VIII. Somos diferentes

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El salvo mi vida sin ni siquiera conocerme, me di cuenta de mi error, mi error fue no mirar. Me acerque a el, le tome el pulso, afortunadamente las clases de biología que había tomado en la escuela cuando tenia 12 años me sirvieron y el todavía estaba vivo, debía llamar una ambulancia... estaba llorando, lloraba por el, ¡lloraba por el! Vi como se desangraba y como mis manos comenzaban a tomar un color rojo por la sangre que salia de su cuerpo herido. Busque mi teléfono en mi mochila, era un desastre, cuando lo encontré llame al 911.
— Buenos días, ¿en que podemos ayudarle? —pregunto amablemente la operadora.

— Hay un chico que ha sido atropellado, necesito una ambulancia, por favor, lo mas rápido posible. —conteste desesperada.

— ¿En donde esta, señorita?
—  Frente al Central Park, por el Empire Light.
— La ambulancia va en camino.

— Gracias.

No paraba de llorar, no quería que el muriera. El había hecho algo muy valiente por mi, valentía que no veía hace mucho. Nadie se arroja a un auto y deja que lo atropellen por una persona que no conoce.

Nadie siente amor por nadie, somos oscuridad porque todos buscamos felicidad. Hay dos tipos de personas:

Yo soy del segundo grupo, sigo buscándola pero mi esperanza se esta acabando y cuando se acaba no hay nada por que vivir y simplemente seguimos el matadero como ovejas con los ojos vendados.

Los ruidos de la ambulancia me sacaron de mis pensamientos, llego rápido. Los paramédicos tomaron al chico y lo pusieron en la camilla tomándole el ritmo cardíaco, le pusieron suero y otras cosas para que se mantuviera estable en el camino.
— Señor, ¿puedo subirme con el? —pregunte tímida
— Claro, ¿eres familiar? —pregunto acelerado por tratar de salvar al paciente.
— Um, pues yo...  —alargue debatiéndome sobre si mentir o no.— Si, soy su hermana.—conteste. Sabia que si no era familiar no me dejarían entrar con el.
— Bueno, sube.—dijo apresurándose.

Subí y me senté en la banca, el enfermero cerro la puerta y se subió del lado del conductor y el otro chico del lado contrario.
Estábamos solos, solo el y yo. Quería hablar con alguien sobre esto, tome su mano y mire su rostro herido, golpeado... todo por mi, soy una idiota, una estúpida. Esto no hubiera pasado, si yo hubiera visto el auto, si hubiera visto la calle, si no los hubiera ayudado... ¡si no los hubiera ayudado! Ellos no hubieran ido a la preparatoria en primer lugar y el ahora no estuviera herido, y en camino al hospital.
— Um... —alargue nerviosa.—no soy muy buena pidiendo perdón pero lo siento. Lamento que estés tu ahí cuando yo debería ser al revés, yo debería estar ahí, muriendo; se que soy una estúpida y lo lamento, se que no estoy bien, y se que me viste llorar y bueno, no es que haya vivido cosas muy buenas, de echo me han pasado cosas que nadie soportaría ¿sabes? —continué mirando su rostro y sus ojos que permanecían cerrados. — Ahora vivo con mi tía y su esposo, odio vivir así, porqué no siento nada, solo siento dolor y tristeza. No estoy bien yo... bueno, yo — el auto se detuvo, parecía que habíamos llegado.
Bajaron la camilla con el chico, espere unos segundos viendo cómo lo bajaban de la ambulancia y se lo llevaban a algún lugar del hospital. Tome aire y fui detrás de ellos, la recepcionista me dijo que me quedara en la sala de espera, estuve horas esperando a que lo estabilizaran lo que me hacia pensar que era grave. La impaciencia me abrumaba, las diferentes ideas de que podía estar pasando con el me daban dolor de cabeza, no sabía si estaba bien o si al contrario, no pudieron hacer nada por el.

One Direction.

Ya habíamos hablado con los policías, Harry estaba exagerando pero no nos podíamos poner en contra de el. Fuimos a nuestro hotel, ya eran la 8:30 pm y Louis no había llegado .

— Chicos, estoy preocupado por Louis, todavía no ha llegado y nos dijo que volvería en un rato —comentó Niall acostado en el sofá preocupado.
— Niall, seguro que Louis se encontró con alguna chica guapa y debe estar disfrutando. —dijo Zayn en la cocina del hotel en el que se hospedaban, buscaba el pedazo de tarta que había dejado el dia anterior en la nevera. — ¿Quien cogio mi tarta? —pregunto el moreno con un tono de enojo aunque aun seguía buscando con la esperanza de que nadie la hubiera tomado.

— ¿Era tu tarta? —pregunto Harry desde el piso alfombrado de la sala, alzo la cabeza intentando ver a Zayn. — Pensé que era cortesía del hotel. —se excuso Harry con una sonrisa inocente. — Si te sirve de consuelo, pues estaba deliciosa.

— Harry, estas muerto. —dijo Zayn antes de echar a correr y tirarse encima del chico de cabello ondulado.

— Nooo. Zayn, Lou me hizo estos rizos con mucho amor. —gritaba debajo del moreno mientras intentaba quitárselo de encima. —Mi hermoso cabello. —lloriqueaba mientras Zayn le alborotaba el cabello con una cara de enojo muy tierna.

— Zayn, dejalo. —hablo Liam pasando cerca de ellos, estaba en su cuarto preparando una coreografía, quería darle una sorpresa a las fans en el proximo concierto. Se acercó a los dos chicos peleando, Zayn estaba acostado encima de Harry como castigo por comerse su torta, tomo a Zayn de los brazos y lo levanto. —Mejor ayúdame con la coreografía. —pidió tomando a Zayn de las manos y intentando bailar tango para luego soltarse y hacer algunos pasos más. Niall y Harry ahogaban un par de risas cada tanto mientras los veían bailar.


Ambar.

El doctor salio del cuarto en el que estaba el chico, estaba sentada en el piso con la cabeza apoyada en mis rodillas, estaba desesperada, no sabia que habia pasado con el. Vi al doctor caminar hacia la recepción, me levante rápidamente al verlo hablar con la recepcionista y camine hacia el.
— Doctor ¿como esta?—pregunte mirándolo fijamente, tenia miedo de que hubiera salido mal.
— Pues muy bien ¿y tu como estas? —contestó con una sonrisa.
— No, doctor. No le preguntaba por usted me refería al chico que trajo la ambulancia, cabello castaño, ojos azul grisáceo, un poco bajito. —explique sintiendo dificultad para respirar por la ansiedad que le producía no saber si el chico estaba bien.
— Oh, el señor Louis Tomlinson. Bueno, el esta bien, esta estable, sufrió algunas contusiones y fracturas, tiene una fractura cervical y una fractura en la pierna derecha pero está bien. Está durmiendo en este momento, deje que descansara un poco, lo necesitaba. 
—¿Puedo ir a verlo?
— Claro, pero por favor, intenta que siga descansando o al menos que permanezca calmado. Esta en el cuarto 4
— Muchas gracias
Camine hacia el cuarto ahora mucho mas calmada gracias al diagnostico positivo del doctor.
— ¡Niña! Ven aquí. —oí la voz del doctor, voltee y regrese al lugar en el que estaba segundos antes.
—¿Si?
—¿Cómo te llamas?
— Me llamo Ambar, ¿porque?
— Es para el expediente del chico Louis Tomlinson
— Ah, bueno.
Entre al cuarto, el chico  tenia un yeso en el cuello y en la pierna, tenía un respirador y su ritmo cardíaco se veía estable. Camine al otro lado del cuarto y me senté en un sillón al lado de la cama, lo observe unos segundos. No lo podía creer un chico rico y famoso arriesgando su vida por una chica de clase media con tantos miedos y tristezas como yo, era lo mas imposible que había visto en toda mi vida. Era como en la películas, donde el chico se arriesgaba por la chica a la que quería, por amor pero el problema aquí era que nosotros no estábamos enamorados, ni nos conocíamos, eramos dos personas completamente diferentes .


Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora