Larga espera

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Justin's POV:

Subí al auto dejando los bocadillos que mamá había preparado para el viaje al hospital.

Viaje, que según ella, representaba lo loco que me encontraba por Heather.

Cosa que es totalmente incorrecta; más bien imposible.

Imposible era la misma Heather y tener algo con ella. Es decir, es tres años menor que yo, tres años menor en experiencias... en vaya, demasiadas cosas. Esa Heather fría y distante, que no tiene mayor interacción con quienes la rodean formando muros a su alrededor. Esa misma Heather que se tuvo que enfrentar algo tan terrible como un accidente para recapacitar y darse cuenta que posee un corazón tan cálido como el de cualquier humano promedio, que lucha por amar y cambiar para disfrutar de las cosas de la vida. Esa que a los minutos hablando ya no evita sonreír con las estupideces que digo, esa que me fulmina con la mirada cada vez que puede.

Esa... esa Heather.

Mi mente estaba hecha un lío; uno que solo podía solucionar la música a todo volumen por la autopista.

No me detuve en ningún momento para ahorrar tiempo y llegar lo antes posible. Luego de haber escuchado a Heather llorar por el móvil me hacía querer aparecer en un segundo a su lado; era la misma sensación con Eleanor.

Quería y necesitaba protegerla.

¿Por qué? Claro, porque es mi amiga. Una reciente, pero una chica buena.

Luego de un agotador trayecto me encontraba aparcando el auto en uno de los lugares más próximos a la entrada.

Lo primero que noté fue una delgada figura con los brazos rodeando su propio cuerpo.

Que débil se ve, pensé.

Miraba una y otra vez su reloj de muñeca sin notar mi presencia acercándome.

Sus ojos brillaron como dos grandes luceros, así tal cual los de una niña ilusionada –Realmente viniste–

Tome su rostro con ambas manos para dejar un beso en su mejilla –Claro, te dije que lo haría. –

–No era necesario Justin. –como era de costumbre comenzaba a jugar con la tela de las mangas de su suéter.

Ignoré su ultimo comentario cambiando el tema – ¿Has comido algo? –

–Uhm... no, la verdad no tengo apetito. –aparto un mechón de cabello que caía por su rostro entorpeciendo su vista.

–Pues iremos a comer. Y no es una pregunta. –la guíe tomándole la mano. Porque ya saben, es Heather Collins, la persona más testaruda que ha pisado el planeta Tierra.

Sostuvimos la mirada el otro por algunos segundos antes de que rodara sus ojos con un "Está bien".

No me detuve hasta leer el gran cartel que anunciaba que nos encontrábamos en la cafetería.

Luego de pedir cosas que sabía que no tendría tan mal sabor para ser una cafetería de hospital tomamos asiento en una mesa que daba directo hacía la calle, dejando ver tras aquellos ventanales la vista de gran parte de la cuidad.
                   
–Entonces... tu hermano despertó y a tu madre hoy le realizan exámenes. –le respondí resumiendo todo lo que me había contado en la fila de la cafetería. Era mucho por asimilar.

Se suponía que apenas tenía apetito, pero no despegaba la vista de la comida –Así es–logró pronunciar con la boca llena.
                    
–Saldrá todo bien, así será. –esperaba que la seguridad en mi voz pudiera transmitirse.

–Eso espero. –dijo mirando la cuidad moverse a paso acelerado por aquel ventanal. Era una postal bastante melancólica.

No me gustaba verla así, con la mirada perdida. Perdida en sus pensamientos que seguramente eran de lo más realistas y pesimistas. –Termina todo tu emparedado–

–Si papá– respondió en un tono burlón, a lo que yo estalle en risa al escucharle decir eso – ¿Qué acaso solo tú puedes hacer broma?–dijo enarcando las cejas.

Eleve mis manos al pecho rindiéndome antes de cualquier ataque –Es solo que no conocía a esa Heather –                  

–Es nueva –sus cejas se insinuaban de una manera aún más graciosa que en el tono en el que hablaba.

–Me gusta. –dije, haciendo que sus mejillas tomaran un color carmesí. Ese que tanto me agradaba observar.

Elevo la vista al escucharme decir eso, su cara era... era sorpresa pura. Quizás nadie la había tratado jamás. Una lástima siendo tan linda.

"Creo que a mi también", dijo antes de retirar la bandeja de la mesa.
                    
Su móvil sonando dio por terminada la conversación –Emily y Trey están por llegar, es mejor que esperemos en la entrada. –

–Claro. Iré al servicio de hombres.–dije antes de verla desaparecer por el elevador.

Heather's POV:            

¿Por qué era así?

Es decir, así de lindo, atento, preocupado. No lograba mantener la calma cuando Justin me observaba así como esta mañana. Es como si le causara cierta intriga mi persona, pero... claro no podría pasar eso. Ni en mis mejores sueños.

Agradecía enormemente que estuviera en estos momentos, me faltaría tiempo para hacerlo. Así que empezar con algunas bromas lo vi como lo más indicado.

De la misma manera que Trey, pero con la diferencia de que este último no hacía que mis mejillas estallaran en mil colores cada vez que lo descubría observándome.

Seguro es porque Trey es gay, sé que no tengo oportunidad a la más mínima confusión. Cosa que es muy distinta con Justin.

Iugh que asco pensar en hombres, fue la única conclusión que obtuve en mi mente.

Las puertas del elevador se abrieron dando paso a la esbelta figura de Emily, quien al instante corrió hacia mi encuentro.

Un abrazo, solo eso era lo que necesitaba.

–Perdóname por tardar tanto –fue lo único que logre escuchar antes de sentir como mis ojos se aguaban una vez más.

–Ya estás aquí, solo eso importa. –sentí como una eternidad aquel gesto.

–Déjame un poco de Heathie para mí– dijo la segunda voz que más necesitaba escuchar.

Me lancé a los brazos de Trey suplicando caricias, esas que tanto me fastidiaron en un pasado eran lo que más necesitaba en este momento.

Seque mis lágrimas mientras veía a papa entrar  por la puerta con ojeras que tocaban el suelo.

–La comida es realmente mala aquí, fui por algo de comer de verdad para ti y tu hermano. –aún en esta situación su estado de ánimo era vagamente el mismo. Cosa que me hizo sonreír por un instante hasta que recordé a la otra integrante de esta familia.

–¿Y mamá? –su semblante, que ya era escaso, decayó aún más con mi pregunta.

–Pues, por la hora deben estar realizándole estudios. Luego una mesa de expertos que llevan el caso las estudiarán para darnos una respuesta por la tarde. –finalizó tratando de esbozar una sonrisa.

–Te dejo, la comida se enfría. Se que quedas en buenas manos. –se dirigió hacia mis amigos con un familiar saludo.

–Necesito un cigarrillo, ¿vienen? –preguntó Trey, quien estaba igual de nerviosos que todos en la sala.

Las horas pasaban fastidiosamente lentas.

¿Y Justin? ¿Donde se encontraba?

Now or Never ➳ j.b.Where stories live. Discover now