XIII. Están en todas partes.

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Desperté, el sol se filtraba por la ventana a través de la traslucida cortina azul, solté un leve gruñido, suspire y me senté acomodándome mejor en la cama, el recuerdo de la desilusión vino a mi mente, me levante y camine un momento por la casa, nadie se había levantado aun por lo que se sentía un ambiente tranquilo y silencioso, quería quitar ese recuerdo de mi cabeza, debería olvidar todo esto y seguir adelante con mi vida. Eran las 5 de la mañana, mire por la ventana de la sala, se podía ver el Central park y unos cuantos edificios, algo muy común pero el amanecer detrás de esos edificios era hermoso, no podía ser mas hermoso y ahí los vi, estaban ahí, mi familia, estaban en ese hermoso amanecer, los veía casi en todas partes, su recuerdo me atormentaba, odiaba con toda mi alma esa noche, odiaba a ese despreciable hombre, por mucho tiempo la ira me consumía, quería encontrarlo, quería acabar con el como el lo hizo conmigo, esperaba a que me encontrara, después de todo no puedes dejar un trabajo sin terminar, pero nunca paso, nunca vino por mi, nada paso así que luego de la ira solo quedo un gran vació.

Me aleje poco a poco de la ventana, trague saliva y camine a mi cuarto, iba a salir a caminar, siempre era la mejor forma de despejar mi mente. Debía caminar, debía respirar aire fresco, debía ver ese amanecer, hasta que el sol saliera completamente y los colores que se iban pintando a medida que el sol salia se desvanecieran. Camine y camine, no sabia a donde iba, no me importaba mucho la dirección, solo buscaba donde verlos. Camine de vuelta a casa frustrada, suspire entrando al apartamento, fui hasta mi cuarto a recoger mis cosas, me tense ligeramente al escuchar la vibración de mi teléfono, me había asustado, tome el teléfono rápidamente contestando la llamada de Abril.

—  ¿Hola?  —conteste soltando un resoplido.

— Hola Ambar. Llame para pedirte un favor, ¿puedes acompañarme hoy a clases?  Mi padre hoy no me llevara, tiene cosas que hacer y necesito compañía

— Esta bien, pasare por ti en veinte minutos 

—  Gracias 

—  De nada. Adiós — sonreí colgando la llamada. Salí de mi cuarto con mi mochila al hombro, tome una barra de chocolate que habia comprado hace un par de dias y una manzana de la cual tome un mordisco.

— ¿Estas lista Ambar? — volteo al escuchar la voz de Jhon.

— Umm, de hecho Jhon iré sola hoy, Abril quiere que la acompañe a clases, así que iremos caminando, pero gracias 

— Esta bien, pero tengan cuidado — sonreí y asentí. Sali del edificio a paso ligeramente apresurado. Abril me esperaba en los escalones de la entrada de su casa, sonrió al verme al igual que yo a ella

— Hola

— Hola — contesto con una sonrisa levantándose, seguimos caminando. —  Ambar, ¿que paso ayer? — susurro, apreté ligeramente los labios al escuchar la pregunta, suspire.

— Demasiadas cosas — suspire.— Prometo que te lo contare todo a la hora de la comida, ¿si?

— Esta bien

Entramos a la escuela, no había nadie aun, mordí mi labio algo confundida, saque mi teléfono viendo la hora, reí levemente.

— Son las 6 y media — reí de nuevo negando, no había mirado el reloj antes de salir, habíamos llegado demasiado temprano. Abril soltó una pequeña risa también

—  Bueno podemos caminar mientras me cuentas lo que paso ayer, ¿que mas tenemos que hacer?— suspire negando.

— Esta bien, te la contare mientras volvemos a mi casa, no hice la tarea y creo que tampoco tome los libros de hoy, ademas quiero un helado —trague saliva dando un par de pasos atrás esperando que se levantara de una de las sillas de la cafetería.

— Esta bien. — caminamos de vuelta a la entrada saliendo de la Institución.

— Bien — suspire volteando a verla ligeramente. — Al salir de aquí después del problema con ese chico de ojos verdes corrí hacia el Central Park, estaba enojada y solo quería alejarme de la escuela y al ver un par de patrullas que iban hacia la escuela me asuste un poco y no vi por donde iba, en ese momento un auto venia hacia mi, casi me atropellan pero al parecer Louis me iba siguiendo y me quito del camino antes del impacto, lo lleve al hospital y le conté —voltee a verla un momento y asentí ligeramente, ella sabia a que me refería con haberle contado.— ...todo, el fue muy tierno conmigo por lo que quise darle darle un beso en la mejilla al abrazarlo y nos besamos accidentalmente, lo cual fue un poco incomodo —suspiro y la veo un momento, me miraba sorprendida pero con una pequeña sonrisa en sus labios— Al día siguiente luego de desayunar, volví al cuarto y estaban ellos ahí, tuve una pequeña pelea con el chico ese de ojos verdes y me fui... Eso es todo—la vi, trague saliva, desvié la mirada recordando las palabras del chico.

  — Esta bien — la escuche decir y sentí su suave mano posarse en mi hombro y dar un pequeño hombro, me sonrió levemente, asentí

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  — Esta bien — la escuche decir y sentí su suave mano posarse en mi hombro y dar un pequeño hombro, me sonrió levemente, asentí.

—  Ahí hay una heladería — señale cambiando el tema al ver el local. Entramos.

Pain, tears and a promise | L. T. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora