Capítulo 13

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Con el sonido del auto alejándose sentí como si todo rastro de felicidad hubiera abandonado mi ser, una profunda tristeza más allá de cualquier comprensión comenzaba a alojarse en mí, dificultándome respirar, haciéndome daño; me dolía el cuerpo pero más que nada me dolía el alma.

No sabía cómo comenzar a recoger mis pedazos, las piezas rotas que la partida de Tom había dejado por toda la casa, por todo el jardín; no me sentía capaz de levantarme de áquel frío escalón de piedra ¿qué sentido tendría intentarlo siquiera?
Ahora mi vida volvería a ser lo que solía, gris y triste, una vida de intentos fallidos de encontrar amor, cariño, compañía; un motivo para levantarme en las mañanas y sonreír a la vida.
Volvería a ser la sombra gris que se escondía por la casa, evitando llamar la atención de un padre que me odiaba y que seguramente me culparía hasta el cansancio por la suerte de Morfin.

Me odié.
Y nadie puede comprender lo terrible que es eso pues cuando llegas a ese punto ya no tienes nada, ni a ti.

La Gran Merope en su genialidad y confianza ciega no pensó que fallaría.
Y ahí estaba, sentada en la oscura madrugada, sabiendo que en unas horas, el hombre que yo amaba, la única persona capaz de salvarme de mi oscura soledad, iba a casarse con una bella mujer, y que la amaría por el resto de sus días.

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Lamento mucho no poder actualizar como me gustaría :(
Aún así espero contar con ustedes para llegar juntos al final de ésta historia.

Gracias por las estrellitas.
Estoy impaciente de leer sus comentarios.

MEROPE GAUNTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora