Capítulo 29 - Me decidí por. .

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Capítulo 29 - Me decidí por....

Natalie:

Leo volvió justo en el momento que más lo necesitaba. A su lado me sentía segura y más al saber que me ayudaría a dar con el desgraciado de Sebastiano.

Decidí hacerme cargo del negocio de mi padre y aunque no sabía mucho al respecto contaba con Leo.

Sebastiano por su parte, inmediatamente después de la muerte de papá, intentó apoderarse de su territorio. No esperó mucho para hacer negocios a lo grande, quiso abarcar mucho en poco tiempo.

Empezó una guerra sangrienta entre mis hombres y los de ese traidor. Gracias al respeto con el que Leo contaba dentro del negocio y a gente agradecida que me informaba cual sería su próximo paso, siempre llevaba un paso delante de él.

Decidí usar mis contactos dentro de la ley y llamé a mi querido amigo John. Yo le informaba de los traslados de ese cerdo y por supuesto él los confiscaba, recibiendo así grandes medallas de honor y una gran sociedad conmigo.

Una tarde mientras descansaba en mi bañera, llegó Leo con una gran noticia.

— Mañana tendrás a Sebastiano frente a ti — dijo mientras se hincaba y tomaba el jabón en sus manos. Lo observé atentamente a los ojos, los cuales desplegaban un brillo que hacía mucho tiempo no veía.

Ya habían pasado unos meses desde aquel incidente con mi padre, en los cuales me había cuidado tiernamente, tanto física, como emocionalmente. Lo hizo porque de verdad me ama y en ningún momento intentó algo más.

Él sabía que no estaba preparada para algo intimo y lo respetó, pero ahora era distinto. Ahora me veía de una forma llena de deseo, de adoración y yo también lo deseaba, lo necesitaba. Quería sentir sus besos y caricias en mi piel.

Llevó el jabón a mi cuerpo tallando lentamente mis pechos, para después deslizándolo suavemente a mi vientre. Yo no pude más que cerrar los ojos y dejarme llevar por la dulce sensación que sus dedos provocaban al rozar mi piel.

Mi cuerpo despertó de ese largo sueño y el deseo se apoderó intensamente de mi ser. Lo deseaba, lo necesitaba y no podía esperar ni un segundo más sin sentirlo. Saqué mi mano del agua y tomándolo de la solapa lo jale, metiéndolo a la tina conmigo.

Nos besamos desesperadamente y su ropa desapareció en cuestión de segundos. Su cuerpo me hacía sentir completa, no necesitaba nada más teniéndolo a él a mi lado.

Ahora era cuando me daba cuenta que no importaba lo que sentía por Will o lo intenso de ese sentimiento. El que siempre estaba a mi lado era Leo. El que me conocía a la perfección y daba todo por mi, era él. Solo una vez se había alejado de mí y aunque dolía, volvió a mí. Es verdad que siempre he tenido curiosidad de qué fue lo que pasó y era tiempo de saber la verdad.

Una vez que nos amamos, nos quedamos dentro del agua relajándonos.

— ¿Leo? — pregunte titubeante, mientras acariciaba su pecho.

— Mmm — respondió, haciendo lo mismo con mi espalda.

— Te amo y no importa cual sea la respuesta, pero necesito saber ¿Porque te tardaste tanto en volver?.

Él respiró profundamente y después de unos segundos soltó el aire.

— ¿Es por que te dolía dejarla? ¿Aun la amas? — pregunté acomodandome para verlo a los ojos.

— ¿Recuerdas lo que te dije antes de irme? Que sí la quería, pero a la que amaba era a ti. Si no volví antes fue porque me sentía un miserable —No entendía qué quería decir, así que tuve que preguntar.

Enseñame a olvidar: Lágrimas De SangréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora