Millones de preguntas pasaban por mi mente en el auto camino al campus donde me quedaría y pasaría los próximos años aprendiendo. Mis padres iban hablando delante de mí de lo emocionados y orgullosos que estaban, nunca los culpe por la vida que he llevado ya que tenía claro que las reglas las imponía yo sobre mi dura conducta. Realmente apreciaba todo lo que hacían por mí, quererme tal cual soy.
Mis pensamientos cesaron cuando noté que el auto se detuvo y vi que ya habíamos llegado.
Cariño por favor cuídate. Sabemos que eres responsable, pero llámanos todos los días. –Un sonoro beso de mi madre quedo en mi mejilla. Asentí y abrace a ambos antes de despedirme desde lejos agitando mi brazo mientras veía que el auto se hacía cada vez más pequeño. –Llama a la hora que necesites, para cualquier cosa. Por favor.
Estaba lista, desde hoy comenzaba un viaje nuevo. Uno en el cual el objetivo principal era conocerme a mí misma del cual no terminaría hasta estar conforme con el resultado y claro, destacarme en los estudios. Trate de tomar mis cuatro maletas, dos grandes y dos pequeñas. Era bastante complicado.
¿Hola?, ¿necesitas ayuda? –Voltee con esa voz y vi a un chico alto, moreno y de ojos verdes que me miraba atentamente en espera de una respuesta. Pero yo me había quedado fija mirando sus ojos, era bastante guapo. Estaba tan poco acostumbrada a ver ese tipo de gente, ya saben en la escuela solo hay gente normal, pero este parecía sacado de revista.
Uhm... No gracias, así estoy bien. –Sonreí un poco sonrojada para volver a mi problema con las maletas.
En serio no tengo problema en ayudarte con tus maletas, eres demasiado pequeña para sostenerlas todas al mismo tiempo. –Soltó una risa por lo bajo mientras se frotaba la nuca.
Sabes, está bien. Ayúdame. –Solo lo mire esperando que tomara las maletas para dirigirnos a la casa, era una hermosa casa blanca, llena de balcones. Me llamaba un poco la atención quien podría ser mi compañera de cuarto.
Veo que eres nueva, ¿Qué vienes a estudiar? –Preguntaba mientras llevaba mis maletas grandes.
Leyes. –Me arrepentí al segundo de decir eso tan bruscamente. Había olvidado mi nueva yo sociable.
¿Nuevo yo?, claro que no, estudio economía estoy cursando el tercer semestre. Además de estar en el comité de bienvenida para todos los novatos. Así que anda con cuidado, puedes toparte con alguna de las bromas de iniciación.–Río maliciosamente mientras veía como giraba mis ojos.
¿Economía? –Deje ver mi asombro.
Uhm... Si, ¿acaso me veo como un chico sin cerebro? –Noté un tono de preocupación.
Negué con la cabeza. –N-no, solo que es muy buena carrera. –Sonreí para cortar con la tensión.
Creo que hasta aquí está bien que me acompañes. Gracias por tu ayuda. –Sonreí amablemente, estaba tratando ser lo más sociable posible.
No quiero que piensen que yo era una persona desagradable, sola que no se me da el entablar largas conversaciones con gente que no conozco. No me gustaría que alguien tuviera una opinión equivocada sobre mí por algo que dije, el no tener el control de ese tipo de situaciones me enloquecía por lo que prefería evitarlas.
De nada... Solo me gustaría saber el nombre de la chica de las maletas gigantes. -Me miro ansioso por una respuesta.
Mi nombre es Heather, Heather Collins. Un gusto. –Alce mi mano en señal de saludo.
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Now or Never ➳ j.b.
FanfictionHe pasado toda mi vida cumpliendo las reglas, siendo la hija modelo siempre teniendo presente el "que dirán si", pero basta. Es suficiente. Portada: @paolife