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Se limpio el sudor de su frente por milésima vez en la mañana y volvio a coger la pala industrial para batir la mezcla de cemento, agua y arena con fuerza.

Harry era un muchacho responsable, se encargaba de mantener la casa junto con su madre y su hermana, los tres trabajaban para ayudarse unos a otros, él solo era un adolescente que a su edad debería dedicarse a estudiar y dar lo mejor de si mismo reflejando su esfuerzo en un alto promedio. Pero la realidad era otra, habia decidido remplazar los útiles escolares por herramientas de trabajo, en lugar de llegar a casa con tareas, llegaba con mezcla en su ropa, polvo en su cabello y un horrible cansancio del tamaño de su incontrolable hambre.

La vida de Harry era fácil aparentemente, tenía 17 años y los últimos dos de éstos, los vivio llevándose consigo el titulo de "albañil" para ayudar a su madre a pagar las deudas que su padre alcohólico les habia dejado al morir. Su hermana igual ayudaba pero no de la misma manera que Harry lo hacía, ella cambiaba de empleo seguido, razón para no tener sueldo fijo semanal, además de gastar la mayoría de éste en ella misma ¿pero que se le podía hacer? Le gustaba verse bonita y estaba en el derecho de gastarse en ella el dinero que ella se gano con su trabajo. Harry, por otro lado, sin una gota de egoismo en su sistema sanguíneo, daba todo su salario a su madre sin tomar un centavo antes, amaba a su madre y a su hermana y queria verlas felices siempre, asi que no discutia nunca con su hermana por no aportar a la casa y no discutia con su madre por cosas que simplemente era mejor callar.

--Ve a comer, Styles, debiste hacerlo hecho hace dos horas. --Interrumpio su jefe haciendo que paré de batir.
--No necesito comer, señor.
--Claro que lo necesitas, muchacho estúpido. --El hombre lo miro con el ceño fruncido, cualquiera pensaria que estaba muy molesto por su ronca y áspera voz haciendo juego con esa cara de pocos amigos que tenía, pero no, el asi era y ya, ese era su estado normal y Harry lo sabia. --Ve a comer, te deje comida en mi mochila, ya sé que nunca traes nada. --Harry sonrió agradecido y corrio a saciar esa insoportable necesidad de alimento que tenia incomodandolo desde hace horas.

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Rodó los ojos y esperando que el oficial de tránsito terminara su sermon sobre los excesos de velocidad antes de devolverle el permiso de conducir y entregarle la multa.

--Ya lo sé... --musito con fastidio haciendo que el hombre de chaleco fosforescente hiciera una mueca de disgusto.
--Entonces no lo vuelva hacer, joven, a ustedes se les hace facil y...
--¿Me puedo ir? --interrumpio con arrogancia en su cara, el hombre asintio dándose por vencido y Louis acelero pasándose las advertencias del oficial por el culo. --¡que me ponga las multas que quiera! Puedo hacer que lo corran si me da la gana. --Encendio la radio y subio el volumen lo suficiente para no escuchar sus propios pensamientos.

Louis, por el contrario de Harry, el si tiene una vida facil. Estudia arquitectura en el tecnológico de Monterrey, lejos de su familia que vive en Chihuahua, tenian una casa en Monterrey, pero la mayoria del tiempo estaba sola; sus padres mantienen todos sus gastos, desde el lujoso departamento donde vive con sus dos amigos, hasta la marihuana que los tres consumian de vez en cuando. No tiene muchas responsabilidades que cumplir, esta tan acostumbrado a obtener todo lo que quiere sin esfuerzo al grado de tomar la vida a la ligera, no cumple con tareas ni se preocupa por no graduarse, por que sabe que sus padres van "hablarlo" con los profesores, no tiene cuidado al conducir, por que cualquier daño que le ocurra a su auto, sus padres le compraran uno nuevo, no se cuida ni a si mismo, por que el siempre a dicho que tiene el dinero suficiente como para hacerse las cirugías que le de la gana hacerse, si tuviera un accidente, engordara demasiado o enfermara, lo que sea, para Louis todo se podía solucionar con dinero y nadie le dijo nunca lo contrario.

Harry y Louis, no se conocen ¿por que se conocerian? Harry vive en la miseria mientras Louis vuela alto, tan alto sobre esponjosas nuves de oro... pero todo lo que sube, tiene que bajar.

Pobre Mentiroso (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora