XVI. Enfermeria

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— Oh por dios, lo siento, de verdad lo siento. -Abrí mucho los ojos avergonzada, me tape la boca sorprendida, lo ayude a levantarse.— De verdad lo siento.

—  Esta... esta bien, no te preocupes, no paso nada. — negó con una mueca, quite su mano de su frente la cual estaba sangrando.

— No, no esta bien, estas sangrando. Vamos, te llevare a la enfermería, espera un momento — me aleje un poco de el y corrí hacia el profesor.—  Tengo que llevar a la enfermería a mi amigo, su frente esta sangrando y necesita ir, por favor. — asentí con una pequeña sonrisa agradeciendo al escuchar el ''Esta bien, llévalo, pero no demoren mucho.'', corrí de vuelta con Alex y lo guié hasta la enfermería. Isabelle lo atendió en seguida sentándolo para que estuviera mas cómodo.

—  Gracias — contesto mientras Isabelle limpiaba la herida. Suelto una pequeña carcajada.

— De verdad me dices gracias después de que yo fui la que cause todo esto

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— De verdad me dices gracias después de que yo fui la que cause todo esto. — negué ligeramente divertida, el se encogió de hombros con una sonrisa, al igual que el le respondí con una sonrisa divertida. —  Um, Srta Bower, ¿necesita que la ayude en algo? 

— No, tu podrías volver a tu clase —  asentí y me despedí de Alex con la mano.

— Te veré después de clases, adiós. — sonreí saliendo del cuarto y corriendo a mi clase de nuevo, me metí en el juego y jugamos hasta que se acabo la clase, el marcador favoreció a mi equipo, 7 a 5, todas volvimos a los vestidores, me di un baño y me volví a poner mi ropa. Era hora del receso, por lo que Abril y yo caminamos a la enfermería a ver a Alex. El nos vio al entrar por lo que en seguida se levanto de la camilla, se puso su camisa y camino hacia nosotras saliendo de la enfermería luego de agradecerle a Isabelle.

Caminamos a la cafetería, Marta, la mujer que trabajaba de cocinera ahí siempre tenia los mejores platos para nosotros, varias veces la ayudamos con la comida por lo que estar tanto tiempo con ella nos hizo quererla y hacernos amigas, era muy amigable. Al rato debía hablar con el Sr. Rodriguez, tal vez podía ayudarlo antes de terminar el receso, en realidad era buena idea, de repente tenia esa necesidad de ayudarlo, me agradaba, era en realidad muy amigable y en todos estos años en esa escuela nunca lo había notado, creo que tal vez nadie en esa escuela alguna vez lo había notado, trabajaba muy duro para que tuviéramos todo limpio y ordenado, y nadie nunca había dicho un simple ''gracias''. A veces no notamos a las personas que hacen mucho por nosotros por estar pensando en nuestra propia vida, hay personas fuera del pequeño mundo que tenemos en la mente que hacen demasiado y nadie jamas los nota, es algo triste. 



Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora