Hoy tendría clases más tarde por lo que Jolie se levantó primero. Ignoraba si había percibido que me encontraba despierta ya que estaba oculta completamente por las telas de mi cama acurrucada viendo por la ventana, sería un día helado.
Mis pensamientos fluyeron, sobre todo pensando en el libro que estaba ojeando, una novela de misterio. A lo lejos escuché la puerta cerrarse, espere un momento para estar segura de que me hallaba sola, no quería una pelea comenzando el día.
Me deslice por la litera para tomar una cálida ducha, humecté y seque mi cuerpo para introducirme en mis vaqueros de color azul oscuro, junto a una polera bajo un grueso suéter, estos últimos eran mi debilidad.
Le di los cuidados necesarios a mi cabello, aun no me preocupaba por mi alisado ya que me lo había hecho antes de venir a estudiar. Me maquille sutilmente como me gustaba, antes de tomar un saco y mi bolso.
Buenos días pequeña. –Nuevamente como todas las mañanas Tabatha se encontraba examinando el periódico en la mesa de la cocina.
Buenos días para usted. –Abrí la nevera para sacar la cartón de leche, introduje un par de rebanas de pan en el tostador para luego notar como saltaban suavemente en él.
Observe el clima, esperaría un momento antes de irme haciendo tiempo mientras desayunaba una manzana para finalizar mi primera comida.
Incluso en ese tema era estricta, no me gustaba comer a deshoras o desbordadamente. Además de no soportar la comida chatarra salada, de tan solo pensar de hamburguesas o hotdogs se me revolvía el estómago.
Pasada una hora ya me encontraba sentada esperando la clase, estaba emocionada por los rumores que había escuchado, según los de años superiores este era un de los mejores profesores.
Escuche atenta cada palabra, tomando apuntes. No tuve la necesidad de hacer preguntas, explicaba todo muy bien. Los rumores eran ciertos, era un excelente docente.
La clase finalizó y naturalmente todos se esfumaron de la sala, solo un grupo se quedaba ahí riendo muy fuerte, entre ellos estaba el chico con el que había chocado antes.
Me dispuse a salir, pero la voz de alguien me detuvo. – ¡Hey, tú la de pelo liso!
¿Acaso me hablaba a mi? Estudie la situación concluyendo que se dirigía a mí, a esas alturas no había nadie mas en el salón.
¿Yo? –Mire incrédula la situación, ¿acaso me había hablado a mi?
Si bonita a quien más. –Una luminosa sonrisa brotó de su rostro. –¿Quieres venir con nosotros a comer algo, a pasar el rato?
¿Qué les diría? Estaba habituada a decir que no a las pocas veces que me incluían en algo que no fuera con mis amigos. –Claro. –Había aceptado a su invitación, quedaba una hora y media al menos para la próxima clase. Además, tenía que pensar que haría cuando hicieran trabajos grupales, ya no estaban mis amigos para hacerlo. Porque seguramente si ellos no hubieran sido aplicados en la escuela no hubieran sido mis amigos, menos para los trabajos.
Sé que sonaba crudo, pero las calificaciones eran y son algo importante para mí.
Salimos del aula para ir por algo de comer, era un grupo de tres chicos, dos hombres y una mujer. Los cuales se acercaron para salir cambiando a la salida de la facultad.
Mi teléfono comenzó a vibrar "Llamada entrante de Trey", observe por un momento la imagen de mi amigo sonriente en la pantalla antes de contestar mientras me apartaba un momento del resto. – ¿Bueno?
¿Cómo está mi Heathie favorita? –Esa voz, siempre animada.
Gruñí al escuchar mi nombre. –Sabes que no me gusta que me llamen así. Además soy la única Heather que conoces.
–Perdóname, puedo imaginar tu cara de pocos amigos en estos momentos. –una risita juguetona se escuchó. –Bueno te llamo para avisarte que iré a visitarte con Emily el sábado, te aviso con anticipación porque sé que no te gustan las sorpresas y ya me imagino que estas estudiando.
Me parece bien, así puedo organizar mis lecturas antes de que vengan. –me haría bien estar con ellos para sentirme en casa, aunque no lo digiera o no lo demostrara, extrañaba mi vida.
Adiós bebé, ya debo irme. –El sonido de sus labios lanzando un beso, demasiado sonoro para mi gusto, se dejó escuchar.
Me limite a responder su despedida antes de guardar mi móvil.
En todo ese tiempo no noté que el chico estaba escuchando atento nuestra conversación mientras seguíamos caminando en dirección al local.
No sé si el chico que te llamo era tu novio, pero era muy guapo. –Esbozó una gran sonrisa. –Buen gusto.
No podía procesar lo que había dicho, nunca me habían vinculado amorosamente a Trey, era absurdo. – ¿Mi novio? Oh no, no. Es mi mejor amigo.
Su contemplación y su sonrisa triunfante podrían decir muchas cosas, no sabía si era por mi o por mi amigo. Pero si mis conjeturas eran correctas, era por mi amigo.
Otro de los chicos del grupo nos llamó la atención con un grito para que ingresáramos al café al cual ya estaba frente a nosotros, nos dirigimos a una mesa para cuatro dentro de la cafetería.
Me deje llevar por mis pensamientos sobre mi amigo sin recordar que podía encontrarme a Justin, pero bueno ¿qué importaba? Era solo un chico que trabajaba aquí, solo eso.
Buenas, ¿qué desean ordenar? –Una femenina voz llamo la atención de todos quienes mirábamos la no muy extensa carta de alimentos. Obviamente ya sabía lo que quiera, siempre lo sabía.
Yo quiero un muffin de chocolate y una malteada, por favor. –Le entregue la carta para poder disfrutar de la vista, una hermosa panorámica del lugar podía observar, mientras a lo lejos escuchaba el murmullo de mis compañeros tratando de elegir algo.
Observe a la joven alejarse en busca de nuestra orden.
Uno de los muchachos aclaró su garganta para luego observarme. –Y bueno... ¿Cuál es tu nombre? –sus ojos de un color marrón oscuro esperaban atentos posados en mi persona haciéndome sentir diminuta.
Heather Collins –logré esbozar algunas palabras. – ¿Y los suyos?
El mío es Theo. –El mismo chico respondía a mi interrogante sin despegar su pesada mirada sobre mi, mientras yo observaba su rostro perfectamente simétrico con una mandíbula ancha y una nariz respingada. Me hacia recordar a un personaje de uno de los tantos libros que he leído.
Aunque una voz aligeró el ambiente. –Mi nombre es Rebecca. –La chica se presentó con una sonrisa de oreja a oreja, era como decirlo... entusiasta para expresarse.
La última voz se hizo escuchar en la mesa. –Yo soy Cooper, para que le digas a tu amigo. –Dichas esas palabras me guiño uno de sus ojos.
Asentí tratando de recordar sus nombres, algo no muy difícil para mi. Pero en ese instante si lo era, una parte de mis pensamientos hacia miles de preguntas a la vez ¿Y Justin? ¿Por qué no está? ¿Acaso ya no trabajaba aquí?
YOU ARE READING
Now or Never ➳ j.b.
FanfictionHe pasado toda mi vida cumpliendo las reglas, siendo la hija modelo siempre teniendo presente el "que dirán si", pero basta. Es suficiente. Portada: @paolife