Capítulo 19: "Nuevamente juntos"

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(Penúltimo capítulo)


En lo alto de un mirador, una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada en el frio piso rodeando con sus delicados brazos sus piernas flexionadas mientras unas lágrimas brotaban de sus bellos ojos negros, mientras pensaba: aquí te conocí mi bello ángel guardián, aquí me enamore de ti desde el primer momento que te vi, tan bello y dulce conmigo siempre, ya no podré volver a verte más tus padres serían capaces de quitarme a nuestro hijo si me vuelven a ver junto a ti, espero y te mejores pronto y seas muy feliz, yo tratare de serlos aunque ya no estaremos juntos, al menos tengo un pedacito de ti que me acompañara siempre y así nunca más volvamos a estar juntos el siempre me recordara a ti y al gran amor que nos tuvimos, pensaba la jovencita mientras miraba el aro que tenía en uno de los dedos de su mano que el joven de cabello alborotado le dio el día de su boda simbólica.

Mientras tanto:

Vegueta estacionaba su auto frente al mirador.

Ya estamos aquí, ¿no pensaras subir?, el hecho de que ya estés recuperado, no significa que te andes esforzando mucho ya que aún está recién tu recuperación. Yo subiré a ver si Milk se encuentra arriba, tú espérame aquí dentro del auto, decía Vegueta mirando al joven de cabello alborotado.

No Vegueta, yo iré, tú ayúdame a subir, pero yo quiero comprobar con mis propios ojos si Milk está o no allí, dijo Gokú.

¿Qué pasa, por culpa de tu familia, ahora desconfías de mí?, dijo Vegueta fingiendo molestia.

Claro que no, tú has demostrado ser mi mejor amigo, aparte de ser mi primo, es que yo estoy seguro que Milk está allá arriba y quiero darle la sorpresa, dijo Gokú.

¿Y cómo lo sabes?, dijo Vegueta sorprendido.

Me lo dice mi corazón, mi niña está arriba esperando por mí, dijo Gokú.

Siendo así, no me das más opción de ayudarte a llegar con tu amada esposa, dijo Vegueta sonriendo viendo el aro en uno de los dedos de la mano del joven de cabello alborotado.

Minutos después:

Con ayuda del joven cabello de flama, Gokú subía una a una las escaleras que le conducían a lo alto del mirador. Al llegar a la parte superior ambos jóvenes miraron a ambos lados y en una esquina junto a unas barandas se encontraba la bella jovencita pelinegra sentada en el piso y con el rostro sobre sus piernas flexionadas. Vegueta sonrió al darse cuenta que la corazonada de su primo resulto cierta y Gokú se separo de él para caminar lentamente hacia ella mientras la miraba con ternura.

El joven de cabello alborotado llegó junto a ella y le dijo: ¿Qué hace una bella niña como tú en este lugar expuesta a tanto pelinegro?.

La pelinegra al oír esa voz, su corazón le palpito con mayor fuerza, mientras su vista se empezó a nublar por las lágrimas que empezaban a brotar de sus ojos. La jovencita levanto el rostro y se quedo impactada al ver a su amado ángel guardián mirándola con ternura mientras le sonreía. La pelinegra se froto los ojos una y otra vez, pensando que todo era efecto de su imaginación, pero la imagen seguía allí frente suyo.

Gokú sonrió al ver la inocencia de la jovencita y estiro su mano para que la tomase y se levantase del frio suelo donde se encontraba sentada. La pelinegra tomo su mano mientras gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas. El joven de cabello alborotado no dijo nada, solo limpio con sus manos las lágrimas, luego sostuvo con sus manos su rostro y acerco el de él al de su amada para darle un beso cargado de dulzura y pasión, luego soltó su rostro y la tomo de la cintura para apegarla a él y continuar besándola.

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