Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)

capítulo I

Un viaje inolvidable

La pieza estaba con luz tenue, y recostado en esa camilla todo parecía más lento, no podía dejar de mirar a esa chica que lo miraba con sus ojos llenos de luz a través de sus lentes, su piel blanca, levemente ruborizada y ese ajustado delantal que la hacía ver aún mejor, sus cabellos color castaño claro y con una fina cadena colgando de su pecho, dorada con una piedra que destellaba varios colores…

-¿te sientes bien?- le pregunto la chica visiblemente preocupada… pero un movimiento brusco lo saco de ese lugar...

abrió los ojos, estaba dentro de una avión, la muchacha que estaba sentada a su derecha lo movía con bastante fuerza.-despierta Memphis- dijo con bastante tedio mientras escuchaba una risa bastante aguda aún más a la derecha,

-ponte el cinturón que vamos a aterrizar- ordeno la chica- vaya que tienes el sueño pesado- se quejó su acompañante, el joven ya se sentía más despierto, hizo lo que la mujer le pidió, pero no podía olvidarse de ese sueño, jamás había visto a esa chica…

-¿pesadillas?- pregunto la joven de la ventanilla, Memphis viajaba desde Chile a Italia por segunda vez.

Pero ahora lo acompañaban sus dos amigas, Trinidad que estaba junto a la ventana tenía una voz un poco más aguda, su cabello castaño claro y su piel blanca, sus ojos color pardo, era de la misma altura que la joven que había despertado a Memphis, pero sus curvas eran un poco más notorias, Rousse en cambio era un poco más delgada, su piel un tono más moreno, cabello negro y ojos café, ambas medían alrededor de 1.65, en cambio Memphis media 1.90, era extremadamente delgado y de piel pálida, ojos y cabello castaño oscuro…

se acomodó la chaqueta, -no es nada Trinidad, solo un sueño más…- pero esa mujer tenía una joya parecida a las que poseían sus dos amigas, prefirió omitir el sueño, para no preocuparlas, ya que el siempre soñaba cosas extrañas… ¿Quién era esa enfermera? … y ¿porque él estaba en una camilla?... era la primera vez que veía otra joya así, aparte de esas dos, y de la que tenía la persona que los esperaba en Italia, por lo que el sabia aquellas joyas eran heredadas y ya era extraño que Rousse y Trinidad las tuvieran, y al hablarles de una tercera persona, ellas desearon viajar con él, pero ¿una cuarta?.

Rousse lo golpeo con fuerza sacándolo de sus pensamientos… -Memphis si tú no te bajas Trinidad no puede moverse de su asiento…- dijo Rousse visiblemente preocupada, Memphis miro a su alrededor y el avión estaba vacío.

-lo siento, aún estoy durmiendo- sonrió Memphis

-no te creo- gruño Trinidad,- algo soñaste que quedaste así…- mientras bajaban del avión

-sí, soñé con una mujer que no conozco…-ambas chicas se miraron y rieron a carcajadas… Memphis también sonrió, ellas siempre alegraba su día, ellas comenzaron a hablar sobre que deseaban comprar en Italia para llevar de vuelta a sus familias como recuerdo y Memphis agradeció que no lo incluyeran en la conversación, las imágenes se repetían en su mente y necesitaba aire puro.

Afuera del aeropuerto la neblina era densa, recién amanecía, el aire frío y húmedo pareció devolverle la vida y despejó la mente de Memphis

-adelanten sus relojes 4 horas- ordenó, -en chile son las 2:45 de la mañana-

-ósea que son las 6:45- asintió Rousse mientras ajustaba su reloj

-necesito dormir-dijo trinidad- el no dormir me hace estar de mal genio- gruño

-tu siempre necesitas dormir- dijeron Memphis y Rousse al mismo tiempo desatando la risa de los tres…

-Misses… - suspiro una voz a sus espaldas-¿Tanto sono le tue gemme?...-el trío se dio vuelta, era un hombre de las características físicas de Memphis, pero pálido, calvo y vestido enteramente de negro, su voz era seca y baja. Sus ojos negros y unas marcadas ojeras. Trinidad dio un paso atrás y Memphis uno adelante mientras Rousse contesto- lo lamento no hablamos italiano…- con evidente recelo en su voz, ella sabía que Memphis había entendido lo que pedía aquel extraño…