"Se tu misma, relájate".

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Mi nombre es Heather, soy una chica poco convencional para lo que la mayoría está a costumbrado a ver, desde pequeña me he caracterizado por mi gran madurez y rigidez moral. 

Mi vida se ha desarrollado mayormente en Carolina del Norte. Siempre he vivido la vida llena de límites impuestos por mí misma, podría decir que soy el manual de buenas costumbres y moral en vida a mis 18 años.

Todo esto lo podrían notar al verme a kilómetros, mi cabello liso escondiendo mis gigantescos rulos desordenados que lleve toda mi niñez hasta que conocí el alisado permanente, ya que no me gustaba llevarlo así, no me parecía correcto para mí. Mi ropa ordenada, sin arrugas. Obviamente sin escotes, nada que pudiera desconcentrar a la persona que estuviera frente a mi y que prestara plena atención.

Siempre tuve las mejores calificaciones, exigiéndome a mí misma dar un doscientos por ciento. Creo que no todo es malo respecto a eso, gane una beca para estudiar leyes en una prestigiada universidad en la cual entrare el próximo mes terminadas las vacaciones. Lo que siempre quise.

¿Realmente quería todo eso para mi vida?, siempre había querido estudiar leyes, era mi sueño. Pero nunca había pensado si quería seguir viviendo monótonamente como lo había hecho desde que tengo razón, de una manera poco afectiva, cosa que solo unos pocos amigos soportaban y entendían.

Una de ellas es Emily, mi mejor amiga, mano derecha. Ella sabía cómo era así que con los años de amistad nunca me recriminó el no ser afectuosa o decir las cosas sin pensar en herir a otros, brusca. Junto a Trey podía decir que éramos una especie de "Tres mosqueteros", ayudándonos uno al otro a sobrellevar la adolescencia y la escuela. Ya que se imaginaran que no era una chica por popular o querida.

Al contrario era uno más de los bichos raros perfectos para molestar por cualquiera que se sintiera superior, pero eso no hacía que bajara mi auto estima, se lo que soy y lo que valgo.

Siempre he pensado que sin contar a mis amigos, Mandy la bibliotecaria una mujer casada y con una vida completa, era la única que me tenía afecto, era una especie de abuela postiza la cual me ha enseñado mucho de la vida. Será lo que más extrañare del colegio, junto a los millones de libros claro.

¿Les hable de mi fascinación por los libros?, siempre que tenia o tengo algún problema recurro a uno de estos preciados mundos para escapar de la realidad. Ya que aunque no era una chica problema para mis padres, ellos siempre se preocupaban por mí y mi constante autocritica lo que generaba algunas discusiones respecto al daño que me podría causar a mí misma.

Si pudiera describir a mis padres en una palabra sería "Amor", mama siempre se ha caracterizado por ser muy melosa, creo que el educarme así provoco un efecto totalmente contrario a lo que tenía planeado, sé que en el fondo le dolía mi inferencia y mi poca empatía frente a ciertas situaciones que a cualquier persona "normal" le afectaría de una manera considerable, pienso que la frase que mas me ha dicho en toda mi vida es "Se tu misma, relájate". No se trataba de que a mí no me afectara nada, solo que nadie sabía mis más íntimos secretos respecto a mis sentimientos, enterrados bajo todas las cosas en mi cabeza.

Solo entendía una manera de ver la vida y esa era que nunca iba a terminar de mejorar, en el ámbito que sea. Lo competitivo corría por mis venas gracias a mi padre, Jack. Siempre había sido competitivo, pero en un buen sentido, solo por un juego limpio, su carrera lo exigía ser gerente de una de las más grandes empresas del estado, un equipo de futbol americano.

Lo sé, no sé qué le ve de divertido pero el siempre solía decirme que la pasión la encontrabas en cualquier parte, no importaba a que te dedicaras si lo hacías con pasión y dedicación serias feliz.

Espero que todos sus consejos sean suficiente para ser feliz, con mis logros familia y amigos. Aunque no lo demostrara muy seguido, los amaba y mucho. 

Now or Never ➳ j.b.Where stories live. Discover now