Bad Romance© [Harley Quinn & Joker]

Capítulo 8 (2/?)

Joker's Pov:

11:10 pm
No soy un crédulo total, pero una vez escuché que a las 11:11 puedes pedir un deseo.

11:11 pm

Quiero que vuelva.

[...]

Ya eran cerca de las tres de la mañana y tenía que hacer muchas cosas hoy.
Salí con mis hombres hacia una constructora que estaba en la ciudad. Planeaban construir un mirador justo en el edificio del lado del edificio donde pasamos la última noche juntos Harley y yo. Que recuerdos.

Ubicamos varios explosivos en todo el edificio que estaban construyendo y esperamos en la terraza del de al lado.
Poco a poco fué amaneciendo y los ciudadanos iban llenando el centro de la ciudad: Hombres llendo al trabajo, mujeres con sus niños revoloteando por todo el lugar haciendo un ruido molesto, ancianas alimentando a las ardillas. Observé por un momento a un niño que se había caído por tropezar, le sangraba la rodilla. La madre se acerca y atrás viene el padre. El niño llora, la madre consuela al niño, el padre lo toma en brazos y lo eleva. El niño ríe.
A veces me pregunto cómo hubiera sido si Harley y yo hubiéramos tenido hijos. De seguro que con más razón la enviaría más lejos. Pero sería lindo tener un hijo con ella, aunque hubiera sido por unos minutos quizás.

Concéntrate.

Los constructores llegaban al área de trabajo y se subían a las enormes máquinas listos para seguir trabajando. En un momento veo que ya es suficiente tiempo y apreto el botón de mi control. El edificio explota en mil pedazos y caen cerca de nosotros. Muchas personas quedan en el suelo inconsciente, o incluso muertas. Pero nadie se mete con mis recuerdos.

Bajé de ahí y me subí a un auto rojo, que robé y me dirigí a casa.

Tenía grandes planes hoy. Y me alegraba ya que al fin mis hombres localizaron a "M" y hoy lo sorprenderé en un club.
Me pongo una blusa color morado con unos pantalones negros, mi bastón, mi chaqueta y salgo. Vengo preparado por si es que pasa algo.

[...]

Son las 10:00pm y salgo de casa en mi carro recién robado y me dirijo al club donde sé que estará "M". Mis hombres vienen detrás mío en otro vehículo.

Entro y el ambiente está intoxicado de mujeres bailando alrededor de hombres que las manosean y le lanzan billetes. Una chica con un brasier que hace que se le salgan un poco los pechos se acerca a mí. Es hermosa, tiene cabello castaño, ojos verdes y una hermosa figura.

Ella no es Harley.

— Disculpa, ¿estás perdido? — me pregunta y yo niego con mi cabeza. Recuerdo haber estado aquí dos veces con Harley. Y una era cuando ella todavía era Harleen.

— Bueno, ¿sabes algo de un hombre llamado "M"? — La chica se sorprende pero reacciona a mi pedido.

— Está en los sillones de por allí — señala hacia una esquina apartada de la sala y puedo distinguir a un hombre gordo con tres guardias a su alrededor.

Te he encontrado maldito bastardo.

Mis hombres van detrás mío y avanzo hacia los sillones. Dos mujeres canadienses están sentadas una sobre cada pierna de ese cerdo.
Él me divisa y les pide a las mujeres que se vayan a otro lado. De levanta y sonríe maliciosamente.

— Un gusto verte de nuevo — estrecho su mano brutalmente mientras sonrío maliciosamente — tenemos cosas pendientes tu y yo.

Nos sentamos.

— ¿Dónde está tu chica? Hicimos un trato.

— No vino conmigo — Respondí rápidamente y sin pelos en la lengua, aunque todavía dolía.

— Interesante — dijo frotándose la barbilla — una apuesta es una apuesta.

— ¿Qué quieres a cambio? — Pregunté sonríendo maniáticamente.

— Mmm... ¿Le serías infiel por UNA noche a tu amada a cambio de dejarla contigo? — Preguntó. Él no sabía que Harley había desaparecido.

— Tengo otra idea, escucha, ¿quieres dinero? ¿Cúanto? Yo invito — si aceptaba se haría fácil.

— No, lo que quiero es algo más personal, quiero... quiero algo de tu chica. Algún dote que me pueda dar.

Me enfurecí, él en conclusión quería a Harls de forma física y eso me molestaba, y aunque ella ya no estuviera aquí yo igual la respetaría. Saqué mi arma y le disparé tres veces. Mis hombres me respaldaron y le tiraron a los otros hasta que murieron. Varios recibieron balazos pero no era tan grave. Me acerqué a "M", lo sujeté con furia de la camisa y lo miré a los ojos. Todos estaban observando atónitos la escena.

— Escucha, ella ya no está aquí, ¿entiendes? — sonreí falsamente y con dolor.

— Te equívocas... ella está viva.

— ¿Qué quieres decir? — Pregunté confuso, que yo sabía a los muertos no se les puede revivir.

— Crees que soy estúpido, ¿crees que no sé qué planeaste llevártela a otro lugar para protegerla? Pues pensaste mal, mis hombres igual la estuvieron vigilando. Y la noche que murió junto con otra persona mis hombres aprovecharon que los tuyos no estaban y los rescataron. Ahora la chica es de mi propiedad — rió mientras hacía señas y llamaba a sus hombres.

Me invadió más furia de la que tenía antes, eso significaba: Harley no había muerto. Estaba viva.
Estaba feliz porque no estaba muerta, pero al mismo tiemoo enojado ya que el hombre del que la protegí todo este tiempo la tiene a ella oculta en alguna parte del mundo y no sé dónde está. Lo sujeté más fuerte de la camisa y comencé a golpear su cabeza contra la pared mientras que de vez en cuando con mi puño golpeaba su cara. Me daba lo mismo pelear y salir herido. El maldito de aquí no se iba mientras no me diga donde está mi chica.
Lo llevé hacia la parte baja del club y cerré con llave. Cuatro de mis hombres estaban dentro y seis afuera. Adentro comencé a golpearlo como nunca antes. Aunque pesara demasiado lo lanzaba lejos.

— ¿¡ DÓNDE ESTÁ ELLA!? — Pregunté y saqué un cuchillo de cocina que me pasó uno de mis hombres — ¡RESPONDE!

— ¿Acaso crees que has ganado? — escupió sangre y me miró directamente a los ojos — yo no soy a quién buscas, yo soy la mano derecha de "M", y es una pena, ya que el verdadero "M" está con ella en este momento — iba a golpearlo cuando abrió la boca — él siempre te está vigilando, incluso en este mismo momento.

Tomé mi cuchillo y corté su cuello sin mirar como caía el cadáver al suelo. Mis hombres me miraban perplejos pero sin decir nada. Salí y ninguna persona presente abrió la boca. Me subí al carro y conduje hasta la casa. Al entrar me encerré y observé a la luna.

Ella está viva, lo está.

Mi corazón no paraba de brincar de alegría y preocupación. No sabía que le estarían haciendo esos Malnacidos.

— Demonios Harls, ¿dónde estás? — Susurré y me dejé caer en la cama, sumido en mis pensamientos.

Volveremos a estar juntos, ya lo verás.

Y luego me quedé dormido con una enorme sonrisa.