Capítulo 6

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La espada sellada

Trinidad abrió los ojos, la pieza estaba con una luz muy tenue que se filtraba por los bordes de la puerta, Rousse dormía a su lado y June en la otra cama de la habitación, se sentía intranquila, Williams había salido hace tres días y no tenían noticias de él, ya habían pasado tres días y no se sabía nada de Memphis, ya no le quedaban esperanzas, cerró sus ojos y trato de volver a dormir...y no lo logró, unos golpecitos en la puerta la hicieron asustarse, June y Rousse reaccionaron de inmediato, Máximo asomo su cabeza por la puerta...

-levántense, Williams acaba de volver-dijo cerrando la puerta, las tres jovencitas se miraron perplejas, y salieron de inmediato de la habitación, como no poseían más ropa, habían dormido vestidas...

llegaron al salón de la chimenea, Williams estaba de pie en un rincón, y Máximo estaba sentado en la alfombra.

-buenas tardes- dijo Williams de manera irónica

-te desapareces tres días y llegas exigiendo que nos levantemos temprano... hemos tenido que hacer guardia durante la noche- gruño June mirándolo de brazos cruzados

-les traje ropa a los cuatro- dijo señalando unos bolsos a sus pies - Salí a investigar, de las dos jovencitas que me hablaste June y de Memphis aún no se sabe nada, las labores de limpieza de la catástrofe y escombros ha comenzado, según las investigaciones las explosiones, la primera que se sintió fue de algo pequeño que aún no es identificado, las segunda fue del depósito de gas de los pisos superiores y la más grande del depósito central, el cual hizo que el fuego se propagara por todas las cañerías...-

-provocando el incendio...- dijo Máximo

-y por ende el derrumbe al debilitarse el edificio- agregó Rousse

-busque en hospitales, albergues e incluso en la morgue y no había señal de las otras niñas-

-¿otra niñas?- preguntó Trinidad

-habían dos chicas trabajando en el hotel a esa hora, Tae y Helena, que tenían joyas como nosotras-

-¿y qué haremos ahora?- preguntó Máximo

Las tres jovencitas se miraron y Williams tomo la palabra,- también busque información de los fallecidos y no había nada extraño, algún cadáver de más tiempo o algo similar-

-¿fallecidos?- preguntó June

-veo que en estos tres días solo se dedicaron a comer y dormir y ni siquiera encendiste la televisión, murieron veintitrés personas, y hay una veintena de desaparecidos, entre los cuales estaban ustedes- gruñó Williams-y por ahora, creo que es mejor que sigan así, por lo menos hasta tener alguna postura definida frente a la situación-

-¿de que situación hablas? - Preguntó Rousse, -solo somos cuatro jóvenes perseguidos por muertos vivientes, a los cuales nadie les creerá-

-así es, nadie nos prestara ayuda- suspiró trinidad

-pero podemos ser la resistencia...- dijo Máximo -debemos oponernos a lo que esas cosas quieran, por la memoria de la gente que vivía y trabajaba en ese hotel-

-es fácil decirlo cuando tú puedes irte cuando quieras- dijo June en voz baja

-¿Qué?- dijo Máximo atónito

-así es, tú no tienes una joya, será mejor que te vayas- dijo June agarrando uno de los bolsos y entrando en la habitación en la cual estaban durmiendo minutos antes.

Rousse tomo otro bolso y miro a Máximo, - será mejor que tú te salves mientras puedas-

-yo no deseo salvarme...-dijo Máximo, pero su frase se cortó al sentir el portazo de Rousse

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora