ese lugar.

Quería alejarme lo más lejos posible del fantasma de ese demonio que me hacía tanto daño, que me torturaba día y noche.

- Será un gran placer trabajar con usted - la voz de mi nuevo compañero dijo con una sonrisa en sus carnosos labios.

Mierda era un dios con los ojos del mismísimo demonio, del demonio que destrozó mi vida.

Gracias a dios en ese preciso momento sonó el timbre de salida.

Sin decir palabra alguna me di la vuelta, saliendo lo más pronto posible del salón.

No podía seguir ahí parada frente a él. Sintiendo esa penetrante mirada en mi, viendo los ojos de... él.

A pesar del gran dolor que ese animal me causó, fue él único hombre que en verdad he amado en mi vida.

Estos últimos años, he intentado con todas mis fuerzas olvidarme de él. Borrar este dolor que me atormenta, que consume mis entrañas. Siendo imposible de lograr.

El recuerdo de sus ojos, de su sonrisa, son el causante de mis pesadillas, pero también del dolor de su traición.

Necesitaba estar sola, así que me fui a un lugar solitario, alejado de todos. Ese era mi santuario, en donde podía pensar y meditar tranquilamente.

Saqué mi cajetilla de cigarros y con las manos temblorosas encendí uno. Las lágrimas estaban a punto de brotar de mis ojos, pero no lo podía permitir.

Pregunta tras pregunta venían a mi mente. ¿Por qué precisamente hoy tenía que venir este chico? Hoy, que me sentía tan vulnerable. ¿Quién era? ¿Por qué su inmenso parecido a él? ¿Por qué se dio como voluntario, para trabajar justamente conmigo?

Quería correr, gritar tan fuerte que mis pulmones reventaran. Quería olvidar y eso era precisamente lo que haría, olvidar.

Tener al padre que tenía, convertía en toda una odisea conseguir mi escape. Todos le temían, pero ni él, ni su poder, me detendría.

Enseñame a olvidar: Lágrimas De SangréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora