---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ESCUCHAD LA CANCIÓN DEL VIDEO QUE HAY A LA DERECHA CUANDO LEAIS LA PARTE EN LA QUE DRACO HABLA DE HERM. LE VA QUE NI PINTADO AL CHICO.
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GINNY P.V.O
Después de dejar mi escoba en los vestuarios de Gryffindor, corrí hacia la torre donde vivían los mayores. Pillé a Draco en la entrada de su sala común. Se me quedó mirando alucinado.
-¿Se puede saber qué demonios haces aquí, pelirroja?
-Tenemos que hablar de lo de esta noche. -le empujé con suavidad al interior. La sala común estaba vacía. Me indicó con la mano que me sentara junto a la chimenea, pero me negué- Vamos a tu habitación. Aquí podría vernos alguno de ellos.
No dijo nada y me precedió de camino a las escaleras. Subimos los cuatro puñeteros pisos donde duermen los otros a toda velocidad, por si a alguien le daba por darse un paseito nocturno. Cuando llegamos a su sala común, entró primero él. A los dos minutos asomó la cabeza por la puerta y me hizo pasar. Era la primera vez que estaba allí. La sala tenía dos amplias mesas de estudio, dos librerías repletas y una chimenea enorme y junto a ella un sofa grande y tres butacas mullidas y con pinta de ser supercómodas. Draco caminó hacia una puerta que estaba a la izquierda y la abrió. Entró sin esperarme. Tuve que correr para alcanzarlo. Una vez dentro de su cuarto la cerró y selló con los encantamientos de siempre.
-Bien, ¿de qué quieres hablar?
-¿Qué diantres pasó ahí dentro, huroncito? ¿Qué era esa recompensa que te tenían que dar? -se sentó en la cama y me miró unos segundos. Fijándome bien, no tenía muy buen aspecto- ¿Te encuentras bien? Tienes cara de acelga pocha.
-¿Quieres saber qué era la maldita recompensa? -Se quitó la túnica y la camisa. ¡Cielos! ¿Por qué narices tenía el corazón a mil por hora de repente?. Se giró y me enseñó la espalda. A las ya conocidas cicatrices ahora se había sumado una marca circular en su hombro derecho. Estaba roja e hinchada. Y olía un poquito a carne chamuscada. Me acerqué para verla mejor.- ¿Qué es?
-Está muy hinchada. Pero parece una cruz ortodoxa sobre algo que ahora no se distingue muy bien. ¿Cómo te lo han hecho?
-Con un medallón al rojo -Se dejó caer de nuevo sobre la cama.- Escuece como un demonio.
-Espera que te la curo un poquito, no vaya a ser que se te infecte.
Entré en su baño y llené un cuenco con agua fría. Cogí una toalla y un emplasto que allí había. ¡Cómo se nota que este chico es dado a los accidentes! Salí cargada con todo ello y le curé la quemadura. Cuando acabé, parecía bastante aliviado.
-Creo que esta noche no voy a poder dormir muy bien.
-Si quieres me quedo y hablamos hasta que te entre el sueño. -Le sonreí, intentando darle ánimos.
-Como quieras, pero deberías marcharte a tu torre.
-A estas horas, imposible. Fijo que me pescan. Y no me apetece ser castigada otra vez.
DRACO P.V.O
Agradecí que Ginny quisiera quedarse conmigo durante la noche. La quemadura me estaba mortificando. Se sentó junto a mí en la cama, se descalzó y apoyó los pies en el cabecero, quedando tumbada.
-¿Qué crees que quisieron decir esta noche? ¿Piensan devolver a la vida a Voldemort?
-No. Por la manera que Montague se refirió a él, estoy completamente seguro de que no lo van a intentar. Además, el alma de Voldemort estaba completamente destruida.
-En eso tienes razón. Harry me contó que, cuando murió, vió lo que quedaba del alma de Voldemort, y que daba verdadera lastima verlo. ¿Y si no es él, a quién van a traer de vuelta?
-Ni idea. Tendremos que empezar a buscar en los libros de historia. Magos Oscuros, nigromantes, grandes magos inclinados hacia el mal... cualquier alimaña de esas.
-¿Y a quién estarán vigilando?
