Capítulo 20: "Vivir la vida"

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(Último capítulo)


Un par de lindas jóvenes ayudaban a maquillar a una bella jovencita pelinegra.

Te ves hermosa, decía Dieciocho.

Y con ese vestido, ni se te nota la barriguita, dijo riendo Bulma.

¡Gracias por ayudarme señorita Bulma, señorita Dieciocho¡ decía la bella pelinegra.

Hay Milk, que te estoy diciendo, ya somos prácticamente familia, ¿qué es eso de señorita Bulma?, dijo la peli azul fingiendo molestia.

Es qué....., decía la pelinegra.

Nada, nada, nada Dieciocho y Bulma así suena mejor, dijo la peli azul mirando a la pelinegra mientras sonreía.

Sí Milk además no estamos tan viejas solo te llevamos tres años, dijo la rubia.

Está bien, ¡Gracias por su apoyo Bulma y Dieciocho¡ dijo Milk sonrojándose.

Así está mejor, ya te acostumbraras, dijo Bulma riendo.

Departamento de Vegueta:

¡Gracias Vegueta¡ por prestarme tú casa para cambiarme aquí, decía Gokú mientras salí de la habitación de su primo.

No te preocupes. Creo que ya es hora de ir por mi ahijada, dijo Vegueta mirando su reloj.

Si creo que ya es hora, yo iré a la iglesia, dijo Gokú sonriendo.

Entonces allá nos encontramos, dijo Vegueta antes de salir de su departamento.

Casa de los padres de Gokú:

Estúpido chiquillo insolente, jamás pensé que cumpliría su palabra, decía Bardock furioso.

Pues ya lo ves padre, se casa con la pobretona esa, dijo Raditz.

Pues el ya no es mi hijo, dejo de serlo cuando puso los ojos en alguien distinta a nosotros ya no vuelvas a mencionarlo más, dijo Bardock.

Así será padre, no te preocupes nunca más mencionare a ese que deshonro nuestra familia, dijo Raditz saliendo de la oficina de Bardock.

Pero Bardock, sea como sea es nuestro hijo aunque la chica que allá elegido para esposa no nos guste, el sigue siendo nuestro hijo y el niño que espera esa chiquilla nuestro nieto, dijo Gine que se encontraba dentro de la oficina.

Un hijo que desobedece a sus padres y los cambia por alguien que no vale la pena no es mi hijo, para mi él está muerto, nunca llegó a curarse, mi único hijo es Raditz por lo tanto el mocoso ese que espera la chiquilla esa para mí no existe, dijo Bardock mientras Gine miraba con tristeza a su esposo.

Iglesia:

En una modesta iglesia que había sido decorada de manera sencilla se encontraban los amigos de gimnasio de Gokú, su maestro de artes marciales, Bulma y Dieciocho.

En el altar un atractivo jovencito de cabello alborotado miraba hacia la entrada de la puerta esperando la llegada de su amada.

Algunos minutos después, una bella jovencita pelinegra ingresaba del brazo de su orgulloso padrino un joven cabello de flama.

Gokú al verla ingresar del brazo del joven cabello de flama y acercarse a él sonrió y la recibió con un beso en la mejilla al llegar junto a él.

Ambos jovencitos se arrodillaron frente al altar para que el sacerdote de inicio a la ceremonia.

Minutos después:

VIVIR LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora