capítulo 20

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El salón de la verdad

Ya estaban todos ubicados en aquel salón, las ventanas abiertas, Steve se había colocado en el centro, sobre la gastada alfombra, los demás se habían acomodado sobre los sillones a su alrededor a excepción de Memphis y Helena, él permanecía sentado en el suelo junto a la ventana y ella se había acostado en el suelo mirando al techo, apoyando su nuca en la las piernas de Memphis, Helena parecía intrigada, y Memphis desde que había adoptado esa posición, su expresión era mucho más seria, y miraba fijamente al otro hombre que estaba unos metros más allá en el centro del salón.
-está bien- suspiro Steve -les contare todo lo que se, solo les pido que no me interrumpan... la organización que desea las piedras es dirigida por tres personas, Alberich, Summer y Fernando, Alberich es el jefe de la organización, el posee una de las tres reliquias de los cíclopes...- pero Steve se detuvo, por las expresiones en su rostro se dio cuenta que solo Helena y Memphis sabia de que hablaba. - en la mitología grecorromana, existían doce dioses en el Olimpo, Zeus, Poseidón, Hera, Dionisio, Apolo, Artemisa, Hermes, Atenea, Ares, Afrodita, Hefesto y Deméter.-
-¿y Hades?- pregunto Belén
Helena se sentó en el suelo al lado de Memphis -creo que mejor explico eso yo...-suspiro mirando a Steve y este asintió, todos se voltearon hacia ella y la miraban fijamente, excepto Memphis el cual estaba con los ojos cerrados. -La historia, y sobre todo las leyendas, tienen un gran problema Siempre cambian dependiendo del narrador, y de la ideología que este tenga, lamentablemente ninguna persona registro los tiempos donde la gente creía en los dioses, solo los conocemos por canciones o cuentos antiguos, como la odisea o la Ilíada, por lo cual la información que se maneja en la actualidad es muy diversa, inconstante e imprecisa, por lo cual, en una situación normal un dios griego solo sería una ficción.
-¿estás diciendo que los dioses griegos no existen?- pregunto Rousse
-eso es algo que no sabemos, depende de quién te cuente la historia- respondió Helena
-¿y qué pasa con esos templos y restos de civilizaciones que hay por toda Grecia e Italia?- pregunto Trinidad
-Esta zona también está llena de iglesias, y yo creo que tu Dios y su hijo llamado Jesús no existen, de hecho me da igual si es Jesús, Buda u otro- dijo Steve y Belén contesto al instante -mi dios no perseguiría gente ni los mataría por joyas, la arma más grande de Jesús es el amor-
-cálmate Belén, era solo un ejemplo...- suspiro Helena
-no es culpa de Belén- dijo Trinidad -estamos hablando de otra cosa y el comentario yo lo encontré ofensivo contra mis creencias.-
-¡ya cállense!- exclamo Memphis y todos se llevaron un susto, no estaban acostumbrados a que él se exaltara o algo así. -con un grupo tan grande no podremos continuar, tendremos que dividirnos, no sabemos contra que o quien peleamos, pero en un grupo tan grande es difícil moverse con discreción, aparte que nadie esta forzado a quedarse en este lugar, así que me gustaría saber quién desea quedarse y porque... que el resto se vaya y trate de seguir su vida.-
Trinidad temblaba y Rousse trataba de contenerla, Trinidad sabía que su gran amigo Memphis había cambiado en cierta manera, sus ojos ya no eran los mismos ojos cálidos que ella vio por años, ahora eran fríos, y estaban decididos, cualquiera que fuera su decisión, y la del resto del grupo, Memphis se quedaría, se quedaría en Italia y sabía que las vacaciones habían terminado y que él no volvería a Chile.
-Memphis tiene razón- suspiro June, -debemos decidir qué hacer...-
-pero para eso deben saber a qué se enfrentan... -dijo Steve y todos volvieron su atención a él,- Alberich es el dueño de la organización y tiene el casco de Hades, el cual le da poder sobre los muertos y les permite dar una vida temporal, ya sea con su antigua conciencia o como una marioneta... es un poder exclusivamente de él, el casco lo que permite es que el portador sea invisible, pero solo puede realizar esto una vez cada cierto tiempo, dependiendo de la energía que necesite, la cual varia por el estado del cuerpo y el tiempo que lleva en el inframundo o en los campos elíseos, Fernando es el guardia de mayor rango, mano derecha de Alberich y jefe tanto de los guardianes como de los revividos... los guardianes son los humanos que están a cargo de la reparación de la ciudad, lo cual les permite acceso a ella y a todos sus secretos, y los revividos son enviados a misiones específicas, ya sea como retratar como era un monumento en su origen para su restauración, como el de cazar a los portadores de joyas, pueden tener conciencia propia o ser marionetas, y Summer, ella es la oculta, todos creen que es una ramera cualquiera que llego al poder por complacer a Alberich, lo cual yo también lo creo, ella es la debilidad del jefe, y ella tiene el poder, ella lo manipula a voluntad, y Fernando no tiene poder sobre ella.-
-¿y quiénes son los guardianes y los revividos?-preguntó Rousse
-los guardianes son trabajadores normales, artistas, arquitectos, pintores, carpinteros... ellos se dedican a la restauración de las obras de la ciudad, al principio la gente de Roma no los quería, pero al ver el gran trabajo de restauración que hacían, se ganaron el cariño de la gente, y hoy en día cuando pasa una persona cubierta con un manto y capucha negra la gente les sonríe y les deja pasar, y como los revividos visten igual, la gente no les reconoce, los revividos son personas muertas que son devueltas a la vida, no son el típico zombi de las películas, torpes con sed de sangre y que se expanden como un virus, no, aquí cada revivido es escogido y analizado, educado en la misión que tiene, y puede ser con un cuerpo perfecto, o a medio revivir, o que están en estado de descomposición.-
Memphis, Rousse, Trinidad y June recordaron el incidente en el hotel, pero fue Belén la que pregunto- ¿pero porque hay revividos perfectos y otros no?-
-no lo sé, solo sé que el hacer un revivido perfecto consumía casi toda la energía de Alberich, como también sé que si no lo reviven por completo, su conciencia no vuelve y es más fácil de manipular, y convertirlo en un buen elemento en el área al cual se les necesite-
-creo que eso es más que suficiente, ya sabemos el contexto de las cosas- dijo Rousse,-creo que deberíamos pensar que hará cada uno, tienen una hora para pensarlo- al escuchar esto cada uno se levantó y se fue a otro lugar de la casa, en ese salón solo quedo Memphis, Trinidad y Belén.
-Memphis, toma mi joya, yo me iré de este lugar...- dijo Belén
-¿porque deseas irte?- pregunto Memphis mientras trinidad se acomodaba en el sillón, él seguía sentado en el piso.
-porque ya no aguanto más, deseo estar en paz, y esta joya ya me arruinó la vida- sollozo arrojando la joya a los pies de Memphis - deseo mi vida de vuelta, poder tener una casa y que no la destruyan, poder tener una vida, una familia y poder estar en paz, por eso te entrego esa joya y me largo de este lugar.-
-lo entiendo, cuídate y que ojala logres cumplir tu sueño- dijo Memphis luego de un suspiro, Belén se dio la vuelta y salió raudamente de la sala, como si huyera de ese lugar.
-¡y vas a dejar que se vaya!- exclamo Trinidad
Memphis tomo la joya entre sus manos. -no puedo obligarla a quedarse-
-ósea que ahora la carga es tuya...- dijo Trinidad poniéndose de pie
-¿y cuál es el problema de eso?- gruño Memphis
-es que tú sabes que yo te apoyo pero yo digo que estas mal en lo que haces-
-lo que menos necesito ahora es que me critiques...-
-que siempre haces lo mismo, siempre privilegias a los demás antes que a ti y eso te hace mal, deberías liberarte de todo eso no tomar las cargas de los demás.-
-¿y que gano forzándola a quedarse?- pregunto Memphis
-no lo sé, pero no puedes tomar cosas que no son tu responsabilidad, no estoy de acuerdo-
-pues piensa lo que quieras- gruño Memphis ya visiblemente molesto
-pues deberías pensar más en ti mismo y no en los demás- dijo Trinidad visiblemente alterada
-pues yo soy como soy y si puedo ayudar a otros lo hare...-
-¿y tú? ¿Y tú paz y felicidad?, yo creo que está mal lo que tú haces, siempre piensas en los demás...-
-fácil decirlo horas después de sacarte de una cueva...- dijo Memphis
-nadie te pidió que lo hicieras- grito Trinidad
-entonces déjame en paz y deja de criticarme- grito Memphis y Trinidad quedo helada, él nunca le había gritado... - es sencillo juzgar las decisiones ajenas ¿no? Es muy fácil, y que hay de ti, ¿te quedas o te vas?-
En ese instante entran Helena y Rousse... pero Memphis ni siquiera se percató de eso y continuo gritando -¿tienes idea de cómo me siento? O de ¿cómo me sentí cuando tú y las demás no estaban? O de ver a mi abuelo morir otra vez.... no, no tienes idea, así que tu preocúpate por ti y por tus decisiones, yo veré lo que hago con mi vida...-
-ya basta- grito Rousse y tanto Memphis como Trinidad se sobresaltaron. los gritos se escuchan desde afuera-
Trinidad rompió a llorar y Rousse se acercó a ella dando una mirada muy fea a Memphis, este salió raudamente de la habitación y ni siquiera miro a Helena, entro a la habitación donde estaba su bolso, saco un poco de ropa y entro al baño, necesitaba una ducha.

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Rousse se llevó a Trinidad al patio y el siberiano las siguió, se sentaron en el pasto y Trinidad aun lloraba.
-¿Por qué pelearon?, ¿Qué paso?- pregunto Rousse
-es que me da rabia con él, siempre deja todo lo de el para el final y siempre se pospone, siempre se cae o se equivoca por confiar en los demás, siempre hace lo mismo, no aprende y deja que el resto se vaya en vez de irnos nosotros a Chile de vuelta-
-¿quieres irte?- pregunto Rousse
-con ustedes si-
-no te pregunte eso, aquí cada uno tomara su propia decisión-
-detesto tomar decisiones, como el saber que quiero estudiar o de debo hacer con mi vida, al final, siempre me presionan y no puede decidir-
-pero aunque critiques a Memphis el si decide que hacer, y cuando tú no lo haces el solo te apoya, jamás lo he oído criticándote o diciéndote que te equivocaste, al contrario, el solo te ayuda a levantarte para que puedas continuar avanzando-
-ósea tu estas de su lado- suspiro Trinidad y se puso de pie
-no se trata de eso, yo creo que deberían hablar y pedirse disculpas-
-no lo hare, el me grito y yo solo le decía la verdad- gruño Trinidad
-pero no lo hiciste con mucha sutileza que digamos- suspiro Rousse
-pues soy así y al que no le gusta mala suerte-
-no seas orgullosa- dijo Rousse levantándose
-pues él me conoció así y ¡sí me tiene que aceptar!- exclamó la joven dirigiéndose hacia la casa
-pero la gente se cansa- suspiro Rousse siguiéndola lentamente
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Memphis aún tenía la mente llena de rabia y oscuridad, la ducha fría no había servido de mucho, al contrario, más rabia sentía contra la organización que los atacaba, con Trinidad o con Máximo...
termino de vestirse y salió del baño, Helena estaba sentada en la cama junto a sus cosas.
-¿te sientes mejor?- pregunto Helena
-yo diría que todo lo contrario- gruño Memphis
Helena le hizo un gesto para que el se sentara a su lado, y luego de un suspiro el accedió
-si lo que vas a hacer es retarme por gritarle a Trinidad, hazlo, pero eso no me hará cambiar de parecer- dijo Memphis, Helena sonrió y se subió a la cama, se arrodillo sobre la cama, justo detrás de la espalda de Memphis, este se iba a mover y ella lo detuvo
-cálmate, no te muevas, si no te hare nada malo- dijo abrazándolo desde atrás, al estar arrodillada quedaba más alta y puso su mentón sobre la cabeza de Memphis, y lo envolvió con sus brazos, suave y cálidamente.
-me siento extraño...- murmuro Memphis - no porque sea malo, sino que no estoy acostumbrado a que me abracen de esta manera-
-pues tendrás que acostúmbrate- murmuró Helena apretándolo un poco más, -ahora quiero que me digas porque estas molesto con tu amiga-
-no es necesario, ya se me pasara...-
-si es necesario, no debes guardarte las cosas, puedes hacer lo que quieras y yo te apoyare, pero no te llenes de oscuridad o tu corazón se dañara-
-lo que pasa es que siempre me trata como si ella supiera todo y no sabe nada sobre lo que quiere, siempre cuestiona mis decisiones mientras ella no es capaz de tomar las propias, no piensa antes de actuar, estoy seguro que se dejara llevar por la rabia y se querrá ir de vuelta a Chile, pero los documentos se quedaron en el hotel, y en el incendio perdimos todo, no tenemos pasaporte ni nada y así será imposible viajar, aun no podemos irnos de Italia, pero estoy cansado, cansado de sus actitudes arrebatadas, sus retos injustos, que siempre deba escuchar sus gritos o sus llantos, pero cuando está bien tiene otras prioridades, estoy cansado de tener que cargar con una persona así, siento que no me valora como amigo... que cuando se dignaba a darme tiempo para salir a comer o reír, llegaba dos horas tarde, o cuando me trata mal no es capaz de pedirme disculpas, estoy cansado de tanto desgaste... necesito paz, necesito estar tranquilo, por eso vine a Italia a ver a June, para despejarme, y me encuentro con criaturas que no son humanas que intentan matarme, incendie el hotel que era el trabajo de toda la vida de June, estuvieron a punto de matarte a ti y a las demás, sé que mi padrino que robo la espada y me dejo de lado cuando pequeño esta acá y no se ha manifestado y vi como dejaron a mi abuelo, o lo que fue mi abuelo - dijo Memphis en un tono muy pausado, bajo, expresando en su voz lo cansado que estaba. Helena lo mantuvo abrazado un momento, en silencio, y cuando se disponía a hablar, alguien golpeo la puerta, ella suspiro y soltó a Memphis, acomodándose a su lado.
-adelante- dijo Memphis, mientras Helena sentía que había perdido esa oportunidad para hablar más, Tae entro con cara de relajada con la joya en su mano derecha, se la entrega a Helena, da media vuelta y sale de la habitación en el más absoluto silencio, Helena palideció y Memphis se puso de pie -¿y tu Helena?, te quedas o te vas? porque tus amigas ya se han retirado- dijo de manera fria y seca, saliendo de la habitacion

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora