capítulo 22

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Vivir el infierno

Summer acababa de salir de la habitación y Alberich de dirigió a Fernando, - ve a hacer lo que te pedí-
El calvo subordinado asintió, hizo una pequeña reverencia y se retiró.
Alberich suspiró, sentía que su sueño estaba cada vez más cerca, le mostraría al mundo la verdad, le mostraría al planeta tierra que el infierno si existía, que el Olimpo y Hades eran reales, y los obligaría a cambiar, en base al miedo manejaría el mundo y haría que las personas cambiarán su forma de vivir la vida, solo con destrucción y dolor el mundo aprendería a estar en paz y valorarla aunque sabía que todas las religiones se opondrían a sus deseos, o solo los que tuvieran una fe más fuerte y bien fundada, por eso debía destruir paso a paso a todos aquellos obstáculos, aunque primero debía reunir las joyas y liberar al Dios, a su ancestro Dios y debía atacar y dar el primer golpe, y para eso Roma era perfecto.

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De pronto la oscuridad los envolvió, a tal punto que el bosque y sus acompañantes desaparecieron de su rango de visión, pero el olor y el sonido a ronquidos se oían igual de claros, de pronto una figura encapuchada apareció frente a ellos, June, Helena y Memphis trataron de tomar alguna postura de pelea, pero no podían moverse, la capucha cayó sobre su espalda y se vio a un hombre muy delgado, pálido como la muerte, ojos azules intensos, cabello hasta los hombros, negro, sedoso y una sonrisa fina, llena de placer, lo oyeron respirar profundamente y notaron que aquellos extraños ruidos provenían de eso.
-¡saludos!, mis queridas presas mi nombre es Timor , yo puedo verlos a los tres, pero ninguno puede verse entre sí-dijo sonriendo y espero unos segundos -debido a sus caras de incredulidad me presentare mejor, en Grecia me llaman Febos, soy un descendiente del gran Ares y de la bella Afrodita, mi misión en este lugar es cuidar una de las entradas a Tártaro, dándoles una muestra de cómo es el infierno- dijo comenzando a caminar hacia Helena, sintieron los pasos y Memphis dedujo que había un truco, el joven en frente de él no se había movido ella lucho lo que más pudo pero no pudo moverse
-tienes miedo-Siseo el ser oscuro porque yo conozco tu mayor miedo - dijo acariciando el cabello de la joven con una sonrisa desquiciada, sus ojos estaban llenos de venganza y felicidad, Helena tubo un mal presentimiento de pronto vio, como una araña de unos 10 centímetros caminaba sobre la mano del joven sintió como las patas comenzaron a moverse por su cabello y comenzó a temblar, su pecho se agito y no podía respirar, de pronto comenzaron a salir arañas de los pliegues de la capa oscura, una, cinco, diez, y perdió la cuenta de las arañas, cerro sus ojos con fuerza pero fue peor, sentía su cuerpo lleno de esas asquerosas criaturas que le producían pánico desde pequeña.. Las sintió bajar por su cuello, por su espalda lentamente como si disfrutaran el invadir su cuerpo, observo que el suelo también estaba lleno de ellas y que comenzaban a subir por sus piernas sudaban frio y las lágrimas comenzaron a salir, ya no podía tolerarlo cuando los arácnidos llegaron a sus muslos y gritó, tan fuerte como pudo un grito lleno de miedo, terror y frustración por no poder defenderse.
June se sobresaltó, sintió el grito de Helena prácticamente en su oído, -Helena- llamo con voz ahogada, pero no hubo respuesta. La oscuridad era total, June solo podía ver a Timor, el cual esta vez se acerco pero mantuvo su distancia por un par de metros... de pronto una cuerdas aparecieron y ataron brazos y piernas de la joven.
-vaya vaya, miedo a perder tu libertad... que interesante- siseo Timor y June lo miro con tanto odio como pudo.
-vaya mirada esclava...-siseo acercándose y volteándole la cara de un manotazo, -aprende a respetar a tu amo... si serás mi esclava por un tiempo- dijo sonriendo mientras con su lengua tocaba la mejilla de june... -luego podría venderte como prostituta a mis súbditos y que pases hasta el fin de los tiempos sin tu amada independencia y libertad-
June se sentía humillada, pero aun se mantenía firme, no se dejaría derrotar ante el... -cállate maldita serpiente, tu no podrás quitarme mi libertad-
la mirada del joven cambio... -maldita esclava te dije que me respetaras, siempre tratas de ayudar a los demás, y ahora a ti ¿quién te ayuda?, lo único que has hecho es arruinar todo lo que habías conseguido, perdiste tu hotel, y aun mantienes esa mirada, pero te lo agradezco maldita rata, gracias a ti Máximo llego a nosotros y ella a avanzado mas rápido hacia nosotros, gracias a que destruiste a un hombre que solo era bueno contigo nosotros lograremos nuestro plan, así que serás mi esclava, a modo de agradecimiento por tu gran ayuda...- dijo con voz fuerte y seca, y dejo que sus palabras causarán el efecto deseado... la mirada de June se apago y comenzó a llorar a mares...
-ya se, te venderé como ama de su casa para que atiendas a todas las mujeres que le conseguiremos, ya que nuestro nuevo amigo solo desea pasarlo bien, debido a que por culpa de alguien dejo de creer en lo que ustedes llaman amor, por ti solo se lleno de despecho.-siseo Timor y June rompió a llorar con aun mas fuerza... muchas imágenes se tomaron su mente, se veía encerrada, en una jaula, en una cárcel, sin aire fresco, sin luz del sol o la luna que tanto amaba, se veía incomunicada, solo barrotes, concreto y oscuridad, una oscuridad que estaba llena de soledad, que se robaba sus fuerzas y le quitaba las ganas que aun tenía por vivir... cayó de rodillas y las lágrimas cubrieron aun mas su rostro.

Tártaro I , El dolor de una perdida. (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora