Ángeles Vs Demonios. (Mericcup)

XXIII

Por favor leer las letras negritas de el final 🙏. Les agradeceré un montón.

—No, Hiccup el no tiene nada que ver en esto, fue ella—digo dirigiendo mi mirada hacia atrás, pero la peliblanca ya no estaba.

...

Genial ahora quede como una loca.

— Jack te he dicho varias veces que nada mal pasa conmigo —Jack me lleva en su carro hacia un hospital y según el también a un psicólogo.

—Estuviste gritando en el suelo temblando como si hubiera frío cuando te encontré — noté como sus puños se cerraban con fuerza en el volante — escúchame Mer, si tienes problemas solo dímelo, yo te escucharé, soy tu novio no tenemos porqué tener secretos.

De alguna manera la forma en que lo dijo me calmó, como era posible que alguien como el, un ser tan perfecto es mi novio.
...
Nunca creí hacer esto por alguien pero de alguna manera lo hice.
Jack me llevo al hogar de un amigo de su familia que es doctor.

— Muy bien señorita Dunbroch— un señor con ropa del siglo 80, larga cabellera negra y una gran cicatriz surcando sus ojos, su nombre; Scar, me acaba de revisar el estómago — ¿dónde más le duele?— le señale mis oídos.

— No tiene nada malo — me espeta.

— Pero...— no me dejó terminar— usted cree que lo que vio fue algo cierto, pero en realidad lo que usted tiene es paranoia, haga algo por su bien y vaya a un psicólogo — sus palabras hirieron, mis ojos escocían bajo mis párpados levemente apretados, me sentía una basura en este momento.

Me levante del sillón en el que me encontraba.

Me dirigí hacia la puerta de su gran hogar, me giré un breve momento.

— Sabe, siempre creí que las personas no fueran tan malas como usted, personas que solo hablan ya que por el simple echo de tener un alto rango saben que no se les podrá reclamar nada, ahora veo que me equivoqué — su semblante serio seguía presente en su rostro— pero gracias de todos modos.

Abrí la puerta y salí, ahí afuera en el pequeño corredor de la entrada se encontraba Jack en un pequeño sillón moviendo la pierna de arriba hacia abajo empujada por su pie, se miraba nervioso.

— Mérida— me miró aliviado.

— El doctor desea verte— me dirigí hacia él, esperando un abrazo de su parte, más no sucedió nada, el simplemente se levantó y se dirigió hacia dentro.

Me sentí un poco incómoda pero no me quedo de otra que sentarme en otro sillón y esperar.

Jack...

— ¿Y bien qué pasó?— mi buen amigo se encontraba con un semblante serio en el sofá.

— Sí, es tan hermosa como todos dicen, lo gracioso es que ella no lo nota, cree saber lo que debe cuando en realidad sabe más que cualquier otra persona, es inteligente y valiente me lo demostró antes de salir por esa puerta, tenemos a la indicada— sus palabras me sorprendieron — pero hay un problema— se levantó bruscamente del sillón — tiene la marca de un demonio— No, no debe ser cierto.

— Pero Hiccup, el no, bueno en realidad...— nada de lo que estaba hablando tenía sentido coherente.

— Sabes muy bien que la marca de un demonio no puede ser vista por nadie más que yo, un hechicero, ¡Por favor Jack! Lo que le pediste a Elsa que hiciera era para que terminara muerta.

— ¡Yo solo le pedí que la amenazara para que jamás se vuelva a acercar a Hiccup, y lo sabes bien!.

— Agradécele a Hiccup, que su marca la salvo, pero sabes que cuando un demonio marca a alguien es para que no le pase nada.

— Y los demonios no pueden sentir, porqué lo hizo.

— Marcas cómo estás son muy raras, pues solo lo hacen si esa persona de verdad le importa, pero recuerda el plan, llevársela a Pitch y allí termino todo.

— Por lo tanto ten cuidado.

— De Hiccup, por favor todo el mundo sabe que un demonio no puede vencer a un ángel— no le tengo nada de miedo a Hiccup— y peor si es un ángel caído — esto último lo susurré más para mí mismo que para Scar.

— No es por él que me preocupo— bajo la cabeza y se sentó en el sillón negando.

— Ella es más poderosa de lo que crees.

...
Mérida.

El camino de regreso a casa, estuvo lleno de un gran silencio incómodo, mientras nos dirigíamos al hotel, dirigí mi mirada hacia afuera del auto.

No entendía que estaba pasando conmigo, siempre creí que cuando encontrara a la persona correcta, pero no fue así, y cielos... vaya que metí la pata, me equivoqué dos veces y soy tan testaruda que quise probar con el, deje que me hirieran, porque yo lo decidí así, dejé llevarme por la primera persona que me ayudó, no quiero pensar que todo lo echo a perder, pero todo es así.

Siempre me equivoqué, soy como un talismán pero de mala suerte, que a cada teatro que llega, al abrirse ese telón, no le queda más que actuar como la causante de todos los problemas, perdí a una gran amiga gracias a mi mala suerte, me siento tan mal y parece que el mundo también siente lo que yo, o simplemente sintió lastima; gota tras gota caía sobre el vidrio del majestuoso auto de Hiccup.
Hiccup... instantáneamente una sonrisa surca mi rostro, me recuerdo del primer día que llegué a este lugar, y al verlo sentí que me había tocado trabajar con el mismísimo diablo, pero por más que trataba de olvidarlo, el marco algo en mi vida, el simplemente me ayudó, no sé cómo pero lo hizo.

Mi mirada estaba fija en las luces relucientes de los inmensos edificios de New York, el espejo empañado apenas si se miraba la silueta de los edificios pero las luces borrosas en el espejo empañado daba un toque mágico a este inefable momento.

Mire a Jack, su mirada fija en el camino, sus manos apretadas en el volante, parecía como si algo en él había cambiado, porque de repente se comportaba tan frío, tan distante.

Comencé a llorar silenciosamente, pero con cuidado de que Jack no me vea.

El momento fue efímero, Jack detuvo el auto en la entrada del hotel.

— Te veo mañana, tengo algunos asuntos pendientes— solo asentí y salí del auto, el frío aire mezclado con las gotas de lluvia frotando mis brazos como un acto instintivo.

Sólo esperé a ver que el auto en el que Jack se fue se mirara tan lejos que bueno... ni se miraba, para hacer el acto más estúpido y eso que he cometido millones, en mi vida, camine pero no hacia el hotel, empecé a caminar a donde el viento... y la lluvia me llevaran.

¡Hola! ¡He llegado con otro capítulo!.

Quería decirles de dos cositas muy importantes:

Una chica me insultó diciendo " Recuerda que tienes una historia que actualizar, algo debe salir de tu estúpido cerebro, ¡Inútil haz algo ya!.

Yo: 😭.

Verán, yo trabajo así:

La razón por la que me tardo en actualizar es porque no quiero ser como otras, (no estoy diciendo nombres, yo no estoy insultando) que dicen " Que voy a actualizar, voy a colocar lo primero que se me venga a la mente y ahí estuvo".

No mis amores, yo sé que ustedes merecen lo mejor y por eso me esmero por traerles en cada capítulo algo nuevo y mejor, por eso es mi tardanza arreglo detalles, escribo, borro y a reescribirlo, cada día esa es mi rutina hasta que esté conforme conmigo misma y el resultado lo publico.

Y como segundo punto:

Publicaré una historia muy bonita a mi parecer... espérenla.