capitulo 28

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Las espadas de los dioses

Memphis camino hacia la mesa más cercana, refrescarse no le había servido de nada, sus ojos se empañaron y sintió cerca la voz de Daniel, pero no logro verlo.

Helena corría por el pasillo, nunca se había sentido así, nunca había pensado que podía sentir algo tan desagradable, algo estaba rompiéndose en su interior, sentía frío y rabia al mismo tiempo, sintió que unos pasos se acercaban corriendo y cerro los ojos, no deseaba ver a nadie, le tomaron el hombro y la giraron, abrió sus ojos y no era Memphis, era Alessandra, sus ojos verdes la miraban con rabia.

-te dije que no cayeras en su juego tonta- la reprendió,

Helena rompió a llorar, Alessandra miró el techo poniendo los ojos en blanco, le costaba un montón consolar a las personas... Era mejor siendo directa. Además era sólo un tipo más, nisiquiera lo conocía, esto era por la mujer que le había quitado su ascenso. La radio que estaba en la cintura de la chica sonó y salió una voz de ella.

-Alessandra soy Annabel, te veo por las camaras-

la joven llevo su mano a su cintura y tomo la radio, y Helena se sintió peor, no sabía cuantas personas habían visto su reacción.

-¿que pasa?- respondió Alessandra

-avísale a la chica que está contigo que el joven que viene con ella se desmayó-

-¿que?- preguntó Helena, la radio sonaba bastante fuerte

-si, colapso de repente, Daniel se lo esta llevando a la enfermería junto con Charles.-

-gracias por avisarme- dijo Alessandra,

-¿como llegó a la enfermería?- preguntó Helena, había pasado de la rabia al susto.

-una cosa más. Se que no debería meterme pero...- dijo Annabel a través de la radio -estoy viendo el vídeo del interrogatorio y realmente fue duro para él-

-espera necesito preguntarte algo - dijo Helena acercándose a la radio, - ¿paso algo entre él y tu amiga?-

-no es mi amiga- dijo Annabel bastante cabreada, - y bueno el joven sólo la miraba con ganas de vomitar, fue lo que más consiguió-

-gracias- dijo Helena y miró a la agente que la acompañaba, su rostro decía "te lo dije" con letras gigantes.

-ven sígueme, es por aquí- dijo Alessandra comenzando a moverse.

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Máximo sentía frío, apostaba su vida que el cuerpo de Fernando había obtenido otra personalidad. Sus ojos se volvieron color plata, con una expresión casi desquiciada, no podía moverse y su mente no paraba de recordar aspectos de su vida.

-llama a tres de tus súbditos- dijo en un siseó, apuntando a Alberich.

El tomo el radio temeroso y llamo al guardia que estaba en la entrada, nadie se movía, el silencio era avismante, el nuevo Fernando comenzó a pasear entre los jarrones y tomo uno pequeño y lo apartó, luego otros cuatro fueron apartados con mucho cuidado.

Los tres súbditos llegaron, uno destacaba al resto, sus ojos verdes y cabello castaño lo hacían diferente... Le indicó que se parara en un lugar y arrojó una pequeña caja de madera a sus pies, está se hizo añicos y ocurrió un efecto parecido a una bomba de gas, un gas verdoso lo cubrió y sucedió lo mismo que antes... Su rostro cambio de expresión.

- te esperaba hermano- dijo señalando los dos súbditos que quedaban...

Ambos se acercaron a ellos, pusieron sus manos sobre ellos y se desvanecieron  al instante.

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora