Rápidamente me separo de Hiccup, la verdad me sentía demasiado avergonzada, ¡es decir quién no hiba a estarlo después de básicamente haber echo eso!.
El rostro de Hiccup aún miraba hacia un punto fijo de la cocina.
— Te noto un poco loca hoy Mérida — habló el castaño de manera burlona ¡como se atreve!.
Abro mi boca dispuesta a responderle con palabras no aptas para una dama pero casi al instante la cierro, no quiero empezar una guerra que terminara en masacre, creo que actúo de esa manera gracias a lo que me dijo Jack y además ¡Qué persona estando en sus cabales corre a plena noche en una Suite que ni siquiera es suya!.
Pensandolo bien Hiccup... Tiene razón.
Pero de pronto siento algo en mi pecho jalando mi cuerpo hacia la realidad.
Jack... Mi cara rápidamente pasa de una alegre a una de preocupación, ¡Qué le diré a Jack!.
— ¿Qué te sucede? — preguntó Hiccup cambiando repentinamente el rostro burlón que poseía a uno de preocupación al igual que yo.
Su voz me hacía sentir bien, como si pudiera confiar en el pero al mismo tiempo que al hacerlo me estaba arriesgando pero decido arriesgarme.
— Sabes algo, tienes razón — le hable con una mezcla de aceptación y determinación — no me siento bien, dime ¿Tú qué harías si alguien al que aprecias tanto como para gustarte te pidiera que fueras su novio? — En ese momento Hiccup quien estaba tomando de una botella de agua escupió todo el contenido que había bebido en mi cara y parte de mi playera.
— ¡Oye era la última ropa limpia que me quedaba! — le grité indignada mientras me secaba el rostro con una servilleta que se encontraba en la mesa.
— ¡ Y porque no la has llevado para las lavadoras, o no será que eres una perezosa!— pregunto con un toque de burla.
— ¡Una no soy una perezosa! Y dos el horario para lavar ropa dice exactamente que el lunes es para el señor Adrien y ayudante, martes para Flin y ayudante etc. — respire un poco antes de terminar — En fin nos toca el domingo ¡Y ya que últimamente he estado ensuciando demasiado, mi ropa se ha ido como pan caliente por la mañana! — Termine de decir.
— ¡Ash! Ten niñita — Ni sentí en que momento Hiccup se quitó su camisa para dármela.
¡Oh no, está sin camisa! Siento una oleada de sangre llegar a mi rostro sin previo aviso, rápidamente me volteo.
— No te preocupes, tengo muchas más y además hace demasiado calor no la necesitaré — Me extendió su brazo con la camisa en la mano.
— Emmm... ¿No te vas a poner algo? — hablé mirándolo a los ojos mientras agarraba su camisa.
— No, hace mucho calor — hablo estirando sus desnudos brazos.
Me fui a quitar la playera al baño para colocarme la camisa de Hiccup, WoW con razón la estaba usando es increíblemente cómoda, volví rápidamente para beber aunque sea un vaso de leche.
Durante el camino de regreso a la lujosa cocina mantenía mi mirada fija en el suelo.
— Ten un vaso de leche — hablo Hiccup, sacándome del trance que había creado mi mirada con el suelo.
— Gracias — agarre el vaso hay momentos en los que pienso que este hombre me lee la mente.
—Y bueno... Lo que me preguntaste es algo muy difícil de responder, yo... Nunca me he enamorado, he salido con algunas chicas — lo miro directamente a los ojos con una mirada de
¿enserio? — ok, muchas chicas pero solo por...— Diversión — termine la frase de Hiccup, el solo me miro con un toque de tristeza para después asentir. Le dolía.
— Te responderé con otra pregunta ¿Tu lo quieres? — en ese momento empezé a pensar, el fue el único que estuvo conmigo cuando un auto casi me atropella, me consiguió un lugar para pasar la noche... Fue tan caballeroso. Y se que si hay alguien con el que quisiera estar es con el pero... ¿Y si me vuelven a lastimar como lo hizo Hans?
Asentí en respuesta a la pregunta de Hiccup.
— ¿Entonces qué te impide decirle que sí?
— ¿Qué tal si me vuelven a lastimar?
— ¿Alguna vez te lastimaron el corazón?
De nuevo asentí mientras las lágrimas poco a poco se iban acumulando.
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Ángeles Vs Demonios. (Mericcup)
Fanfiction¿Y si lo que crees que es el bien en realidad es el mal? • Historia larga. • Derechos de autor reservados