¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?

cap. 43 Confesiones en el bosque.

HERMIONE P.V.O

Cuando entré en el aula de Pociones me dí cuenta de que Ginny no venía conmigo. ¿En qué demonios estará pensando esta chica? Es todo un privilegio el acudir a estas clases superavanzadas de pociones. ¿Y ella se permite el lujo de no asistir? No sé si ir a por ella o dejar que pierda el tiempo con tonterías. Porque yo no estoy dispuesta a perder ni un minuto. Ya no.

-Lo siento, Herm. Pero Malfoy me estaba abroncando por no mirar por donde camino -Ginny se sentó a mi lado. Tenía la cara un poco roja. Seguro que  de gritarle.

-Ten cuidado con él. No podemos saber qué trama.

-Vamos, Herm. No te hagas la dura, no delante mío -me miró fijamente.- ¿De verdad le odias?

-Sí. A muerte.

-No te entiendo. ¿Cómo has podido pasar del amor al odio en tan poco tiempo? ¿No te has parado a pensar que él puede tener razones importantes para hacer lo que está haciendo?

-¿Te parece importante despreciar a los que eran sus amigos de verdad y volver con esas sanguijuelas?

-Vaya, vaya, vaya. La sangresucia está de mal humor -Montague se sentó en el borde de mi mesa, sonriendo como una hiena. Cosa rara, estaba solo- Deberías cuidar esa boquita, Granger. Una palabra mal dicha en el momento equivocado y podría ser la última.

-Vete a la mierda, Montage. -No le escupí porque en ese mismo instante entró el profesor Slughorn sonriendo.- Piérdete.

-Te arrepentirás de ésto, Granger.

-Como si me diesen miedo sus amenazas estúpidas -mi humor empeoró, si eso era posible. Primero Malfoy, ahora Montague. Sólo faltaba Goyle.- ¿Qué has hecho cuando Malfoy te ha reñido?

-¿Eh? -la pillé de sorpresa. No me estaba escuchando.- Perdona, me he quedado en babia.

-Olvidame, Ginny. Ya veo que hay cosas más importantes que tu amiga.

Me miró unos segundos, dolida. Recogió sus cosas, las lanzó dentro de su mochila y salió de la clase dando un portazo. El profesor Slughorn ni se enteró.

GINNY P.V.O

¿Cómo se puede ser tan egocéntrica? ¡El mundo no gira a tu alrededor, Hermione Granger! Tuve que salir de clase porque las ganas de cruzarle la cara eran muy, muy grandes. ¿Y dónde demonios voy yo ahora? Como McGonagall me pesque, voy a estar castigada hasta que me case. Salí al patio que da al Bosque Prohibido. Como no había profesores a la vista, corrí hacia la cabaña de Hagrid. Sé que está vacía porque le ví antes adentrarse en el bosque. Seguro que va a visitar a su hermanastro, Gramp. Me escabullí por detrás de la cabaña y caminé hacia el claro donde vimos una vez a Malfoy practicar esgrima. Con un poquito de suerte estaría allí. ¿Por qué narices mi corazón late a toda leche?

DRACO P.V.O

El claro estaba en silencio. Mejor, porque aún tenía que digerir lo que había pasado en el pasillo del aula de pociones. ¿La pelirroja me había besado? ¿No se supone que está con Potter? Quizá el Niño que Sobrevivió no le da todo lo que ella busca. No pude evitar sonreir al pensar en eso. Sería gracioso que alguien que fue capaz de acabar con el mago tenebroso más grande de la historia no fuese capaz de satisfacer a su novia.

-¿En qué piensas, huroncito?

Me caí al suelo del susto. Cuando quiere es bien silenciosa. La miré, furioso, con el corazón a punto de salirseme por la boca.

-¿Quieres matarme de un infarto, Weasley?

-Ha sido divertido. Intentaré repetirlo más a menudo -se sentó a mi lado. Reprimí las ganas de apartarme de ella. No quiero que se enfade por una tontería así.