-Ni idea otra vez. Aún quedas mortífagos libres, a los que nadie ha podido identificar. Seguro que Montague y compañía tienen contacto con ellos. Podría tratarse de cualquiera.
-Pero tiene que ser alguien poderoso. No creo que se conformen con cualquiera.
-En eso tienes razón.
Guardamos silencio unos minutos. Me tumbé yo también, con mucho cuidado. Nuestras cabezas quedaron juntas. Fuego y hielo juntos. Ginny sonrió pícaramente.
-¿Qué crees que diría mi hermano si nos viese aquí así?
-"¡Maldita serpiente bastarda! Como le hayas puesto un sólo dedo encima a mi inocente hermanita te mato!" -nos reímos ante mi imitación- Sí, sería divertido ver a Comadreja ahogarse en su propia rabia. -Me quedé en silencio. No sé por qué, pero de repente me vino a la mente la imagen de Herm.
-¿En qué piensas que te has quedado tan callado?
-En Hermione. En qué estará haciendo ahora, en qué pensará, qué sentirá....
-La hechas muchísimo de menos, ¿verdad?
-Ni te lo imaginas, pelirroja. Para mí ella lo es todo. Era como mi faro cuando andaba a oscuras. Siempre podía contar con ella para encontrar el camino correcto para regresar. Y ahora, desde que no estoy con ella... me siento vacío. Soy como un puñetero fantasma, insensible ante todo y todos. En vez de corazón tengo un agujero negro que absorve y se traga todo rastro de felicidad.
-Pero piensa que algún día volvereis a estar juntos. Cuando todo esto haya pasado...
-¿Y si cuando llegue ese momento ya ha encontrado a alguien que la haga realmente feliz? ¿Y si encuentra a esa persona que hará de su vida algo seguro y feliz?
-Pero si ella te quiere....
-Ginny. El corazón tiene un tope. Si lo hieres demasiadas veces al final decide rechazarte y buscar un consuelo a tanto dolor. Y ese consuelo, si al final resulta beneficioso, puede convertirse en amor. Y yo le he producido a Herm dolor suficiente para cien vidas.
-¿Y qué harás?
-Hasta que esto no acabe, tendré que seguir con mi vida, aunque eso me mate poco a poco. Y si por el camino le doy a ella la oportunidad de ser feliz con alguien más apropiado, yo también seré feliz porque ella estará bien y a salvo.
-No te pega lo de martir del amor, huroncito. -Se giró hacia mí y puso su mano en mi mejilla.- Tienes que aprender a vivir un poquito por tí mismo y no por los demás. No te prives de ser feliz aunque sea una ínfima parte de lo que serías con ella. Por tu bien y por tu salud mental.
-¿Te estás ofreciendo a ser la cura a mis males?
-Te estoy ofreciendo un trato. Como ambos estamos enamorados hasta la médula de otras personas y nunca podremos querernos a ese nivel... podríamos ser algo así como casi amantes. Para los casos de emergencia emocional.
Me la quedé mirando, sorprendido. ¿Se estaba ofreciendo a ser mi amante? De verdad que no entendía nada a aquella chica.
-¿Y tu felicidad?
-Mira, Draco. Estando con Harry he aprendido a disfrutar el día a día, porque cada día vivido puede ser el último de mi existencia. ¿Por qué no pasar mis días como a mí me plazca? Claro que tú accedas a ello.
-No me parece correcto. Sería como utilizarte...
-Me utilizarías si yo no tuviese ni idea de lo que esté pasando. Pero es con conocimiento y consentimiento. Además, tú no eres el único que tiene el corazón y el alma rotos, Draco.
Pegó su cuerpo al mío, me abrazó con fuerza y se durmió. ¡Pues sí que había durado mucho nuestra noche de charla!. No me moví. Se la veía relajada. Y muy guapa. Le dí un beso en la frente y decidí intentar dormir yo tambien un poquito.
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¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?
FanfictionTodos los que no pertenecen a su casa le odian. los que supuestamente son sus amigos, simplemente están con él para subir puestos en la escala de los mortífagos. por ello, Draco se encuentra completamente solo en un mundo hostil. ¿o quizás no?