¿Fiesta? part. 2

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Tenía una rara sensación después de mi última relación, no me emocionaba salir a citar o conocer chicas con las cual proyectarme. Rosie, mi ex novia me había dejado hace poco más de un año y luego de ella solo había salido con un par de chicas que conocía en fiestas, nada importante.

Ella se fue a estudiar al extranjero, el primer año todo iba bien. Hasta que un día en una vídeo llamada me dejo diciéndome que había conocido a alguien, lo cual no me sorprendió de alguna manera lo veía venir tarde o temprano, de ella o de mí. Pero aun así dolió como la mierda la noticia.

Con ella conocí el amor, ese amor juvenil donde haces todo por primera vez. Maduramos juntos los dos años y medio que estuvimos en la relación, le debía a Rosie mi elección universitaria, es decir mi actual vida.

Ya no dolía su recuerdo, pero siempre estaría presente como mi primera chica. A los meses de haber terminado recibí una postal de roma donde salía ella, feliz y sonriente junto a una carta pidiéndome disculpas para cerrar el ciclo, no pensaba regresar a los estados unidos. 


Heather's POV:

El camino de vuelta a casa fue tranquilo, necesitaba un respiro de tanta gente así que me fui escuchando música hundiéndome en mi propio mundo gracias a mi nuevo libro.

Aun no me llegaba a casa y ya me arrepentía de haber comprado solo uno. Eran como agua para mi vida.

No me di cuenta en que momento comencé a pensar en Travis, tenía una rara sensación sobre él. Era simpático, amable, lindo más que lindo, pero un poco ¿odioso? ¿Hostigoso? No sé cuál sería la palabra correcta pero algo así me refiero.

Me prometí a mí misma que cuando lo volviera a ver sería más amable, de todas formas lo único que había hecho era ser amable conmigo y yo toda una perra, como siempre.

Comencé a divisar desde lejos la entrada al campus, pero me di cuenta que el auto no se detuvo para dejarnos a mí y a Jolie, si no que continuo su camino hasta llegar a la gran casa blanca donde vivía.

Bajamos y pude notar una mirada de complicidad entre todos, como si yo fuera la única que no entendía nada. Bueno no los culpo, tenía claro sus ideas pocas veces eran de mi agrado.

¿Qué hacen? –los tres idiotas se dirigían hacia la puerta llenos de bolsas riendo por algún chiste, idiotas como dije. –Tabatha no permite hombres en la casa.

Pero en la sala de estar si, así que mueve tu trasero. –aun me encontraba frente a la casa mirando con incredulidad lo que decía mi compañera de cuarto.

Al parecer mi amigo tenía el gran talento de agradarle a todos, decía que era por ser gay. En el fondo lo envidiaba, a él y a las chicas. Tenía a Tabatha riendo como loca con sus chistes.

Yo también quería ser así, con tan solo decir "Hola" tener la aprobación de la gente y ser catalogada como alguien simpática, sociable y hasta amiga de muchas personas. Pero rápidamente esos pensamientos se alejaban de mi auto convenciéndome que no necesitaba tales trivialidades para triunfar en los estudios.

Jolie y Emily subieron las escaleras murmurando cosas que no alcanzaba a escuchar mientras Tabatha le daba bocadillos a mi amigo.

Y yo ahí, en el sofá mirando la ventana mirando pasar a las personas junto a sus mascotas.

Heather, ¿puedes venir un momento, por favor? –la rubia cabeza de mi mejor amiga se asomaba desde el segundo piso, algo tramaba.

Era tanta la curiosidad, la media hora que había estado esperando se había sentido como un día completo. Subí corriendo de dos escalones para encontrar mi habitación hecha un desastre, ropa tirada por todos lados, zapatos obstruyendo el paso.

¿Qué rayos pasa aquí? –no había alcanzado de terminar mi pregunta cuando ambas me tomaron para entrar de lleno en la habitación.

Lo que pasa es que hoy saldremos. -¿acaso me estaban pidiendo permiso para eso?, no lo creo. –Y tu señorita mandona vendrás con nosotras.

Salté reclamando que no podían decidir por mí, pensaba estudiar en la noche o leer mi nuevo libro. Hacer cualquier cosa aburrida de mi vida aburrida como siempre, todo menos salir. Les di un discurso acerca de mis planes, pero nada parecía hacerlas cambiar de opinión.

Ya había salido a una fiesta, era suficiente por ese mes. Por ese año.

Pero claro, tenía que tener a las personas más tercas en mi vida, no habían pasado más de dos horas cuando ya me hallaba arreglada camino a fiesta de no sé quién en no sé dónde.

Miraba mi rostro en el espejo retrovisor una y otra vez tratando de acostumbrarme a mi imagen con maquillaje menos sutil que de costumbre. Cada cinco minutos bajaba el corto top que me habían hecho llevar esta noche, si no fuera por la chaqueta de jeans negra estaría perdida y avergonzada.

Deja de mirarte en el espejo, pequeña zorra –la sonrisa burlona de Trey me asechaba durante el camino.

Aparcamos el auto en la acera de una calle que no había visto nunca en mi vida. No tenía idea donde nos encontrábamos, solo sabía que era la casa de un conocido de un amigo de Trey, lo sé excelente.

¿Qué esperas para bajar? –me había quedado mirando mis zapatos altos tratando de descifrar como estabilizarme y no quedar en ridículo, para mi fortuna aprendía rápido.

Alcance a mis amigos entrando todos en la casa, habían chicos jugando en una mesa de pool, otros conversando en una improvisada barra mientras la música electrónica envolvía el ambiente y los presentes.

Emily y Trey comenzaron a saludar a todos como si fueran amigos de toda la vida, solo pude distinguir a algunos chicos que había visto antes en la ciudad.

Jolie me tomo del brazo para caminar hacia la barra llena de botellas con nombres extraños y colores aún más raros.

Aún que aun era bastante temprano todos se encontraban disfrutando, pero yo vi mi oportunidad para "disfrutar" a mi manera, un sofá individual se encontraba disponible, mientras que los otros estaban siendo ocupados casi como camas de motel.

Traté de ignorar la perturbante escena y me senté a tomar mi jugo de naranja. 

Ignoré la escena y comencé a tomar mi jugo de naranja mientras pasaban los minutos y Jolie bailaba con un chico. No tenía idea donde se habían metido mis otros dos acompañantes, aunque no sé si se les podía catalogar como tales ya que estaba sola y patéticamente sentada jugando con mi teléfono. 

Now or Never ➳ j.b.Where stories live. Discover now