Bad Romance© [Harley Quinn & Joker]

Capítulo 9

Harley's Pov:

Desperté con un dolor de cabeza que podría hacerme explotar. Recorrí con la mirada el lugar en el que estaba y a lo lejos logré distinguir una luz diminuta que iba aumentando cada vez más. Mis manos estaban atadas a un fierro que estaba colgando de una especie de pared.

— ¿Ya estoy en el cielo? — Pregunté a la nada, esperando que alguien me respondiera, pero nadie lo hizo. De todos modos no creo que esté en el cielo, ya que aquí no encadenan como si fueras un preso.

Entonces, ¿Dónde estoy?

Me sentía extraña. No me sentía ni viva ni muerta, más bien adolorida y  cansada. De pronto una figura se acerca hacia la luz y la tapa por completo. La silueta se acerca a mí.

—¿Quién eres? — Pregunto aterrada esperando a que está vez si me contesten y no me dejen con la duda.

— Veo que al fin despertó la muñequita — habló alguien de voz ronca cerca de mí. Aún no podía distinguir su cara.

— ¿Quién eres? — Repetí más fuerte, casi al borde de gritar.

— ¿No sabes quién soy? Bueno, me presento... — la silueta se aleja un poco a la luz y no logro distinguirlo.

— E-eres... — trato de adivinar pero de verdad no sé quién es.

— Bien, dí mi nombre — aplaudió mientras sonreía maniáticamente. Se podía ver que sus dientes estaban horribles. Le hace falta aseo a su boca.

— ¿Eres, un mafioso? — dije con miedo tragando saliva y preocupada ya que no sabía cómo reaccionaria al saber que no sé quién es.

— Bien. Y mi nombre es... — dejó la frase al aire para que yo lograra contestar pero no sabía ni si estaba viva o muerta y quería que adivinara.

— No sé — mascullé despacio.

— Inténtalo.

— De verdad no sé quién eres, ¿quién eres desconocido? Yo me llamo Harley, te daría la mano pero las tengo ocupadas — dije sarcásticamente y siendo al mismo tiempo amable — por sierto, ¿dónde estoy? — Pregunté asustada.

— Deberías agradecerme primero que te salvé la vida antes de hacer tantas preguntas, niña.

Esperen, ¿no estoy muerta?

Creo que no.

— Yo no quería seguir viviendo, estaría mejor si me hubieras dejado ahí — escupí con furia.

— No lo creo querida, pero creo que te gustaría saber qué es lo que pasa últimamente con tu "Amorcito" — dijo con un aire de misterio — él piensa que estás muerta, y ha continuado con su vida como debió haber sido, — Pausó — siempre.

Algo dentro de mí se rompió. Sabía que me manipulaba pero parte de mí quería creer lo de decía.

— Eso es mentira, él no es así... él...

— Siempre fué así  — me interrumpió — acaso, ¿no pensaste que cuando te alejara sería más feliz? ¿Que tendría libertad? ¿Ah?

Una lágrima cayó por mi mejilla y agaché la cabeza escondiendo mi cara entre mi cabello.

— Es para que reflexiones un poco más querida, espero que estés cómoda, ya que pasarás mucho tiempo aquí — dijo y se giró para irse — ah, y descuida, Harley, sabes mi nombre aunque no me hayas visto nunca. Soy a quién tu "Pastelito" teme tanto — y salió de ahí dejándome nuevamente en la oscuridad profunda de la habitación.

"¿M?"

Él no puede... ¿o sí?

Lágrimas silenciosas caían sobre mis mejillas. Puddin no es así, él nunca quiso alejarme por eso, él me ama. Me lo ha demostrado con el paso del tiempo. Nunca me dejaría a no ser que fuera muy importante.

Yo no debería estar aquí, no debería estar viva.

Quisiera morir.

Una semana después...

He encontrado a un compañero para conversar durante todo este tiempo: Es Eric, uno de los hombres de mi Puddin.
Es alguien con quien puedo  hablar y en quien confiar mientras estamos atrapados en este lugar como dos presas de un cazador.

Las noches son el único momento de todo el jodido día en que puedo estar en paz sin que ese bastardo mafioso venga y me ofrezca un trago que seguramente tiene droga.
A veces no me contengo de todo esto y rompo a llorar en silencio. Odio que me vean llorar, aunque Eric ya me ha visto.
Me gustaría huir de aquí, escapar e irme a cualquier lugar, pero donde pueda ser libre.
Y si tengo suerte, al lado de la persona que amo y amaré incondicionalmente.
Con Eric ya hemos planeado varios escapes pero en todos hemos fallado. El último era que hiciéramos un agujero en el suelo, pero rompí la cuchara al darme cuenta de que todo era de cemento extra duro y resistente.

Eric cree que algún día tendré que salir de aquí y aunque esté sola, seré libre.

Y la libertad nadie te la puede arrebatar porque tarde o temprano llega a ti de alguna forma.

Como el amor.

Nota:

Holaa, primero que todo, tres cosas:

1.- Siempre voy a odiar este capítulo. Siento que no dí lo mejor de mí para crearlo.
2.- Más adelante se viene lo bueno ;)
3.- GRACIAS POR LAS LECTURAS, VOTOS Y COMENTARIOS ❤ ME HACEN SÚPERO FELIZ ❤❤

L@s quiere, Cony ❤