Ángeles Vs Demonios. (Mericcup)

XVIII

Hiccup se encontraba en la Tierra de nuevo, durmiendo en su cuarto. Cuando escucha unas voces que provenían de afuera, se acercó a la puerta para oír mejor.

— Hoy tú y yo en el Restaurante La Vertié es una cita—Escucho la voz de su...¿hermano? Vio un florero en forma de vaso lo agarro y le quitó las flores para después ponerlas en su mesa, posicionó el vaso entre la puerta y su oreja para oír mejor.

—Oh La Vertiié suena a algo muy elegante — Mérida dio una risa nerviosa, no sabia si tenía algo que ponerse para ocasiones elegantes.

— ¡Y justo cuando creí que mi hermano no podía salir peor, a ella no le gustan los restaurantes elegantes! — Hiccup se llevó una mano a la frente en señal de negación.

— Y vaya que lo es, así que ponte hermosa.

— ¡Ella es hermosa tal y como es! — Hiccup seguía susurrando cosas, hasta que accidentalmente en una de sus discusiones con, bueno con nadie se golpeó la cabeza con la mesita de noche creando un fuerte ruido ya que boto varias cosas.

— Creo que no escucharon — susurró.

—¿Escuchaste eso? — habló Mérida desde el otro lado de la puerta.

—¡Oh vamos Thor! — Hiccup se palmeó la frente en forma de "¿enserio?".

— Creo que vino de esa habitación, iré a ver — Jack quería saber que estaba haciendo su hermano, obviamente sabía que los estaba espiando pero quería verificarlo para poder revelarlo en la cara de Mérida, eso lo favorecería.

—¡Ese no fue Thor, es Loky!— dijo Hiccup dándose cuenta de quienes conspiraban contra el, estaba muy alterado, pero después pasó algo que ni él creyó.

—¡No te acerques ahí Jack! ese es el cuarto de Hiccup  y no tienes porque entrometerte, déjalo, seguro no fue nada — Mérida defendió a Hiccup, algo que ni ella se creyó, pues nunca en sus mayores sueños se hubiera imaginado alzándole la voz a Jack, el chico al que ella tanto quiere.

—Oh — Jack estaba confundido — está bien no hay problema.

Mérida lo guió hacia la salida y le serró la puerta, no sin antes decirle que se miraban a las 7 en el restaurante.

— Estaré ahí, eso creo— esto último lo susurró, cuando se acordó de Hiccup quien se encontraba arreglando el gran desorden de su cuarto.

Mérida tocó su puerta.
—¿Puedo pasar?.
— Si claro, pase— Hiccup le respondió.
—Gracias— Mérida entro a lo que parecía un campo de guerra ; ropa por aquí más ropa por allá, una mesita de noche tirada con muchos objetos desparramados y por su puesto quién podía negar que también habían flores tiradas en una mesa.

— Necesitas ayuda— Mérida lo dijo más en tono de afirmación que de pregunta.

Empezó a recoger una por una las prendas de Hiccup, deseando no encontrar ropa íntima, mientras Hiccup se encargaba de ordenar al mesa y todas las cosas que accidentalmente había botado.

Cuando habían terminado, Mérida se encontraba en otro mundo, nunca has sentido esa sensación de que estás ahí pero al mismo tiempo no. Pues esa era la sensación que ella sintió desde que vio a Jack, será que el no...rápidamente la pelirroja meneó la cabeza intentando alejar esos pensamientos, obviamente Jack era todo lo que ella deseaba desde un principio.

— ¿Mérida estás bien?— Hiccup se había preocupado del comportamiento de Mérida, esa chica que se parecía tanto a una niña que solo la recordaba por el nombre de "pequeña valiente"' era increíble lo que el destino era capaz de hacer incluso hasta unir a dos personas que desde un principio se creyó que estaban destinadas a jamás encontrarse.

Pero había algo que ni el destino por más que quisiera verlos unidos era incapaz de cambiar, Hiccup era un demonio y Jack era el ángel, cualquier chica escogería al segundo.

— Si estoy bien— Mérida logró aterrizar en Tierra otra vez.

— Bueno hoy tenemos una sesión de fotografía quiero que vayas tomando nota de todo lo que te diga— Mérida fue a buscar algo en que escribir y regreso con un bolígrafo y una pequeña libreta — muy bien, como primer punto quiero un café.

—Café con leche sin leche, con espuma o sin espuma— lo interrumpió Mérida para despues