Por contrato

8. CUIDAR

Si hubo alguna duda

El amor que me hace sentir

Me deja confiar

Él es seguridad 

...

Oh, oh, oh 

Yo cuidaré de ti

—Look after you. The Fray.

—Vamos a ver. Otra vez te preguntaré, y espero que seas totalmente sincero ¿vale? —dijo Guillermo a un lado de Valentin mientras caminaban por los pastizales—. ¿Tú estás en algo con el primo de Samuel?

—No, Guillermo —respondió una vez más el rubio, sonriendo bobamente—. Solo somos buenos amigos.

—No te creo. —Guillermo bufó cruzándose de brazos—. Mira tu cara, estás todo sonrisas y mejillas coloradas cada vez que lo menciono. ¿Acaso no confías en mí que no puedes decir la verdad?

Valentin borró la sonrisa, mordiendo su labio inferior.

—¿Por qué quieres que responda algo que no te gustará?

Guillermo chasqueó la lengua y pateó un piedra. Miró al francés con un deje de derrota.

—¿Eso quiere decir que sí tienen algo?

—No.

—¿Entonces no andan en nada? —Valentin rodó los ojos con cansancio.

—Además de ser buenos amigos, no. —Guillermo soltó un suspiro desde el fondo de sus pulmones, y ante eso Valentin frunció el entrecejo—. Ahora déjame preguntagte, ¿te molestaría que fuera verdad?

—Claro que sí. Me sentiría bastante incómodo y traicionado —contestó el pelinegro con obviedad, sin notar la mueca de desilusión de Valentin—. Además, tú planeabas casarte con una chica, sería bastante indignante que me salieras con que eres gay.

—¿Estás diciendo que si lo fuera no seríamos más amigos? —replicó el francés molesto de repente. Sabía que su amigo era homófobico, si es que lo venía viendo desde que tenían diez años.

—A ver, hombre, no. Te estoy diciendo que me molestaría bastante que me enterara recién ahora que tú tienes gustos diferentes, siendo que llevamos siendo amigos más de diez años, ¿entiendes? —aclaró, logrando que una mueca de sorpresa se instalara en el rostro del francés. Quizás estaba un poco equivocado.

—Sí... —Valentin corrió la mirada, sacando distraídamente una flor. Un semblante triste adornaba su rostro.

—Hey, no te pongas así. Sé que tú no serías tan mal amigo como para ocultarme secretos así de importantes. —Golpeó su hombro con fraternidad—. Anda ya, ¿una carrera hasta el manzano de allá? —desafió señalando el árbol a metros de distancia.

Valentin sonrió levemente y asintió, pensando que había cometido uno de los peores errores de su vida al no decirle a Guillermo desde un principio que él era homosexual.

—A la cuenta de uno, dos, ¡tres!

Samuel miraba atentamente como su padre explicaba la estrategia que deberían usar para defenderse del Reino de Dinamarca. Felipe a su lado aportaba con algunos comentarios sobre como podrían hacer un ataque sorpresa si es que llegaban a sus territorios, Raúl le contradecía diciendo que la guerra sería en mar y que necesitaban empezar desde ya a construir las embarcaciones, y el Rey de Noruega tan solo escuchaba viendo con desaprobación a Rubén quien casi y se dormía en el sofá del lugar. Se estaba arrepintiendo de haberlo traído.