Las personas pierden personas, el dolor es inevitable, tan inevitable como el amor.
Hay elecciones que hacer y estos dos chicos no me la harán tan fácil, huir esta vez no es una opción.
"- Tienes que elegir, Ámbar. No estarán ahí para siempre...
Lo veo confundida, se supone que estaría dormido, traga saliva. — Estabas... Estabas dormido — digo frunciendo el ceño.
— Lo siento, yo... desperté y te escuche pero no quise ponerte nerviosa mirándote —contesta apretando los labios.
—Esta bien, — resople haciendo una pequeña sonrisa cerrada. — de todos modos tenia que decírtelo.
— Lamento todo, de verdad, no puedo creer que esto pueda pasar.— baja la mirada y aprieta los dientes. — Esta bien... — suspiro y lo miro.— No es tu culpa, no es de nadie mas que de esos desgraciados y mia.
— Ámbar... no deberías culparte por eso. No podías hacer nada. —contesta negando con la cabeza con expresión preocupada.
— Louis, yo deje que eso pasara. — mis labios se entreabren, desvio la mirada de el.
— No pudiste hacer nada... —me ve y suspira. Me levanto y camino a la puerta para que no vea como se me cristalizan los ojos.— Ambar...
— No, déjalo Louis, no lo entiendes. —conteste mirando la puerta, lo escucho suspirar.
— No, Ambar, no lo puedo entender, se que debe de ser una gran carga pero no puedes seguir haciéndote eso. No es tu culpa, nada de eso lo fue.
—suelto un par de lagrimas aun mirando la puerta. — No puedo con eso pero no puedo evitarlo, es como si me persiguiera — voltee a verlo con unas cuantas lagrimas corriendo por mis mejillas.
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— Ven —aprieta los dientes, me acerco llorando. — Lo siento. — se sienta y me abraza. Después de un par de minutos estando así deje llorar, me separe de el y me limpie la cara luego de pronunciar un amable ''gracias''.
— Um... Oh, debo avisarle al doctor que despertaste —recuerdo pasando una mano por su cabello—
— No, no, no, estoy bien, no debes llamarlo.
— Pero debe venir a revisarte.
— Estoy bien, no tiene que revisarme nada.
—lo veo un momento y asiento.— Bien — me siento en el sillón de nuevo.
—Um, quería pedirte disculpas por golpear a tu amigo y también te quería decir que agradezco que me hayas salvado. Creo que no ha sido la mejor idea, salvar a una chica que no conoces. — dije tocando su pierna enyesada. — No fue una mala idea, esta bien, ahora te conozco y no creo que haya sido una mala idea. — contesta sonriendo.— Ademas Harry se merecía ese golpe — añade riendo, sonrió.— Alguien debía bajarle los humos, se pone muy dramático cuando se molesta.
El doctor entro pidiéndome salir para examinar a Louis, asentí y salí de la habitación. Luego de una hora de pasar de la sala de espera a la cafetería y luego de vuelta a esta, la recepcionista me dijo que el doctor había terminado y que podía entrar.
— Hola — dije solo audible para los dos, entre tomando asiento junto a el de nuevo. —¿Que dijo? ¿Dijo cuanto tiempo te quedaras?
— No exactamente, solo dijo que debo quedarme un tiempo aquí, un par de meses tal vez. — trague saliva con dificultad y baje la mirada. — El me dirá cuando puedo comenzar muletas y cuando comenzare con las terapias, debo ser paciente, todo ira bien.
— Lo siento, de verdad, no debiste tirarme al otro lado.
— No, no, esta bien, no es tu culpa. — negó con la cabeza repetidas veces.— ¿Sabes lo bueno de esto? — sonrió — Puedo estar en cama todo el día — dijo divertido aunque levemente preocupado, podía verlo en sus ojos, decía la verdad pero no estaba seguro del todo. —asiento mirándolo.
— Esta bien, supongo que... que esta bien. —acepto dudosa con la mirada baja— ¿Quieres un abrazo? —lo ve conectando miradas— Siempre he oído que un abrazo puede mejorar muchas cosas.—el asintió con una pequeña sonrisa. Me acerque a el con los brazos extendidos— Gracias... —murmure para luego darle un beso en la mejilla, aunque no fue lo que me hubiera gustado que fuera...solo eso, volteo su rostro haciendo que no fuera un beso en la mejilla, haciendo que no fuera nada sencillo desde ese momento.
