Now or Never ➳ j.b.

Preguntas

Heather's POV:

Cuando me encontraba subiendo las escaleras una mano me contuvo. Esta situación me hartaba.

–Así que te gusta ir a la cafetería–Travis con una expresión radiante me observaba–No es tan buen lugar, conozco mejores.

–A mí me gusta, sé que hacen las cosas con productos naturales. –logre distanciarme lo suficiente del como para tener control de la situación.

Siguió mi camino al ver que yo no me detendría a charlar–Te puedo enseñar otras mucho mejores. –una pícara mirada encendía sus ojos.

Divisé a mis compañeros sin prestarle mucha atención a lo que el chico decía, algo en él me ponía nerviosa –Por el momento no, gracias– terminé esas palabras y volteé para seguir mi camino.

–¿Conoces a Justin? –en ese momento logró captar mi interés y mi mirada.

Por tu expresión puedo decir que si –negó con la cabeza varias veces antes de continuar– Sabes que soy mejor que él, ¿no?

– ¿Acaso lo conoces? ¿Tienes idea por lo que pasa? Seguro no –hervía de rabia en ese instante, no discernía si era por lo que había dicho de Justin o por su actitud.

Reía por lo bajo negando con la cabeza –Sacando las garritas, me gusta. Más razones para invitarte a salir –tomo un mechón de mi cabello para dejarlo tras mi oreja.

–Si sigues así, ni la palabra de dirigiré. –si las miradas mataran, el ya estaría bajo tierra.

Vamos Heather, era solo una broma. Una mala broma. –su sonrisa de difumino y pude ver un dejo de preocupación en su frente.

–Hasta luego Travis, debo ir a clases. –gire sin mirar atrás rezando que no me detuviera; para mi suerte no lo hizo.

¿Cómo es que se conocían? ¿Por qué hablo así de Justin? ¿Eran amigos? Claramente no. Y la cuestión más trascendente ¿por qué lo defendí? Si escasamente lo conozco no debo irrumpir en las rencillas de chicos.

Por otra parte no podía concebir como este chico podría ser tan irritante y lindo a la vez, su comportamiento cambiaba demasiado para mi gusto.

Seguí mi camino a clases al encuentro con mis compañeros teniendo un día parcialmente normal. Las preguntas rondaban en mi cabeza; yendo y viniendo. Y la única conclusión que conseguía era que no debió hablar así, no puede andar por la vida opinando mal de las personas.

Llegue a casa después de una agotadora jornada. Jolie no se encontraba en casa por lo que decidí salir a trotar.

Tomé unos leggings deportivos negros Nike y una sudadera gris. Junto a mis audífonos claro, eso no podía faltar.

Troté exactamente una hora antes de recibir una llamada.

"Llamada entrante de mamá", deslice la opción para responder.

Se oían sonidos extraños, como de video juegos– ¿Si? –

Pero finalmente fue la voz de mamá la que traspasó por el aparato– Cariño mi amor bebé, ¿cómo has estado? –

Sabía que no miraba, podía rodar los ojos con total libertad –Mamá no hables así. –

Su juguetona risa me lleno por completo– Es que te extraño tanto, espero que pronto tengas un fin de semana largo.–

Recordé el momento en que el maestro platicó de un receso por temas administrativos– Escuche a mis maestros explicar que un par de semanas tendríamos uno, estaré en casa.–

Me parece perfecto –fue interrumpida por los gritos de mi hermano celebrando una victoria seguramente– Recuerda avisar para que te vayamos a buscar con papá.

Por un momento pensé haber oído mal –Madre, ¿no crees que ya estoy grande para eso? –pero luego me di cuenta que no.

–Si, pero perderías mucho tiempo viajando. No quiero desperdiciar nada. –podía imaginar su rostro de preocupación, demasiado sentimental para mi gusto.

– Ok, debo irme. Saludos a papá. –espere su respuesta antes de cortar la llamada.

– Adiós mi Heathie. –siempre tan amorosa. A veces extrañaba eso, luego recordaba lo melosa que se ponía y lo olvidaba. 

Volví a casa con un trote lento, tarareando en mi mente la canción del reproductor.

Un batido de frutas era perfecto para ese momento.

–¿Dónde estabas? –Jolie se asomaba por el blanco marco de la cocina.

–Salí a trotar –observe como se incorporaba para posar el peso de su cuerpo en la cubierta de mármol.

–Pero algo te pasa –tomo un vaso para servir un poco de la mezcla –te conozco ya. Así que puedes decirme que te trae preocupada o molesta. –

–Uhm... cuando termines de tomar eso te contaré. Subiré a ducharme ¿si? –guarde el vaso que había utilizado en un estante superior; guiada siempre por la curiosa mirada de la pelinegra.

Salí cepillando mi húmedo cabello por el puerta de nuestro baño personal. Jolie aclaraba fuertemente su garganta esperando respuestas; y así fue. Le conté un resumen de la situación de hoy.

–Si quieres lo averiguamos –tomo su computadora portátil entre sus piernas –sabes que hoy en día todo está en internet y para eso me tienes a mí.

–¡No! Claro que no. –me alarmé al escuchar el sonido de las teclas chocando.

Gracias al cielo ese sonido paró –Bueno, hazlo a la antigua y tárdate el doble. –

–¿A la antigua? –arqué las cejas sin entender su mensaje.

Jolie rodó los ojos como si fuera obvia la respuesta–Preguntándole directamente a él. –

¿Acaso se había vuelto loca?

–Claro que no, no puedo llegar y preguntarle. Pero tampoco quiero quedarme con la duda –tenía la mirada perdida mientras Jolie seguía dándome opciones.

–Busca el momento indicado entonces o solo espera a que él te cuente. ¿Ya son amigos no? –note como sus cejas iban subiendo y bajando insinuando algo.

Negué prontamente con la cabeza –¿Amigos? No, claro que no. Yo no ando por la vida llamado amigos a cualquier persona. –

–Eso me lastimó Heather. –llevó ambas mano hacia su pecho fingiendo dolor.

Reí levemente por su pésima actuación–No lo digo por ti, sabes que si tengo un poco de consideración y hasta podría decir estima hacia ti.