Capítulo 14: Si Cielo estuviera aquí...

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Hay días en el que sueño llegar y que solo tengas ojos para mí

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Hay días en el que sueño llegar y que solo tengas ojos para mí.

Hay noches en el que sueño que sueñas por mí.

Hay sueños que irrumpes y no me dejas dormir.

Hay días que yo no existo...y eso soy para ti.

"Corazones desbordados", fragmento de Cielo Rojas.

Hace días y días que no dejo de pensar en una chica que jamás he visto

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Hace días y días que no dejo de pensar en una chica que jamás he visto. Es que me es imposible, no puedo evitarlo; sus versos me llevan a soñarla y sus palabras me sugieren encontrarla. Su prosa me envuelve por completo y es deliciosa la manera en la que se expresa. Durante estos dos meses no dejamos de enviarnos mensajes, solo aquella semana donde mi salud no lo ha permitido, sin embargo, ella me escribía todos los días lo mismo. Juro que pensé que estos pensamientos serían efímeros, pero resultó todo lo contrario: solo quiero ver a esa dulce poeta que ilumina mis días con cada una de sus rimas. Es tonto que te guste alguien por ese motivo, pero aquí me ven, ¿qué puedo hacer? Creo que solo esperar a que se dé la situación para conocernos en persona. Mientras tanto, no tocaré el tema con ella, deseo que sea el momento en que ambos nos sintamos verdaderamente preparados, y derribar ese muro de post its que nos separan.

Austin es la única persona que sabe de esto; se lo conté hace una semana atrás y no dejaba de sacar en cuestión el tema. Cuando estábamos en la habitación me decía que no le llevaría más de siete días en descubrir de quién se trataba, no obstante falló, porque al cumplirse el plazo, todavía no la ha descubierto. Pero tengo la necesidad de contárselo a Cielo, después de todo es con ella con quien paso más el tiempo, incluso más que con Austin. Ella es mi mejor amiga y debo decírselo.

Entonces me decido.

―Debo confesarte algo ―expreso después de separarnos de aquel cálido abrazo.

―¿Qué cosa? ―Toma el cartón de jugo y le da un sorbo.

―Hay una chica.

Cielo aparta los ojos del jugo de naranja y me mira fijamente.

Los versos de CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora