The Brave Girl

XIII. Espejismo del pasado

[Capitulo anterior: XII Una bienvenida a la rivalidad]

—Fue una gran pelea. —saludaba Kim, ofreciéndole su mano al oponente.

—No, ustedes pelearon genial. Nos complicaron la victoria. —estrechaba la mano, alagando al equipo rival. —Sus entrenamientos dan frutos.

—Gracias, Bogard. —inclino un poco la cabeza respetando las habilidades de su oponente. —Lo mismo digo por ti. —dijo para dar media vuelta. —Nos vemos.

—Lo mismo digo.

— ¡Ganaron Terry, Andy y Joe! —exclamaba Mai tan emocionada que le besaba a su pareja en situaciones desprevenidas.

—C-Cálmate Mai. —agrego Andy, sonrojado.

—Jajaja, que parejita—se burlaba Terry. Joe no contenía la risa. — ¡Ahora a festejar!

— ¡Sii! —afirmaban el resto al unisonó. Levantando sus puños hacia el cielo, como señal de victoria.

....

XIII. Espejismo del pasado

~I~

Ahora que conoce la identidad de su gemela, ella se había quedado con las ganas de viajar e ir a alentar en el público, ¿Quién se daría cuenta? Pero sus tíos no querían que viaje, todavía no era un buen momento para que ambas ya se conocieran, Keiko, no recordaba mucho y ¿Quién sabe si, Leona recordaría todo? Quizás sepa sobre la tragedia de sus padres. Ambas necesitaban informarse pero ¿Cómo? La peli azulada sabía que sus tíos no sabían mucho de la tragedia de Gaidel y de Hinata pero, con paciencia todo tendrá su respuesta a cada pregunta que hagan las dos, solo cuando llegue el momento.

— ¿Cuándo puedo verla? —Cuestionaba la joven Kusanagi cruzarse de brazos —También quiero visitar a Kyo. —comentaba con un brillo en sus ojos, lo admiraba mucho.

—Her...Prima, mi padre te dijo que no puedes hasta que se calme esa sensación maligna que ellos están presintiendo. —contradecía Taiyo, todavía le cuesta tratarle como prima porque, ellos crecieron juntos como si fueran hermanos, aunque él ya tiene un hermano un poco mayor a Keiko pero anda de viaje.

—Solo quiero verla y abrazarla. —comentaba Keiko angustiada. —Porque las cosas van saliendo a la luz. —mantenía el mismo semblante al hablar, su primo apoyaba la mano en el hombro de ella.

—Debes ser paciente, Keiko. —le decía Taiyo al ofrecerle una sonrisa de su parte. —Estoy segura que ella te va a reconocer.

—Gracias, her...Digo primo. —le abrazaba con fuerza pero, ella al apoyarse en el hombro del joven había abierto los ojos porque estaba desconfiando, es decir, le generaba dudas.

~II~

El no dejaba de obsérvala, sabía que su compañera no se sentiría cómoda por estar rodeada de tantas personas que ni conocía. Eso lo entendía pero, al verla ahí sentada en un sillón con su uniforme azul que, sostenía entre sus manos un vaso que contenía jugo de naranja porque no estaba acostumbrada a tomar bebidas alcohólicas. Nadie sabía que Leona Heidern estaba en alerta, solo Ralf Jones y Clark Steel suponían que si, un hombre se le acercaba con ciertas intenciones, tarde o temprano, su compañera sería capaz de doblarle el brazo. Y créanlo, ella se atrevería por esa mirada asesina.

— ¡Hey, Leona! Relájate un poco, es una orden soldado. —hablo el coronel al beber un trago de su botella de cerveza. Estaba acompañado por su camarada, quien vigila a su amigo de pasarse con las bebidas alcohólicas.