III. Llegada tarde, ¡Maldicion!

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Narras tú:

Golpee la puerta de la entrada, corrí por los pasillos relucientes por el exceso de abrillantador, corrí desenfrenada hacia mi aula de clases, en la cual debía estar el profesor de historia; él es muy de rogar y a mí no me gustaban ese tipo de personas, por eso nuestras personalidades chocan, pero esta vez haría lo que sea por entrar a clases... hasta llorar y rogar si era necesario, no me perdería su última clase de historia y de la que haría un examen que me valdría el 55% de mi calificación final, por qué el otro 45% sería un trabajo en el que el nos pondría en grupos y nos diría todo lo que había que hacer esa misma clase, solo en esa clase, sí llegaba a preguntar en otra hora o día diferente a ese momento no me diría nada y aunque fuera muy chocante con el yo no perdería historia, él no me haría perder historia. El conserje interrumpió mis pensamientos.

- ¡Eh, niña! ¿Qué haces aquí?, ¿no deberías estar en clases? ¡Eh! Deja de caminar, vas a ensuciar el piso que acabo de limpiar.-dijo firme y molesto por mi vandalismo involuntario.

Lo mire confundida por estar metida en mis pensamientos, mi mente me suele sacar de la realidad, ese es un problema de mi cerebro que no he podido arreglar antes de eso mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas ya que se me vino repentinamente ese recuerdo, ese maldito recuerdo que me atormenta.

- ¿Qué?-pregunte al borde de las lágrimas con ese recuerdo reproducciendeose una y otra vez en mi cabeza.

- He dicho que deberías tener más cuidado.-contesto aún más molesto por mi falta de atención.

- Oh... lo lamento, enserio... ah, lo limpiare, lo siento, pero debo irme.-dije arrepentida aun con los ojos llorosos.

- ¿Estas bien? Ven aquí, no le diré a nadie.-dijo preocupado observando mi rostro y avergonzado por la forma en la que me había tratado.

- No, no... Estoy bien, vendré luego, lo siento.-dije desde el pasillo que debía cruzar antes de llegar a mi respectiva aula de clases. Corrí aún más para llegar al menos un poquito temprano dentro de lo tarde que estaba llegando, llegué a mi aula, abrí la puerta de golpe.

- Ya llegue, ya llegue, ya llegue.-grite bajando la voz cada vez que lo decía. Estaba cansada.- Umm, profe... Mr, lo siento, Mr. Brown... um, hola a todos.-dije nerviosa.

- Señorita Moon, primero que todo, buenos días.-dijo impulsando mis modales de mañana, que había olvidado al entrar al aula.

- Ahh, si... Lo siento, buenos días Prof... Mr. Brown, Mr. Brown y buenos días a todos.-Finalice recordando los modales y haciendo que todos cubrieran mi falta por el nerviosismo.

- ¡Buenos días!-dijeron todos a coro, desanimados y riéndose por esas rarezas que hacia cuando estaba nerviosa.

- Bueno, señorita Moon... Me podría explicar, ¿Por qué estaba fuera de mi clase y llega con tanta informalidad?-pregunto acomodándose los lentes, sentí su tono de ira envuelta en la necesidad de una respuesta como profesor.

-Umm... si, le explicare todo con la condición de que no me saque de clases, ¿Le puedo explicar en privado o...?- conteste tratando de ganarme su tiempo para explicarle.

- ¡Yo pongo las condiciones aquí, señorita Moon! Y me explicara delante de todos sus compañeros... así sus compañeros aprenderán la lección de no entrar tarde a las clases.-dijo contestando a mi pregunta y con ira más marcada en su voz.

- Esta bien, bueno... Hoy corrí apurada para llegar temprano al colegio, entonces cuando pasaba por una esquina donde hay un Starbucks, había un montón de fans de una banda... no recuerdo... ¡One Direction! Ellos, sus fans estaban en frente del Starbucks, yo trate de pasar por ahí porque era más rápido, el otro camino es por la Baker y esa avenida es muy larga, sola y llena de locos que se fuman la verde, en serio Profe... Mr. Brown, lo siento... Mr. Brown, bueno... Igual, trate, trate de verdad, me tropecé con una chica y le pregunte por que había tantas personas ahí, porque al principio no sabía y ella me dijo que ''Ahí estaba One Direction, la mejor banda existente. '' pero con voz aguda. -dije imitando la voz de la chica.- Y como yo soy yo y no le creía lo de la mejor banda me moleste un poco, pero igual seguí.

Todos comenzaron a reír por mi historia.

- No... en serio, así hizo.-dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora