XII. ¿Quien te crees?

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— Adivina... — dije con una sonrisa entrando, las palabras quedaron en el aire al ver a sus amigos de antes, traga saliva no entendiendo que hacían ahí, dirigió su mirada a el y luego a su amigo de ojos verdes, el cual la veía sorprendido, frunció el ceño con expresión enojada. Dirigí mi mirada de nuevo a Louis que permanecía mirándola, apreté ligeramente los dientes. —  Permiso — murmure caminando hacia mi mochila junto al sofá en el que estaban sentados dos de los chicos. 

— ¿Que mierda haces tu aquí? — pregunto el chico de ojos verdes  viéndome y luego a Louis. Apreté los dientes irritada y molesta.

— Mira — me detuve y voltee viéndolo a los ojos enojada—  Yo estaba acompañando a su amigo, porque según recuerdo ninguno de ustedes se apareció ayer preguntando por el

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— Mira — me detuve y voltee viéndolo a los ojos enojada—  Yo estaba acompañando a su amigo, porque según recuerdo ninguno de ustedes se apareció ayer preguntando por el. Así que me quede cuidándolo, simplemente estando con el, creo que la pregunta aquí seria ¿porque están aquí después de un día? —alza ligeramente las cejas, el se queda un momento callado. — Si, eso creí. Ahora, no tengo tiempo para tus insultos, así que ahorratelos. —tome mi mochila colgandomela al hombro y camine de vuelta a la puerta, sentí como me detenía tomándome del hombro, voltee viéndolo un poco sorprendida por la brusquedad.— ¿Que? —dije alto al borde de mi paciencia.

— No te iras — declaro viéndome, lo mire desafiante, asiente.

— ¿Eso crees? Mírame — lo ve fría y voltea de nuevo caminando a la puerta haciendo que me cortara el paso a la puerta poniéndose delante, apreté los dientes enojada.

—  No te iras — repitió decidido, trague saliva viéndolo.

— Déjame pasar — pedí amablemente intentando no tener mas problemas con el, el podía demandarla por agresión, de verdad no quería causar problemas.

— No, resulta que ya me callaste una vez, eso no volverá a pasar. — sube la mirada viéndolo, frunce ligeramente el ceño, traga saliva. —  Creo que alguien estaría muy decepcionado de su hija si viera quien es, una loca y problemática chica, ¿no es así? — lo ve algo sorprendida, traga saliva haciendo una mueca.

  —  Te digo que me dejes pasar — dice exasperada intentando hacerlo a un lado para poder salir.

—  No, espera... No me digas que ya eres una decepción para tu familia y por eso intentas huir de lo que digo — sonríe triunfante. Sus ojos se cristalizan con la respiración agitada dándole una cachetada al borde de las lagrimas lo que hace que se haga a un lado tomando su mejilla roja por el golpe, niega enojada.

— ¿Quien eres para creer que puedes hablar sobre algo en mi vida? ¿Crees que simplemente por ser un maldito integrante de una banda puedes decir algo sobre mi vida? No sabes nada sobre mi .—abre la puerta y sale, tirando la puerta, las lagrimas comenzaron a desbordarse por mis mejillas, limpio mis mejillas rápidamente. Su mente seguía repitiendo las imágenes del peor día de su vida haciendo que las lagrimas corrieran a montones, sale corriendo del hospital, no  sabia a donde ir. Traga saliva viendo a todos lados y por instinto queriendo alejarse de todo comenzó a correr.

Seguia corriendo, estaba asustada, asustada de si misma, de su vida, de todo, el ruido la aturdía, los pensamientos en su cabeza que pasaban desenfrenados le daba escalofríos, quería ir a un lugar calmado, un lugar donde se sintiera segura, corrió al edificio donde trabajaba Jhon, iba ahí a veces cuando volvía de la escuela, Jhon la llevaba al trabajo con el, pero como en realidad no le interesaban las oficinas, subía a un lugar mas calmado y solo, la azotea. Entro al edificio dirigiéndose en seguida al elevador, espera que todos los demás se bajen en sus respectivos pisos y al fin llega a su lugar, la brisa fría choca contra su piel al salir del elevador lo que hace que sienta un escalofrió y se abrace a si misma, camino al barandal tomando con fuerza este, baja la mirada viendo la ciudad, las increíblemente ajetreadas carreteras y calles de Nueva York, observo la ciudad que nunca duerme hasta finalmente tranquilizarse, se sentó y se quedo dormida apoyando su cabeza en el barandal. Despertó luego de un par de horas, ya estaba anocheciendo, se levanto pasando una mano por su rostro, salio del edificio y se dirigió a su hogar. Entro a su departamento, saco su teléfono de su bolsillo y le mando un mensaje a Abril 

De: Ambar. Para: Abril  Hora: 19:06

"Lo siento, Abril, de verdad lamento haber quedado mal."

Saco una pera de la nevera, no estaba de humor para nada. Escucho la vibración de su celular en el mesón por lo que lo tomo rápidamente.

De: Abril. Para: Ambar  Hora: 19:08 

''¿Porque no viniste?''

De: Ambar. Para: Abril   Hora: 19:09

''Tuve un par de problemas con esos chicos de nuevo 😪'' 

De: Abril. Para: Ambar  Hora: 19:11

'' ¿Que paso? ''

De: Ambar. Para: Abril  Hora: 19:14

'' El chico de los ojos verdes...''

''Me insulto hablando de mis padres.''

De: Abril. Para: Ambar  Hora: 19:16

''De verdad lo siento mucho Ambar.😕''

''Esta bien, Brown me creyó, le dije que tu tía estaba en Urgencias, asi que esta bien.''

De: Ambar. Para: Abril  Hora: 19:19

''De verdad gracias, te debo una 💖''

De: Abril. Para: Ambar  Hora: 19:21

''No me debes nada. ¿Nos vemos mañana?😌'' 

De: Ambar. Para: Abril Hora: 19:19  

''Mañana 💕''

Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora