Bad Romance© [Harley Quinn & Joker]

Capítulo 18.

El ambiente estaba rodeado de una música potente que te ponía de humor para salir a bailar. Pero aún así no estaba ni tan fuerte, ni tan despacio. Estaba al volumen justo como para que fuese un lugar encendido pero elegante.

Divisé a lo lejos a una chica de azul marino que conversaba muy animadamente con Bruce. No sé que plan tenía Puddin pero fuese lo que fuese quería que se llevase a cabo luego.

Una voz me obligó a dejar mis pensamientos de lado y a concentrarme en lo que tenía de frente.

– Señor ¿Roth? – vi de reojo como Puddin asentía y me causó extrañeza. – Usted debe ser la señora Roth. Bienvenida. – Dijo ahora el empleado dirigiéndose a mí.

Puddin me tomó del brazo y me guió hasta un rincón apartado. No entendía nada pero me causaba mucha gracia la situación.

– Harls, desde ahora serás la señora Emma Roth. Y yo tu esposo, el señor John Roth.

Una sonrisa se escapó de mi boca y él me dio un beso lento pero corto, para no encender la situación.

– Así que robando identidades. ¿Eh? - Le dije y Él sólo miró hacia otro lado riendo.

– Era por necesidad. Deja de hacer preguntas y vamos a bailar.

Me sacó al centro del salón en el cual habían más parejas bailando. Trataba de no llamar mucho la atención pero era casi imposible no moverse con esta música. Puddin sólo me observaba, y de reojo a otros que también me estaban comiendo con la mirada. De seguro hoy no viven.

Me gustaba que me mirase. Tiene una forma única de centrarse en mí como en nadie más lo ha hecho. Sus ojos irradian lujuria pero también destacan ternura y cariño. Es un sentimiento algo bipolar.
Cuando teníamos sexo me miraba solamente con lujuria, si es que me miraba ya que siempre le gustaba cerrar los ojos y sentir el placer de tenerme por completo, quería pasar el rato, y qué puedo decir si yo igual lo disfrutaba. El sentimiento de deseo era mutuo. Sin embargo ya no es así.
Ahora puedo distinguir que es diferente, ahora me hace el amor, ya no es sólo sexo. Ahora me besa, me acaricia, me mira con dulzura, y trata de no dañarme mucho a pesar de que yo a veces le pido que vaya más rápido.

Esos pequeños detalles hacen que lo quiera cada vez más. Y sobretodo ahora que disfruto que me coma con la mirada mientras bailo al ritmo de la música.

No me había dado cuenta hasta que me doy vuelta y tengo a Bruce detrás mío, pero Él no me había visto antes.

– Oh, lo siento, estoy muy torpe últimamente. - Dijo disculpándose y de lejos pude sentir el olor a perfume sobre mi cuello. Y claro que también pude distinguir la mirada de rabia que le estaba dedicando Puddin a Bruce desde la distancia. – Disculpe. No sé su nombre.

Si no me hubiese enamorado locamente de Puddin de seguro que habría sentido algo por este idiota, pero por suerte mi amor por mi pastelito nunca de acabará. Y seguirá para toda la eternidad.

– ¿No cree señor Bruce que es muy temprano aún para preguntar por nombres cuando está toda la noche? – Intenté coquetearle. Si bien lo odiaba tenía que hacerlo. Había charlado antes con Puddin sobre esta ocasión, y aunque se moría de celos tenía que aceptarlo.

Yo conquistaba a Bruce, y Puddin hacía el resto.

– Tiene un muy buen sentido del humor. Pero de verdad, si no me quiere decir su nombre, ¿cómo la puedo llamar? – Me di vuelta para quedar frente a Él. Me di cuenta que llevaba la máscara puesta al igual que todas las personas asistentes, incluyéndome. Pero yo, en cambio, no pensaba sacármelas hasta que se diese el golpe final.