Me gusta escribir sobre el amor, amo escribir y amo lo que conlleva amar. Pero el amor del que escribo ahora es el amor más precioso y único; no se iguala, no se extingue, no se contiene. Es el amor que nos abruma, que puede dejarnos en éxtasis, que fluye por nuestra alma y que nos da eternidad. No es un amor que cesa al escribir "fin" en una historia porque él no lo tiene; Dios no tiene fin.
"Contando estrellas", fragmento de Cielo Rojas.
Me atrae la moda, sin embargo, no soy muy fan de seguirla; soy más de esas chicas que innovan y buscan armar su propio estilo. Si miro los desfiles y compro varias revistas de tendencia es solo por curiosidad y pasatiempo. Me fascina recorrer las casas de telas y crear algo que nadie más lo tenga, salvo por mí. ¿Sabían que estoy algo loca? Las veces que salgo de compras imagino que la ropa y los zapatos me hablan... sí, como en esa famosa película. ¿Qué decirles? Mi estilo forma una parte ideal de mi vida. Soy de esas personas que piensan que tienes que sentirte cómoda con lo que usas. ¿Qué importa si te pones un vestido con tus zapatillas favoritas? O cuando usas más de una o dos veces a la semana, la misma blusa solo porque la amas. Dicen que la ropa te define y que es tu carta de presentación al mundo, ridículo, ¿no? No se confundan, cada uno tiene su estilo y es obvio que si ves a un chico está todo de negro, cubierto con tachas y aretes hasta en tobillo, ya lo vamos a tachar de gótico o algo parecido. A lo que me refiero, es que la ropa no define la manera en la que piensas y actúas, eso lo hace tu corazón. Tu corazón es la tendencia o la moda.
Por eso entré a esta universidad, una de las mejores en Francia. Quiero incentivar a más chicas a usar lo que quieran y sentirse libres. Que si el verde está de moda y justo no les gusta ese color, ¡no lo usen! Que si las plataformas están de moda y las detestan, ¡no las compren! Que si no mides un metro setenta y no tienes una cintura diminuta, ¡que no te importe! Lo natural es lo original. Todo el maquillaje, la ropa, y lo demás, es superficial y tapan lo que eres sinceramente si te obsesionas con ellos. La clave de todo es el equilibrio.
Todo iba más que bien; seguía con Priscila, mi mejor amiga del colegio y había conocido a un grupo nuevo de amigos que nos llevábamos de maravillas. Hasta que el cuarto día me confundí de salón de clases y lo conocí a él: Matías Ponce.
ESTÁS LEYENDO
Los versos de Cielo
Teen FictionHay veces que Cielo Rojas se pregunta por qué no escribió Orgullo y Prejuicio, pero la respuesta es clara: ella no es Jane Austen, no nació en Inglaterra y no considera que tiene un talento de tal magnitud. Sin embargo no puede evitar rodearse de Li...