XXI. ¡Eso no ayuda en nada!

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Sentí como volvía a tomar mi brazo  e intentar voltearme hacia el.

—  Por favor ven, vamos a hablar, solo necesito pedirte disculpas. — resople y volví a soltarme.

— No quiero tus malditas disculpas, no quiero nada de ustedes —dije alto enojada caminando de espaldas viéndolo, negué bajando la mirada, mordí mi labio — Ya no —susurre voltean dome y seguí caminando. — Puedes quedarte tus disculpas —suspire, me detuve y voltee viéndolo enojada   — ¿Y sabes que? Dile a Louis que puede irse a la mierda, no soy su maldita caridad, que me deje en paz. —apreté los dientes negando y comencé a caminar mas rápido. Llegue en un par de minutos al apartamento, fui inmediatamente a mi cuarto a cambiarme, voltee al escuchar la voz de Susan preguntarme donde había estado. — Estaba ayudando al conserje de la escuela, el Sr. Rodriguez —ella asintió y se fue luego de terminar la conversación con un '' Apresúrate, llegaras tarde a tu clase''. Me cambie y salí con mis cosas en otra mochila, busque en la nevera algo para comer en el camino, tome mis llaves y salí del apartamento rápidamente.

— Ambar — voltee y me detuve al escuchar mi nombre, fruncí el ceño al ver a Alex llamarme. —  Necesito decirte algo, ¿podemos hablar? — contesto, parecía nervioso lo que me extraño mas.

— Ahora no puedo, tengo que llegar a clase, ¿puede ser mas tarde? —ladeo la cabeza retrocediendo un par de pasos esperando un ''claro'' de su parte, pero nego.

—  No, debo decirte ahora, te acompaño —cerro la puerta y se acerco a mi, asentí y comencé a caminar apresurada con el detrás intentando seguirme el paso

— Y dime, ¿que pasa? — voltee a verlo saliendo del edificio, el soltó un suspiro.

— Susan me contó lo de tu familia — soltó, me detuve de inmediato y voltee a verlo abriendo mucho los ojos ligeramente sorprendida, el se acerco un par de pasos hacia mi e inmediatamente me aleje el mismo numero, en serio no podía creer que todo estuviera sucediendo en un día, al parecer todos sabían ahora el gran secreto que quería mantener oculto toda mi vida. — Lo siento de verdad, lamento que tu familia haya muerto de esa forma — volvió a intentar acercarse para abrazarme, tan pronto como trato de tocarme retrocedí alejándome de el, negué poniendo mis manos delante señalando que se detuviera.

— No me toques — conteste bajo, intentaba procesarlo todo, esto era importante para mi, quería mantenerlo oculto por una razón, ¿porque no podían respetar eso?

— No me toques — conteste bajo, intentaba procesarlo todo, esto era importante para mi, quería mantenerlo oculto por una razón, ¿porque no podían respetar eso?

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— Yo... solo intento ayudar. Se que es duro, de verdad lo siento mucho — siguió, subí la mirada, tenia los ojos cristalizados, ¿como puede hablar así? No lo soporto, no soporto nada de esto.

— ¿Porque? — grite enojada con lo ojos cristalizados, era mi secreto, no estaba bien, nada estaba bien. —  ¿Porque todos se disculpan? ¿Porque creen que van a arreglar algo con solo decir ''Lo siento'' ''Lamento que tu familia haya muerto''? — trague saliva con un nudo en la garganta, sentía que se me revolvía el estomago y el aire me faltaba, sentí como se me comenzaban a salir las lagrimas, volví a negar y me voltee para luego seguir caminando aunque aun mas rápido, ya no quería escucharlo, no quería escuchar a mas nadie disculparse, no mas disculpas.

— Tal vez no pueda arreglar mucho pero aun así esta bien — dijo alto, suspiro.

— Si no puede arreglar nada entonces ¿de que sirve? — seguí caminando, no voltearía, no lo vería, esto era suficiente para mi, solo necesitaba alejarme.

— Aun así esta bien — soltó de nuevo, niego apretando los dientes.

— ¡No esta bien! ¡Nada esta bien! — grite negando, trague saliva desviando la mirada del suelo. No importaba cuantas cosas tenia que decirme o quería decirme, no iba a escucharlo, no quería hacerlo. Seguí con mi camino, no escuche una palabra mas lo que me tranquilizo un poco. Llegue al gimnasio, me acerque inmediatamente al entrador apenas deje mi mochila en mi locker.

 — Llegaste temprano —mostró una sonrisa cerrada, resople asintiendo. —  Vamos, tenemos trabajo que hacer  — comenzó a caminar, lo seguí viendo a un par de chicos peleando en el ring, sonreí saludando a varios chicos, la mayoría ahí me conocía, llevaba un par de años ahí me llevo hasta un saco de boxeo, hoy lucharía con un chico, seria mi primera vez en el ring, estaba algo emocionada, aunque después de todo lo sucedido antes de llegar aquí no tanto, suspire cubriendo mis manos y luego poniéndome los guantes de boxeo, comencé a golpear el saco descargando toda mi ira contra este.


Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora