IV

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— Espérame aquí mientras busco al señor Agreste — dijo Matinette mientras me señalaba un sillón situado en medio de la recepción.

Mientras espero veo bastantes cuadros, en uno aparecía a una mujer rubia con ojos verdes abrazando a Adrien debe ser su madre es un cuadro bastante tierno, pero uno de los cuadros más grandes captó mi atención en el estaba un chico con una chaqueta de cuero negra jean's del mismo color de la chaqueta y una playera blanca con una calavera en medio según recuerdo Matinette llamo a ese chico...Hiccup.

Se miraba bastante atractivo. Y así seguí viendo muchos más cuadros todos de modelos famosos.

— Buenos días — esa voz me saca de mis pensamientos.

—¿Ah? — volteo a ver y y me encuentro con un señor de alta estatura y lentes.

— Dije buenos días. — espetó.

—Ah si buenos días, usted debe ser el señor Agreste — dije esperando que se le olvidara mi falta de educación.

— Mi nombre completo es Gabriel Agreste, pero solo me gusta que me digan señor Agreste.

— Okay — respondí mirando hacia arriba esperando que algo se me ocurriera.

— Ahora usted me dirá el suyo.

— Soy Mérida Dumbroch — digo un poco más rápido de lo normal.

— Se debe preguntar para que va a trabajar.

— ¡Si! — dije, pero note que había sonado demasiado desesperada — eemm...es decir, Por supuesto señor Agreste — autocorregí cruzándome de brazos intentando sonar lo más formal posible.¡Que vergüenza!.

— Bueno como puede ver soy un diseñador de moda, mi ropa se vende como pan caliente. El problema es que mis modelos o mejor dicho niños pues se comportan como uno, necesitan un ayudante para guiarlos e informarlos de todo.

— Entonces seré como una especie de... ¿niñera?.

— Exacto.

— Ohh — seré la niñera de un Playboy, eso es algo que no se ve todos los días.

— Bueno ahora te asignaremos a uno de los chicos.

— Okay — esto apesta, no estudie para terminar siendo una niñera, ¡que vergüenza para mis ancestros!.

— Sígame.

Nos levantamos del sofá y fuimos al ascensor, el señor Agreste hace clic en el botón que dice "Suite" la del último piso.

Debe ser el mejor modelo para vivir en la Suite.

Llegamos y me deja en la puerta.

— No podré entrar con usted señorita Mérida, mi tiempo es oro — dijo el señor Agreste antes de marcharse dejándome sola.

Inhalo y exhalo.

Toco el el timbre.

— Pase — Escucho una voz detrás de la puerta.

Abro la puerta y me encuentro con unos ojos verde esmeralda mirándome fijamente.

— Tu debes ser mi nueva ayudante.

— eemm... Si con ayudante se refiere a niñera entonces si — dije intentando romper el hielo que se sentía en el ambiente... incómodo.

— Si, me refiero a usted. ¿Cómo se llama? — dijo serio sirviéndose un vaso de agua de una jarilla de cristal.

— Mérida Dumbroch — respondí tan recta como el.

De pronto se ahoga (atraganta) con el agua que estaba tomando y se limpio los labios con la manga de su suéter. Al parecer nunca ha escuchado un nombre de persona que sea un lugar.

— Y... ¿el suyo cual es? — hablo después de que Hiccup dejara de atragantarse.

—Perdón.

— Que ¿Cuál es su nombre?.

— Hiccup Agreste.

Ángeles Vs Demonios. (Mericcup)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora