¿Sabes que cuentas conmigo, no?

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Heather's POV:

Justin camino junto a mí todo el camino, enseñándome algunas cosas que desconocía del campus, desde edificios hasta anécdotas graciosas y memorables que cualquier estudiante debía saber.

No puedo creer que no sabías del lago, es un clásico. –al parecer recordaba cosas por la mirada perdida sonriendo.

Uhm... la verdad solo conozco la biblioteca, casino y la casa. He salido al centro comercial y terminaría de contar. –su mirada de desaprobación caía sobre mí, mientras yo caminaba con la cabeza mirando al suelo y las manos escondidas en los bolsillos de mi sudadera.

Tienes tantas cosas que conocer, demasiadas. –me miraba como si me hubiera perdido la mitad de mi vida, negando con la cabeza.

Mientras yo, según él, tenía la cara de una niña enfadada. Pero vamos, era lo suficientemente grande como para transitar sola y de todas maneras dentro del campus nada me podría pasar.

No sé cómo lograba derribar cada una de las barreras de distancia que pongo generalmente ante las personas.

Cuando comencé a divisar la blanca casa le dije que podía dejarme hasta aquí, pero no. Al parecer era igual o peor de terco que yo.

No Heather, te dije que te dejaría en tu casa. –su voz sonaba severa, más no enojada.

Como tú digas, solo camina más rápido –trataba de verme enojada, pero a cada momento se me asomaba una sonrisa.

Caminamos entre risas, lo cual hacia que el tiempo pasara rápido. En esta oportunidad no me importaba que se riera de lo molesta que estaba por su compañía a mi casa, él necesitaba reír un poco después de todo lo que pasaba.

Bueno ahora si te dejaré en paz. –nos encontrábamos bajo las escaleras hacia la puerta de la casa. Frente a frente, mirándonos solo por la tenue luz proveniente de una de las ventanas.

Gracias, pero no era necesario como te dije. –se encogió de hombros haciendo una mueca.

Acepta algo de las personas de vez en cuando Heather, gracias a ti por escucharme. –tomo mi cara entre sus manos para depositar un suave beso en mi mejilla.

Podía notar lo amoroso que era por la vida, por las personas que lo rodeaban. De cierta manera eso me producía rechazo y a la vez envidia. Tenía una facilidad interminable de irradiar amor y profunda preocupación por quienes les importaba, como lo hacía al hablar de su hermana enferma, una mirada tan sincera.

Vete luego, ya es tarde para que llegues a casa. –comencé a subir los escalones mirando en cada paso hacia atrás, donde podía apreciar su alta figura perderse entre las personas que pasaban por el lugar.

¡Justin! –volteo sobre sus pies cuando logré llamar su atención.

¿Sabes que cuentas conmigo, no? –algo me hacía querer estar cerca de Justin, me refiero a personas como él, cálidas de corazón.

Y tu conmigo Heather, tu conmigo. –alto su mano despidiéndose mientras se colocaba la capucha de su sudadera negra.

Por fin, había luego de tanto esfuerzo logrado tener una conversación normal con alguien fuera de mi círculo de amistad, al cual esperaba integrar a Justin. Porque sí, soy la alma más sociable que podrían conocer en su vida.

Abrí la puerta tratando de meter el menor ruido posible, aunque no era tarde como para recibir alguna clase de sermón por parte de Tabatha si lo era para solo haber salido a "trotar", lo digo entre comillas porque lo hice menos de media hora.

Al parecer nadie se encontraba en la planta baja. Opté por un refrigerio rápido.

Terminé mi batido de frutos rojos para un merecido descanso, todo lo que me había contado Justin de su familia me había dejado algo preocupada.

Mira que tenemos por aquí, –Jolie se encontraba en posicio de loto mientras hacia cosas en su computadora – ¿Donde andabas?

Nada, solo fui a trotar en el iempo libre que tenía.

Bueno te informo que me dejaste sola mucho tiempo. Tanto que tuve que cenar con una porrista. ¿Oiste bien? Una porrista.

Seguro no estuvo tan mal.

Al parecer eso era lo peor que podría haber dicho por su expresión –Oh claro que no, solo ahora sé que tengo las puntas partidas del cabello.

Exploté en risa cuando tomo su cabello con las manos revoloteándolo por todos lados con gesto de terror.

¿Acaso no dirás nada? –la indignación se hacía notar rápidamente en su rostro –pensé que me pedirías disculpas por ser tan mala compañera de cuarto o algo.

No seas dramática Jolie –aún seguía sonriendo por sus muecas.


Justin's POV:

Entre a la casa y un silencio avasallador me daba la bienvenida. Seguro ya todos habían cenado.

Me dirigí inmediatamente a la habitación de Eleanor a comprobar su estado de salud y ahí estaba con la tés mas pálida que había vista en la vida.

Hermano... –al notar mi presencia se acomodó en su litera sentándose a duras penas –pensé que cenarías con nosotros, ¿por qué tardaste tanto?

Pequeña... -me acomodé a su lado en el espacio que había hecho para mi –perdón, no se volverá a repetir. Solo me quedé arreglando unas cosas.

Descuida, mamá te dejo tu plato en el microondas –palmeo mi hombre con su débil mano en señal de todo está bien.

Luego de darle las buenas noches y saludar a los demás baje a comer, necesitaba algo para ingerir o si no me desmayaría.

Cuando me encontraba comiendo mi teléfono vibró. Era mi jefa.

"Hey, ¿puedes trabajar mañana en el turno de mañana? El chico nuevo está enfermo y no vendrá por tres días."

"Claro, cuenta conmigo"

Tal vez era lo que necesitaba, trabajar más para no perder la cabeza y sentirme un poco más útil en casa.

Calculé cada una de mis clases y acomodarlas para no perder alguna, no quería dejar de lado los estudios por trabajar. No me lo perdonaría, mamá no me lo perdonaría. 

Subí a mi habitación en busca de un descanso re componedor. aún que lo único que conseguí fue permanecer despierto por horas buscando e imaginado soluciones para la salud de mi hermana. 

Now or Never ➳ j.b.Where stories live. Discover now