¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?

cap. 21 La Torre y El Ahorcado (parte I)

DRACO P.V.O

Hoy es el día. Desde que me he levantado he tenido un nudo en la boca del estómago, produciéndome un dolor insoportable. ¡Poca penitencia para la atrocidad que estoy a punto de cometer!. Hermione se fue antes del amanecer, para que no tuviese que encontrarse con nadie de mi casa. Por lo menos se ha ido contenta. En cuanto he estado solo, el fuego de la chimenea se ha transformado en el rostro desquiciado de mi amantísima tía Bellatrix. ¡Lo mejor para empezar un buen día!

-Draco, en cuanto anochezca nos pondremos en marcha. Estate preparado. Como falles pienso encuadernar unos libros con tu piel.

Y ha desaparecido. Lo peor de su amenaza es que lo dice completamente en serio. Más de uno de los libros que hay en nuestra biblioteca fue anteriormente un desafortunado mago que no supo cómo complacer a mi desquiciada tía. Todo un aliciente para la lectura. Como esto ha terminado de hundirme la moral, hoy me voy a limitar a pasear por el colegio como alma en pena... no me veo yo con muchos ánimos para sociabilizar.

UNAS HORAS MÁS TARDE

Si hay alguien en este colegio que tiene el don de la inoportunidad, esa es la profesora de Adivinación. ¡Siempre aparece donde menos te lo esperas y en el momento menos indicado!. Cuando he entrado en la sala de los menesteres, la he oído rezongar. La pobre mujer estaba escondiendo algo allí, muy cerca del armario evanescente. No me ha quedado más remedio que lanzarle un hechizo aturdidor y expulsarla de la sala. Menos mál que no me ha visto. He permanecido mirando fíjamente el condenado trasto al menos media hora. ¿Qué sucedería si no pronuncio el conjuro que lo pone en funcionamiento? Sé la respuesta: en cuanto asomase la nariz fuera del colegio, más de una veintena de maldiciones asesinas caerían sobre mí. Eso si tengo suerte. Si no la tuviese, me quedaría el consuelo de adornar la biblioteca familiar por toda la eternidad (ya sabemos todos cómo) por gentileza de mi tía. No tengo más remedio que hacerlo. Así, por lo menos, me aseguro de que mi madre sobrevivirá  a toda esta locura (a mi padre le pueden dar tila. Como si se tira por una ventana)

HERMIONE P.V.O

Hoy el colegio parece un avispero. No sé que le pasa a la gente, pero andan todos a la greña. Sobre todo Harry y Draco. El segundo ni ha aparecido por el comedor y se ha saltado prácticamente todas las clases. Y a las pocas que ha asistido ni les ha prestado atención. Harry anda mosca por culpa de Draco y Snape. Yo, por si acaso, me voy a mantener alejada de ambos.

UNAS HORAS MÁS TARDE

Harry ha venido a la carrera. Tiene que recoger su capa invisible y volver con Dumbledore. Por lo poco que nos ha contado, el director ha encontrado un horrocux y necesita de su ayuda para conseguirlo. Se le veía preocupado. Antes de desaparecer por el hueco del retrato, me ha tendido la botellita de la poción de la suerte. 

-Bebed un sorbo Ron y tú. Dadle tambien a todos los miembros del ED que pilleis. Y si podeis avisar a la Orden, mejor. Creo que lo que ha estado tramando Malfoy (y siento decirte ésto, Herm) va a ser esta noche. 

-Llévate tú la poción. La vais a necesitar más que nosotros.

-No. Así me quedo más tranquilo. Además, ¿Qué me puede suceder si voy acompañado del mejor mago del mundo?

Me ha sonreido al desaire y se ha marchado. Me he quedado allí quieta, helada. Muy a mi pesar, sé que tiene razón. Esa cosa que nos iba a separar a Draco y a mí va a suceder hoy. Lo presiento. En ese momento han aparecido Ginny, Neville, Ron y Dean. Creo que tenemos que planificar una vigilancia in extremis para esta noche.