Capítulo 11: "El Regreso"

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Gokú y Milk despertaban simultáneamente después de una larga noche de entrega y pasión. Ambos se encontraban abrazados envueltos por las sabanas que fueros testigos de su gran amor.

Ambos se miraron con ojos llenos de brillo y con una amplia sonrisa después de la nueva experiencia que habían vivido.

¡Te amo Milk¡ me has hecho tan feliz decía Gokú dándole un dulce beso mientras apegaba su frágil cuerpo a él.

Yo también ¡te amo¡ fue maravilloso, ¡gracias por permitirme conocer el verdadero amor contigo¡ dijo la pelinegra correspondiendo el dulce beso.

Luego de algunos minutos, el joven de cabello alborotado dijo: creo que es hora de ir a desayunar, iré a darme un baño y cambiarme de ropa a mi habitación en una hora paso por ti.

Te estaré esperando, dijo Milk sonriéndole.

Horas después:

Ambos jóvenes disfrutaban un delicioso desayuno en uno de los restaurantes que había dentro del crucero.

¿Qué tienes?, ¿en qué piensas, ¿por qué esa carita?, dijo Gokú al ver el rostro entristecido de la pelinegra.

En que hoy es el último día que estaremos juntos por tanto tiempo ya que siempre solo nos veíamos por horas en cambio en estas semanas todo el día hemos estado juntos, dijo Milk.

Cuando volvamos ya no será lo mismo Milk, las cosas cambiaran, no te lo he querido decir para no preocuparte, pero ya no me siento tan bien como antes, creo que los síntomas empezaran a empeorar con los días y yo no quiero que tu sufras al verme postrado pequeña, por eso cuando volvamos quiero que te olvides de mi e intentes rehacer tu vida, eres muy bella tienes a muchos de mis amigos tras de ti, solo es cuestión de que les des una oportunidad y con el tiempo te olvidarás de mi, dijo Gokú con tristeza.

Como me dices eso después de lo que ha pasado entre los dos, no te lo estoy echando en cara pero yo me entregue a ti por amor y no pienso dejarte nunca entiendo que no quieras hacerme sufrir, pero sufriré de igual manera al no dejarme estar junto a ti, yo no voy a separarme de ti así me lo pidas, no pienso hacerlo, buscare la manera de estar a tu lado para cuidarte como tú has hecho conmigo desde el día que me conociste, yo no pido nada a cambio, solo estar a tu lado, no me importa nada más que tu, no me alejes de ti ¡por favor¡ dijo Milk tomando las manos del joven de cabello alborotado mientras unas lagrimas rodaban por sus mejillas.

Milk cuando este en casa y ya no pueda moverme mis padres no dejaran que te acerques a mí y yo no podre hacer nada porque para mala suerte aun estoy bajo su tutela, dijo Gokú con tristeza.

No te preocupes, ya he estado pensando que hacer para estar a tu lado, el joven Vegueta me conto que tus padres siempre te andan buscando novia, es normal deben querer alguien de tu clase para ti, pero yo me conformo con estar a tu lado así tus padres nunca sepan de mi. Yo no me voy alejar de ti, no te preocupes, siempre estaré junto a ti, mientras estés con vida yo no me apartare de tu lado, dijo Milk sollozando.

Milk no sabes como hubiera deseado hacerte mis esposa de verdad, para que así nadie nos pueda separar, dijo Gokú tomando el rostro de la pelinegra entre sus manos para darle un dulce beso.

Ya lo soy, soy tu esposa y tu mujer, dijo Milk enseñándole el aro que llevaba en su mano cuando se separaron.

Gokú sonrió y le enseño su mano con el aro puesto para que ella vea que el también lo sentía así.

Gokú y Milk las horas que les quedaban juntos las disfrutaron al máximo divirtiéndose en cada ambiente mágico que les ofrecía ese fabuloso crucero.

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