Capítulo 18: "Buscándote"

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(Antepenúltimo capítulo)


Raditz reacciono ante su desconcierto, al ver su rostro cubierto de sangre se limpio como pudo y salió tras la pelinegra, preguntando entre los presentes en el bar si no la habían visto, al no obtener razón de ella, salió lo más rápido que pudo en su auto para buscarla.

No debe haber ido muy lejos, dijo Raditz mientras manejaba.

Casa de los padres de Gokú:

Qué bueno verte nuevamente de pie hijo dijo Gine.

¡Gracias madre¡ dijo Gokú con frialdad al acordarse la forma despectiva como su madre trato a Milk.

¿Qué quieres ya te devolvimos todo?, dijo Bardock molesto.

¿Dónde está Milk?, dijo Gokú furioso.

No lo sabemos, dijo Bardock.

No se hagan ustedes la escondieron, ¿dónde está?, dijo Gokú levantando la voz.

Ya te dijimos que no lo sabemos o quedaste sordo de la enfermedad dijo Bardock.

Los meteré a la cárcel si me la están escondiendo, ella está embarazada espera un hijo mío, un nieto de ustedes, ni eso los conmueve, ella es una niña indefensa que ha sufrido mucho, ¡por favor¡ díganme dónde está y yo les doy lo que me pidan, dijo Gokú en tono de súplica.

¿En verdad nos darás lo que pidamos?, dijo Bardock con una sonrisa irónica.

Sí, dijo Gokú.

Devuélvenos todo lo que nos quitaste y te lo digo, dijo Bardock con frialdad.

Vegueta miraba a Gokú moviendo la cabeza mientras pensaba: Jamás imagine que mi padrino fuera tan ambicioso.

Vegueta llama al abogado, dijo Gokú.

Pero Kakaroto, decía Vegueta.

El dinero es lo que menos me importa solo quiero recuperar al amor de mi vida y al niño que esperamos, dijo Gokú.

Está bien, ahora me comunico con él, dijo Vegueta con resignación.

Mientras tanto:

Raditz buscaba por los alrededores del bar sin éxito alguno.

Maldita chiquilla, cómo pudiste escaparte tan rápido, será mejor volver a casa y en poner en alerta a la familia, decía furioso Raditz mientras se colocaba un pañuelo en la cabeza.

El auto del joven de cabellera larga partió y a escasos metros de él, de un gigantesco contenedor de basura una bella jovencita pelinegra salía con dificultad mientras volvía a respirar tranquila y caminaba lentamente por las peligrosas calles de ese inmundo lugar.

Casa de los padres de Gokú:

Esta conforme, decía el abogado mostrándole unos documentos a Bardock.

Creo que sí, dijo Bardock.

Ahora todo vuelve hacer suyo señor, a excepción del auto del joven y la modesta vivienda que compro con el dinero que le pertenecía dijo el abogado.

Está bien estoy de acuerdo, dijo Bardock.

Mañana le estaré haciendo llegar sus copias, dijo el abogado antes de salir.

Ahora sí díganme ¿dónde la tienen?, dijo Gokú.

Volvió al inmundo lugar donde creció, dijo Bardock.

¿Pero cómo?, dijo Gokú alarmado.

La mujer que la tenía a su tutela la andaba buscando y se la entregamos, dijo Gine mirando impactada hacia la puerta.

Mamá la zo.............., iba a proseguir Raditz pero cayó al ver a Vegueta y Gokú en su casa.

¿Qué hacen estos aquí?, dijo Raditz.

¿Qué te paso hijo?, dijo Gine preocupada.

Nada grave, ¿qué hacen estos aquí?, volvió a repetir la pregunta Raditz.

Gokú se acerco y le dio sin previo aviso semejante puñetazo en el rostro y estómago a Raditz que le hizo doblarse de dolor.

Eso es por lo que le hiciste a la niña que amo, dijo Gokú furioso.

Eres un salvaje, al igual que esa chiquilla estúpida, decía doblándose del dolor Raditz.

¿Llévame con ella?, dijo Gokú tomándolo del cuello.

Veo que ya estás bastante recuperado, decía irónico Raditz.

Llévame con ella, ¿o quieres que te parta la cara?, dijo Gokú.

Dile dónde está hijo, este ya no pertenece a nosotros acaba de renunciar a todo por esa chiquilla, dijo Bardock con frialdad.

¿Qué dices padre?, dijo Raditz sorprendido.

Este nos devolvió todo a cambió de que le digamos dónde está la niña estúpida esa, dijo Bardock ante la mirada desconcertada de Gokú y Vegueta.

Pues lamento ser portador de malas noticias, la niña escapo del bar, dijo Raditz.

¿Quéeeee?, dijo Gokú.

Lo que oíste, la estúpida esa me agredió con un vaso de vidrió, decía furioso Raditz.

¿Qué querías hacerle maldito?, dijo Gokú dándole un golpe en el estómago.

Kakaroto, ¡vamos a buscarla¡ no perdamos tiempo, dijo Vegueta.

Si tienes razón dijo Gokú saliendo a paso rápido con Vegueta.

Horas después:

Una bella pelinegra caminaba a paso lento por las silenciosas calles de la ciudad, ¿dónde pasare la noche?, estoy muy lejos del centro de la ciudad. La jovencita continuó su camino y llegó hasta el mirador de la ciudad y dijo en voz baja: De nuevo aquí, pero ahora no está mi ángel guardián para protegerme.

En un auto:

Ya es muy tarde Kakaroto, pronto caerá la noche, dijo Vegueta, viendo a un entristecido joven de cabello alborotado.

¿Dónde estás mi amor?, en tu estado estas sola por esas frías calles, pensaba Gokú cuando un recuerdo le vino a la mente.

-.Recuerdo.-

Cualquier lugar a donde vaya será mejor que volver a ese inmundo lugar, ya encontrare donde pasar lo que queda de la noche, aunque el mirador es el mejor lugar donde de seguro a esa mujer no se le ocurrirá buscarme por eso subí aquí, al menos para pasar esta noche luego tendré que irme lejos donde esa mujer no me llegue a encontrar, decía la pelinegra aguantando las ganas de volver a llorar.

-. Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

El mirador, dijo Gokú.

¿El mirador?, dijo Vegueta.

Si, cuando conocí a Milk ella huyo de ese lugar inmundo y fue haya a refugiarse para pasar la noche, llévame allí Vegueta ¡por favor¡ Milk debe estar allí, dijo Gokú.

Está bien dijo Vegueta sorprendido, manejando lo más rápido que podía su auto.

Milk, mi niña bella ya voy por ti, espérame allí no vayas a irte a ningún lado, pensaba Gokú.

Mirador:

Una bella jovencita pelinegra se encontraba sentada sujetando con sus brazos sus piernas que estaban flexionadas mientras su cabeza se apoyaba sobre ellas y pensaba: Mi ángel guardián ¿cómo estarás?, ¿te necesito?, ¿te necesito?.




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