Capítulo 5

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Cabos sueltos

Los pasos sonaban bajo un eco intenso, las baldosas de aquel gran salón brillaban con una intensidad increíble, que hacían que el encapuchado se reflejara en ellas de una manera siniestra debido a la gran cantidad de antorchas que iluminaban aquel lugar... siguió adelante y dos encapuchados armados con unos escudos oxidados y unas lanzas le cerraron el paso.

-traigo noticias para el señor Alberich, déjenme pasar-

Ambos encapuchados dieron un paso al costado y el siguió su camino, al cruzar el umbral se encontró con una sala más fría, había una gran silla el centro la cual parecía un trono, y un joven vestido totalmente de negro de cabellos rojos hasta los hombros, una piel ni pálida ni oscura , con una chaqueta de cuero, pantalones de tela y unos zapatos del mismo color tan brillantes y bien lustrados como las baldosas, el joven se quitó la capucha, era de piel morena, pelo negro, una nariz y labios finos, con unos ojos que brillaban con la fuerza del fuego, se arrodilló ante el trono y hablo con voz fuerte y clara

- señor Alberich, traigo noticias de la expedición de Marcus-

Alberich hizo un gesto con su mano para que continuara

-el hotel venus fue atacado hace tres días y destruido en su totalidad, según la información que manejan los medios de prensa las personas que buscábamos deben estar bajo los escombros señor-

-¿qué hay de Marcus?- preguntó Alberich

-desapareció señor, al parecer esas jóvenes opusieron resistencia-

-no creo que hayan sido las jóvenes, Fernando me a dicho que los abordo en el aeropuerto y las jóvenes venían con un joven que traía una cruz artúrica-

-no entiendo a qué se refiere señor-

-sabes porque yo soy el jefe verdad...-

-claro señor, usted es la reencarnación del Dios Hades, rey del infierno y la prueba que tiene es el casco que está a su derecha, pero no entiendo a qué se refiere con una cruz artúrica-

-Te contare la historia Steve, para que cuando veas una cruz de bronce de puntas redondeadas y con una joya en medio o en cada punta tomes tus precauciones... en la época del antiguo y glorioso imperio romano, donde se glorificaban a los Dioses del olimpo, roma paso por un cambio cultural, tanto por la cantidad de naciones que gobernaba, distintas costumbres, llego un hombre llamado Jesús, cleopatra hizo de las suyas, judíos, árabes, hindúes, etc, ya no se podía obligar a todo un imperio a venerar a Zeus, Hades o Poseidón y aquellos Dioses olvidados y debilitados, ya que se alimentaban de las ofrendas, oraciones y sacrificios en su nombre, decidieron terminar su vida como mortales y bajaron a la tierra, el único que se negó fue Hades y él fue encerrado en el tártaro, y yo soy su reencarnación -suspiró- pero las religiones de hoy no tienen ejércitos como el nuestro y crearemos un nuevo imperio romano cuando liberemos nuestro poder-

-ósea que tendremos que eliminar a las demás religiones-

-así es, el vaticano está bastante cerca de aquí, pero es demasiado imprudente atacar por la fuerza, un Dios existe mientras haya gente que lo recuerde y venere, eso es lo que haremos, que la gente olvide sus propios dioses y llegue a nuestra propia versión de la salvación-

- pero eso es imposible señor...-

-para nada, hoy es una sociedad materialista y Buda, Jesús o el hijo de dios que aún no llega según los judíos no aparecerá, en cambio ellos experimentarán y verán el poder de Hades en carne y hueso-

-¿y el muchacho de la cruz?-

-la iglesia más grande en este mundo es el cristianismo, aunque los griegos y romanos seguían a Zeus como tal o como Júpiter, ellos hacen lo mismo, es el mismo Dios con diferente nombre y con los mismos mandamientos y enseñanzas, pero en años anteriores existieron los templarios y los caballeros de la mesa redonda que buscaron el cáliz de cristo, y si lo hallarán sería una prueba evidente de que ese hombre si existió-

-pero Arturo y sus caballeros son una leyenda... y los templarios jamás encontraron ese grial- rio Steve

-de hecho si lo encontraron...-dijo Alberich y la risa de Steve se cortó al instante

-cuenta la leyenda que Arturo envió a sus tres más fieles caballeros en búsqueda del grial, Percival, Galahad y Bors... o Boores como se tradujo su apellido más adelante, y este último le entrego el grial a Arturo y los otros dos jamás volvieron de su expedición-

-leyendas señor... son solo leyendas-

-Ares también lo era, al igual que Hades, y aquí estamos, con el casco que Hefesto le regalo para coronarlo rey del inframundo, encontramos la puerta del infierno y ya tenemos siete de las trece joyas, ¿aún no crees en los mitos?-

Steve bajo su cabeza avergonzado, -si creo señor-

-así es porque entraste al infierno junto a mí y viste a cerbero con tus propios ojos, el joven que llego con esas jóvenes tiene como segundo apellido Boores, está en su sangre el defender lo que él cree, aunque ya nos conseguimos la información del bulto que trajo de su país y en la maleta no venía la espada, la cual se rumorea que tiene poderes especiales... y si no fuera así, no me explico cómo volvió con el grial-

-cuentan que el que bebe del grial, tendrá vida eterna- dijo Steve comenzando a entender todo

- así es, así que es indispensable que no caiga en manos enemigas, aunque nuestro señor estará débil después de un par de milenios encerrado, tal vez sirva para fortalecer-

-pero si usted es la reencarnación, ¿porque habla de despertarlo?-

-Hablo de su cuerpo real, el inmortal que duerme en el infierno. aunque mi alma llegué a ese cuerpo necesitaré fuerza y más poder-

-supe que ya empezaron las adoraciones y los sacrificios- dijo Steve

-así es, pero los guardianes están ocupados reparando las obras de la ciudad, por eso podemos reparar este lugar y nadie nos molesta, y seguir trabajando en paz, pero las oraciones de doscientas personas es muy poco para un Dios, Steve, consigue las piedras y mata a todo lo que se te oponga, no deben quedar cabos sueltos-

-entendido señor- dijo Steve con voz firme

Un encapuchado entro en la sala y se arrodilló junto a Steve, era pálido y calvo -traigo noticias señor-

-te escucho Fernando-

- las jóvenes de las piedras que llegaron de Chile más la dueña del hotel fueron vistas junto a un joven desconocido en un jeep huyendo del hotel señor, hace tres días, pero el joven de la cruz ya no está con ellos, aunque aún no sabemos sus paraderos-

-eso quiere decir que Marcus hizo su trabajo después de todo- sonrió Alberich

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora