Capítulo 24 - Despídete
Natalie:
Lo vi salir sin decir nada y una vez que esa puerta se cerró, caí a la cama quebrada, derrotada. Mi garganta se cerró completamente y no podía respirar. Me dolía demasiado saber que nunca sería para mí.
Sé que estaba haciendo lo correcto, lo amaba y por la misma razón debía dejarlo ir con alguien que si lo pudiera hacer feliz.
Yo no estaba bien emocionalmente, tenía mucho resentimiento, rencor, odio y era incapaz de poder hacer feliz a alguien. Además, tenía mi corazón dividido, porque sin poderlo evitar también amaba a William.
Él era otro con el que tampoco podría estar, ya que se trataba de mi peor enemigo.
Sé que él también me amaba, pero su odio hacía mi padre era más fuerte. Más fuerte que ese sentimiento que sentía por mi y yo por mi parte no podría elegir entre ninguno de los dos. ¿o debería decir entre ninguno de los tres?. Estaba destinada a estar sola.
Lloré por un buen rato, necesitaba sacar del pecho ese dolor que me atormentaba, porque estaba decidida que una vez que saliera de ese cuarto todo volvería a ser igual que antes.
Escuché que venía una gran mercancía de México y John estaba al cargo de ese operativo. Yo no podía permitir que metiera las narices en donde no lo llamaban y debía distraerlo un poco.
- Bueno - respondió John al otro lado del recibidor.
- ¿Hola John cómo has estado? Te he extrañado muchísimo - dije.
Al parecer supo de inmediatamente de quién se trataba, porque se alejó del bullicio que se oía a sus espaldas.
- ¿Natalie? - preguntó sorprendido.
- Si, soy yo ¿Cuándo nos podemos encontrar? Quiero verte - dije con voz triste.
- ¿Estás bien? - preguntó consternado.
- Estoy un poco triste, pero tu compañía me ayudaría bastante.
- ¿Sucede algo? — volvió a preguntar.
- Necesito de tu compañía ¿Crees que nos podamos ver hoy? - entre más pronto mejor, pensé.
La verdad no estaba de ánimos para verlo, pero necesitaba despejar mi mente y él era el más indicado. No existían sentimientos de por medio que me pudieran lastimar y en ese momento necesitaba tener la mente fría. Necesitaba lograr que desistiera de inmiscuirse en el operativo y aparte distraerá un poco mi mente, para poder olvidar el dolor que me rompía en mil pedazos.
- Claro ¿En donde éstas? Puedo ir por ti - sugirió.
- No, mejor nos vemos en tu apartamento ¿Que te parece? ¿En media hora está bien? - no podía permitir que viniera por mi al departamento de Leo, por nada del mundo le dejaría saber en donde vivía él.
En media hora nos encontramos en su apartamento. Me bombardeó con pregunta, tras pregunta sobre mi desaparición. Le dije que me aleje unos meses, porque mi mejor amiga había muerto y estaba destrozada. Sin poderlo evitar se escaparon unas cuantas lágrimas de mis ojos. No era actuación ni mucho menos, en realidad me dolía demasiado su muerte, ella era mi mejor amiga.
La verdad es que también estaba muy sensible por todo lo sucedido, tenía sentimientos encontrados que me atormentaban. Sus intenciones eran más que hablar, pero al verme tan quebrada no le quedó de otra que aguantarse las ganas. Fue mejor así, porque yo no hubiera podido estar íntimamente con él, el mismo día que estuve con Leo.
No soportaría sentir sus manos en mi piel, ni tenerlo en mi. Pasamos una tarde amena, cocinó para mí y vimos películas toda la tarde. Quedamos en vernos el día siguiente, en donde aprovecharíamos el tiempo perdido.
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Enseñame a olvidar: Lágrimas De Sangré
RomanceSer hija de uno de los capos más poderosos del narcotráfico, llevó a Natalie a ser el blanco de muchos enemigos, ya que era la única debilidad con la que contaba el gran Marcelo Grimaldi. Lloro muchas lágrimas de sangre, convirtiéndose en una mujer...