capitulo 23

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Lealtad

Máximo vio como Timor se adentraba en el bosque y comenzó a moverse para seguirlo, pero Summer lo detuvo
-¿me esperas un momento máximo?-preguntó, Máximo asintió y se alejó unos metros mientras ella daba instrucciones a otro escuadrón, tenía la mente revuelta, ni siquiera sabía qué hacía en ese lugar, había acudido a ese grupo para averiguar porque estaban cazando a sus amigos, pero se había topado con una sólida organización que buscaba cambiar el mundo, con algo drástico, mostrarles a las personas que estaban en un error, que actuaban sin remordimientos pero que serían condenados al infierno, a esa caverna sofocante que él ya había podido vislumbrar desde lejos, sus puertas de hierro forjado, sólido e inquebrantable, había conseguido un puesto cerca de Alberich, tenía el respeto que siempre había querido, pero se sentía insatisfecho, deseaba ajustar cuentas con la chica que lo había despreciado.
-¿Máximo?- pregunto Summer, este salió de sus pensamientos, los vehículos en los que habían llegado ya no estaban y la joven estaba junto a él con unas botas, jeans negros muy ajustados y una chaqueta de cuero abierta dejando a la vista un escote bastante atractivo y voluptuoso, lo cual la hacía ver pálida, pero atractiva, aunque trato de olvidar ese detalle, ella era la prometida de un Dios, sonrió por la estupidez que acababa de pensar y preguntó
-¿Por qué no me dejaste ir con Timor?-
-porque aún es demasiado pronto para que te enfrentes a ellos, además necesito hablar contigo- dijo señalando un banco del parque y Máximo se sentó en él, ella por su parte se sentó bastante cerca y continuó -¿si llegara a pasar algo, con quien estaría tu lealtad, con Alberich o conmigo?-
-es raro que me preguntes eso- dijo Máximo sorprendido
-solo responde y ya- dijo con desgano
Máximo la miro a los ojos, se veían tristes, medito un segundo y dijo pues me quedaría contigo, tú me aceptaste en el grupo-
-¿prometes que lo que yo te diga no se lo dirás a nadie?-pregunto con evidente miedo en sus ojos
-lo juro- dijo Máximo con voz firme
-no recurriría a ti pero no tengo nadie más en quien confiar, lo que pasa es que tengo un plan para detener a Alberich- dijo Summer mientras comenzaba a llorar
-¿Qué?- pregunto Máximo extrañado  ¿planeas oponerte a Hades?, ¿te opondrás a tu novio?-
-él no es Hades ni mi novio- dijo Summer estallando en llanto y abrazo a Máximo, este se sorprendió y pasados unos segundos la abrazo suavemente, consolándola, pero  no entendía absolutamente nada. Al ver que se calmaba y mirando a los alrededores para que nadie los oyera, él se alejó unos centímetros de ella y le hizo un gesto para que continuara
-él siempre fue un joven con poder económico, un artista y amante de las antigüedades, pero un día el comenzó a tener sueños extraños, que hablaban de una caverna y que debía encontrar una vasija la cual le ayudaría a volver con sus padres, luego de mucho insistir y una ardua búsqueda encontró la cueva, pero al tomar la vasija esta se rompió desde ese día, no volvió a ser el mismo, es como si otra persona se hubiera apoderado de él, comenzó a hablar otras lenguas, encontró el casco que le ayuda a obtener invisibilidad, adquirió sus poderes y bueno yo ahora soy solo su esclava, soy solo un juguete sexual, y no puedo huir, o matara a toda mi familia- dijo llorando a mares y Máximo trato consolarla.
-pero si siempre estas a solas con él, porque no lo matas de una vez- dijo Máximo con una notoria rabia en su voz
-porque el ya abrió la primera puerta y saco a cerbero, tiene seres a sus órdenes y no puedo dejarlos en libertad, además no se en que parte de las profundidades esta mi familia.- dijo secándose las lágrimas
-yo te ayudaré a encontrar a tu familia, solo debes ser fuerte-
Ella al escuchar esto se acercó y lo beso en sus labios suavemente y Máximo no opuso resistencia, se separaron y Summer se puso de pie,
-no sería bueno que Alberich se enterara de eso,- dijo la chica alejándose un par de pasos, él sonrió y asintió
-pero no te libraras de mí, podrías visitarme una noche de estas- añadió Summer dándole la espalda,
-eso es justo lo que deseo- dijo Máximo mientras veía como aquella mujer se alejaba, ella seco sus lágrimas, respiró profundamente, de manera más normal para sacar la emoción de su cuerpo mientras veia que se acercaba uno de los vehículos, su expresión se transformó en seriedad y una sonrisa calculadora se dibujó en su rostro, ya tenía lo que necesitaba  el tablero se estaba moviendo... la camioneta se detuvo junto  ella, el jefe de los mercenarios la miraba fijamente.
-señorita Summer, ya hemos captur a las joven Tae y a la joven Belén, además ya sabemos la ubicación de las otras dos y Steve, aunque será más complicado acabar con ellos-
-haz lo que sea necesario- gruño Summer
-¿Qué hacemos con las presas?-
-matalas , no nos sirven de nada, no le digan a Máximo nada de esto y lleven los cuerpos a Alberich, quizá le sirvan como contenedor para otra alma-
La camioneta se puso en marcha de inmediato y Summer sonreía satisfecha, todo salía según su plan, giro y vio que Timor salía del bosque.
-¿acabaste con el Boors?- preguntó Summer
-no, decidí dejarlo con vida hasta que sea divertido destrozar su alma lentamente, además, Alberich necesitara una diversión-dijo riendo -¿y a ti como te fue con el sismólogo?-
-el será mi propia diversión- dijo la joven sonriendo con frialdad.

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora