Ningún dolor dura para siempre.
Ten fe, nada puede desfallecerte.
Aunque no lo veas, Él siempre va a protegerte
"Contando estrellas", fragmento de Cielo Rojas.
Abro la puerta de casa y enseguida veo a mi abuelo saliendo de la cocina curioso por ver quién llegó. Sus ojos se abren de sorpresa al verme.
―¡Ah, petit-fils bien-aimé! ―(querido nieto) exclama feliz―. ¡Qué linda visita!
―Bonjour... ―Apenas siseo y me apresuro a llegar hasta él y abrazarlo. Me es inevitable y las lágrimas salen.
―Eh, ¿qué sucede, Kéven? ―pregunta preocupado.
―Es por Cielo... ella, la extraño y a mis amigas también ―Niego con la cabeza mordiéndome el labio para tratar de llorar más―. Fui un completo imbécil.
―Todos lo hemos sido alguna vez, Kéven ―Nos separamos―. Ven, vamos a la cocina que te prepararé un buen tazón de chocolate caliente y me cuentas todo. Como solía decir tu grand-mère...
―El chocolate caliente es una de las medicinas para el alma, pero la primera es Dios ―decimos al unísono.
A los diez minutos siento que regreso a la infancia, cuando mis abuelos nos preparaban a Ali y a mí chocolate con galletas de vainilla y tostadas con mantequilla, cada vez que los visitábamos. Con la diferencia que la silla frente a mí se encuentra vacía cuando debería estar ocupada por mi abuela Amelie enseñándonos español. Desde pequeño admiré el amor que ellos dos se tenían, al igual cuando veía a mis padres compartir alguna mirada o un "te amo" silencioso. Sí, fui testigo de algunas peleas entre ellos y muchas veces me entristecí, pero siempre salían a flote sucediera lo que sucediera. Me prometí a mí mismo encontrar a alguien a quien amar de esa manera, a alguien que necesite amar de esa manera.
Baudin coloca el tazón frente a mí con tostadas y mantequilla. Luego se sienta a mi lado y le da palmaditas a mi hombro. No dice nada, porque sabe que el único que debe hablar soy yo. Antes le doy un sorbo al tazón humeante y siento como el dulce y espeso chocolate se deshace en mi boca. Parece algo loco, pero me va reconfortando. Aunque no sé si el chocolate se lleva el crédito o si es la situación familiar en la que me estoy desenvolviendo. Pero ya es hora de hablar...
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Los versos de Cielo
Novela JuvenilHay veces que Cielo Rojas se pregunta por qué no escribió Orgullo y Prejuicio, pero la respuesta es clara: ella no es Jane Austen, no nació en Inglaterra y no considera que tiene un talento de tal magnitud. Sin embargo no puede evitar rodearse de Li...