Capítulo 11

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Joker's Pov:

Conducía lo más rápido que podía hacia el hospital más cercano. Harley iba jadeando de dolor a mi lado.

Dios, ojalá me hubiera disparado a mi.

Sentí como ella me sujetó la mano y por un momento giré y me encontré que tenía los ojos cerrados.

Maldición.

Seguí conduciendo y al llegar al hospital salgo del auto y abro su puerta. Acaricio su mejilla pero no responde, casi no respira y tiene las mejllas rojas — Joder, joder, joder — la saco con cuidado del carro, busco entre el asiento una pistola y cuando la encuentro avanzo hasta la puerta central con Harls en mis brazos.

Varios enfermeros se asustan y se largan a correr — ¡ESTE ES UN JODIDO CENTRO DE ATENCIÓN Y TODOS HUYEN! — Me acerco a una enfermera cercana y le apunto con mi pistola — Dime dónde hay un doctor aquí — ella se queda inmóvil y le pego una cachetada — ¡Apresurate!

Me hace señas para que la siga, entro a una sala de un color celeste y ahí hay un doctor que se queda inmóvil al verme — ¿Por qué todos en este jodido hospital se quedan inmóviles? Hazla vivir — le digo y le apunto con la pistola. El doctor asiente.

Dejo a Harls en la camilla y el doctor se apresura en atenderla, llama por la puerta a unas tales Clara y Ema que luego de unos segundos entran agitadas a la sala.

— Necesito que salga de aquí señor — me pide mientras se pone unas gafas y unos guantes.

Yo sólo salgo de la habitación con la ropa cubierta de sangre y espero a que terminen luego de sanarla.

Estoy afligido. Nunca antes me había pasado esto, ni cuando me enteré de que Harls había muerto. Confío en esos malditos doctores, en que hagan bien su trabajo, de lo contrario, los mataré.

Harley es mi todo, es por quién he luchado hasta agotarme, es mí modo de vida. Sin ella no soy nada. Y si llega su hora probablemente mi vida se tornaría gris, ya que ella es la que alegra mis días más oscuros. Ella es la luz de la luna en mis noches intranquilas. La llegada de ella a mí vida trajo consigo muchos cambios y adaptaciones confusas. Noches de peleas y pasión, gritos y abrazos, golpes y besos en los amaneceres, planes juntos, cenas separados, trampas perfectas, robos a tiempo, huidas felices, maldad de por medio, y sobre todo, amor... eso que me hacía falta de ahce tiempo.

Comienzo a quitarme todo el sudor y lágrimas de la cara y me quedo sentado en una de las sillas de la sala de espera. No debería quedarme aquí por mucho, llamarán a la policía y ese sería mi fin. Al final decido irme por la puerta y entrar nuevamente por el sistema de ventilación.
Avanzo lentamente hasta el pasillo en frente de la sala y espero hasta que salga un doctor. Pero luego de media hora nadie sale.

Me quito de ahí y avanzo hasta la sala de operaciones por el ducto con cuidado para no caer. Y la veo.

Harls está toda cubierta de sangre en una camilla. Varios médicos están de un lado para otro. Logro ver que Harls tiene puntos en el estómago y que la maldita bala está en una bandeja de metal en una mesa cercana.

— Doctor, ha perdido muchísima sangre — escucho decir a una enfermera — no sobrevivirá.

Me sobresalto y una lágrima cae por mi mejilla. Esos bastardos deben hacer lo que puedan para salvarla.

— Doctor, ¡no está latiendo su corazón! — dice otra mientras apunta hacia la máquina extraña que indica las pulsaciones.

Varias enfermeras corren por todos lados y observó como el doctor coge un aparato y lo frota con otra otro, luego lo pone sobre el pecho de Harley y este salta.

— Se nos va doctor.

Lo hace repetitivas veces hasta que un sonido agudo retumba por mis oídos y me hostiga hasta en el fondo de mi ser. Luego de eso, nadie dice nada.

Miro a Harls por última vez con lágrimas en mis ojos por miedo de lo que pueda decir la máquina. Escucho como algo cae al suelo y me giro. Todos están nerviosos.

Y los entiendo. Yo también lo estaría al saber que la novia del villano más buscado ha muerto.

No pude evitarlo y lágrimas cayeron en silencio por mis mejillas. No podía ser: Se me fué de nuevo. De mi lado. Y justo cuando podíamos ser felices de nuevo.

Y ni me despedí de ella, debí haberlo hecho cuando ella dijo en el carro, pero estaba loco por llegar antes que no lo hize. Y ahora se ha ido por siempre.

Mierda.

Pasaron unos cinco minutos entre todo este silencio y fué cuando escuché un suspiro agobiante. Miré y casi se me sale el corazón del pecho.

La máquina volvió a emitir un sonido extraño, un beep-beep repetitivo. El pecho de Harley comenzaba a moverse  lentamente de arriba hacia abajo casi sin emitir un sonido.

Y abrió los ojos...

Bad Romance© [Harley Quinn & Joker] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora