capítulo 3

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Una promesa

El edificio era imponente, Rousse y Trinidad se sintieron aún más pequeñas, las luces de las habitaciones de los veintisiete pisos de aquella hermosa torre, la hacían aún más increíble, ya eran cerca de las nueve de la noche.

-les presento mi joya, este es mi hotel- dijo June mientras caminaba hacia el interior, Memphis había sacado un bolso grande de la maleta del vehículo y la siguió en seguida.

las jóvenes los siguieron al instante, Trinidad lamento profundamente el apuro, June dio unas instrucciones en el mesón y se dirigió rápidamente a un asesor, la sala era de color dorado con cortinas color plata al igual que el piso, mucha gente había en esa sala, entraron al ascensor y June marcó el último piso...

Tardaron un minuto en subir, en el más absoluto silencio, Memphis miró a Trinidad y supo de inmediato que estaba molesta, Rousse tenía la mirada fija en él, era todo tan diferente a lo que esperaba de sus vacaciones.

Sentía mucha frustración, miró al techo del ascensor, el silencio fue muy tenso y a Rousse le pareció eterno, no entendía nada, de pronto el ascensor se sacudió y se detuvo, las puertas se abrieron y Memphis sintió su mente un poco más despejada gracias al aire puro, bajo la mirada y quedo atónito.

Estaban en el último piso del hotel, y esa era la habitación de June, o mejor dicho, era mucho más que el propio departamento que acababan de abandonar, todo lo que veían era un gran salón de muchas puertas, sus paredes eran de color blanco con un piso totalmente de alfombrado de una capa gruesa color gris, June se quitó los zapatos y entro, sus pies se hundieron al instante como si fuera una suave pradera, el techo era de madera bañada en barniz claro, sillones de cuero negro, una mesa central de cristal, una gran barra con diversas botellas de alcohol, que cumplía la función de cocina americana, varias plantas frondosas y a la izquierda un gran televisor, junto a un pequeño acuario con peces de colores, las paredes estaban repletas con cuadros de fotos.

-llegan tarde- se escuchó desde un gran ventanal, todos se sorprendieron menos June, el rostro de Memphis cambio.

-yo conozco esa voz...- suspiró dejando el bolso en el suelo y se acercó a la ventana.

Un joven un poco más alto que Memphis salió del balcón, tenía su cabello color castaño, su espalda gruesa y facciones muy serias y duras, vestía unos jeans y zapatillas, unos audífonos negros en su cuello...

- sorpresa amigo, supongo que no esperabas mi presencia en este lugar...- dijo sonriendo, abrazó a Memphis y rieron a carcajadas al mismo tiempo,

-chicas, les presento a Máximo, es un gran amigo, aunque el debería estar en Londres y no aquí, él es un importante experto en sismología...-

-por favor Memphis, no vengo a hablar de trabajo, o en realidad sí, estoy aquí por la gran cantidad de sismos que han afectado la zona y coincidió con tus vacaciones, June me ha hospedado muy bien y he podido trabajar aquí sin interrupciones, pero mi trabajo ya está terminado y ahora poder disfrutar -Dijo con una gran sonrisa mientras saludaba a las tres jovencitas.

-por eso yo no los traje aquí de inmediato, quería que Máximo acabara su trabajo primero...- suspiró June -y creo que eso fue un error...-

-no es tu culpa lo que paso- dijo Rousse

-no te sientas mal, nadie sabía que eso pasaría- dijo Trinidad

-porque mejor no tomamos asiento y me cuentan que ocurrió...- dijo Máximo ya que las mujeres aún estaban de pie junto a la puerta...

-pues yo necesito una ducha- dijo June, -así que ellos te contaran...-

Rousse y Trinidad miraron a June al instante...

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora